Es el núcleo urbano más grande de México y su principal centro político, económico, social, académico, financiero, empresarial, turístico, cultural, de comunicaciones y de entretenimiento. En 2018, tuvo un PIB nominal de 568 445 000 000 (quinientos sesenta y ocho mil cuatrocientos cuarenta y cinco millones) de dólares. Catalogada como una ciudad global, también es uno de los centros financieros y culturales más importantes del mundo, con una de las economías más dinámicas a nivel internacional, y es, por el tamaño de su PIB, la número quince a nivel mundial.[32][33][34] En el 2018, representó el 17 % del total del PIB nacional, con un crecimiento medio en ese año de 6.8 % (por encima de la media nacional), y una aportación del 27 % al crecimiento económico del país en ese año.[35]
Ha sido el escenario de varios de los acontecimientos históricos y mediáticos más importantes de dicha nación. No hay consenso científico sobre la fecha de la fundación de la ciudad, pero pudo ocurrir a inicios del siglo XIV. Correlaciones hechas en el periodo de la Nueva España sugieren que la fundación fue llevada a cabo por los mexicas el 13 de marzo de 1325, en una isla del lago de Texcoco, con el nombre de Cuauhmixtitlan y renombrada México-Tenochtitlan por Acamapichtli en 1376 como homenaje al caudillo Ténoch. Ese núcleo urbano se convirtió, con el tiempo, en la capital del Imperio mexica. El 13 de agosto de 1521, los mexicas fueron derrotados con la toma de la ciudad, a manos de los españoles y sus aliados indígenas al mando del conquistador español Hernán Cortés, acontecimiento que marcó el inicio de la época virreinal.[36]
En 1823, con la proclamación de la Primera República Federal, terminó de manera oficial el Primer Imperio mexicano (1821-1823), y el 18 de noviembre de 1824 el Congreso decidió crear un Distrito Federal (es decir, una entidad distinta a los demás estados) para albergar los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en un territorio que no perteneciese a ningún estado en particular, a fin de evitar la hegemonía de un estado sobre los demás de la federación. Gracias a fray Servando Teresa de Mier y a algunas otras personas que apoyaron su causa, Ciudad de México fue elegida como el lugar donde se concentrasen los poderes de la unión.[39]
En 1929, se extinguieron las libertades municipales del Distrito Federal.[40][41] Las progresivas modificaciones al estatus de la ciudad comenzaron en 1988 con la conformación de un órgano legislativo de elección popular (la Asamblea de Representantes del Distrito Federal); continuaron en 1997 con la elección de un poder ejecutivo propio (jefe de Gobierno del D. F.); y concluyeron en 2016 con la reforma política que redactó su propia constitución política (entró en vigor plenamente en 2018); este proceso político también concluyó otorgándole en la carta magna federal los mismos derechos y facultades de cualquier estado, pero que, considerando su categoría de capital de la república, conserva la denominación de entidad federativa; también se dejan de emplear los nombres México D. F. y Distrito Federal para usar únicamente el término Ciudad de México.[42][43]
Toma su nombre de la voz México que se encontraba en el nombre de la capital del Imperio mexica: México-Tenochtitlan. La Ciudad de México originó el nombre que a su vez designa el nombre del país (México) y de un estado dentro del país (Estado de México).
Su gentilicio más usado es «capitalino», que designa genéricamente a cualquier oriundo de una capital.[45] «Chilango» es un gentilicio informal cuya etimología hoy es incierta pero se sabe que tenía orígenes despectivos, sin embargo, hoy en día es poco frecuente que se considere así e inclusive capitalinos se sienten identificados con dicho gentilicio como una vez lo declaró el jefe de Gobierno del Distrito FederalMiguel Ángel Mancera.[46] «Defeño» fue un gentilicio que se originó de cuando era llamada el Distrito Federal (D. F.), ya que era producto del deletreo de su abreviación: de y efe, y del sufijo -eño;[47] su uso se mermó cuando se cambió de nombre en 2016,[48] por lo que su uso hoy en día es obsoleto.
Debido a que la raíz de México ya es utilizada como expresión de origen para todo el país de México (mexicano) y del Estado de México (mexiquense —oficializado en 1985—),[49] la Real Academia Española en 2001 creó uno nuevo: mexiqueño;[13] sin embargo, es prácticamente desconocido entre la población en general y no es utilizado en ninguna instancia oficial.[50]
Los indicios más antiguos de ocupación humana en el territorio de Ciudad de México son los de la «Mujer del Peñón» y otros encontrados en San Bartolo Atepehuacan (Gustavo A. Madero), y se creía que correspondían al período Cenolítico Inferior (9500-7000 a. C.).[51] Sin embargo, recientes estudios ubican su antigüedad en 12 700 años, y su origen, por su ADN mitocondrial, como asiático.[52]
Durante los primeros tres milenios antes de nuestra era, bajo el influjo o a la sombra de la cultura olmeca, se desarrollaron aquí varias poblaciones importantes como Cuicuilco. Hacia el final del Preclásico, la hegemonía cuicuilca cedía ante el apogeo de Teotihuacán, localizada al noreste del lago de Texcoco. Durante el Clásico esa ciudad fue un núcleo que concentró a la mayor parte de los pobladores de la cuenca lacustre, quedando Azcapotzalco como uno de sus satélites en la ribera poniente, ocupado por pueblos de ascendencia otomí. En el oriente del lago, el cerro de la Estrella fue la sede de un pequeño pueblo teotihuacano.
Hacia el siglo VIII comenzó la decadencia de Teotihuacán. Algunos de sus habitantes se trasladaron a la ribera del lago de Texcoco, donde fundaron pueblos como Culhuacán, Coyoacán y Copilco. La zona fue destino de las migraciones de los teochichimecas durante los siglos VIII y XIII, pueblos que originarían a las culturas tolteca y mexica. Estos últimos llegaron hacia el siglo XIV para establecerse primero en las orillas del lago.
Debido a su origen mitológico, no hay consenso científico sobre la fecha de la fundación de la ciudad de México-Tenochtitlan pero pudo ocurrir a inicios del siglo XIV.[53][54] Fuentes del siglo XVI que hicieron correlaciones de los antiguos calendarios con los occidentales la situaron en 1325[55] —2 casa en la cuenta calendárica mexica— o en 1345, en un islote al centro de la zona lacustre. Algunos años más tarde una fracción de los mexicas que migraban desde el norte del país habrían fundado la ciudad de México-Tlatelolco en otro islote al noroeste.[56] Más tarde, en 1428 Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan establecieron la Triple Alianza[57] la cual fue dominada por los mexicas que crearon un imperio en un territorio de cerca de 300 000 kilómetros cuadrados. Como parte de esta expansión, Tenochtitlan conquistó a la otra ciudad de origen mexica de Tlatelolco en 1473,[56] que dada su cercanía, se unieron en una sola zona urbana. Al momento de la llegada de los españoles, México-Tenochtitlan era una de las urbes más grandes del mundo antiguo contando, basado en estimaciones modernas, con un estimado de 300 000 personas.[58][59]
Conquista
Los españoles llegaron al territorio que actualmente es Ciudad de México por Iztapalapan, en julio de 1519. Siguieron su camino por la calzada de Iztapalapan hasta la capital tenochca[60] donde Hernán Cortés fue recibido por Moctezuma Xocoyotzin el 8 de noviembre de 1519. En 1520, Pedro de Alvarado (en ausencia de Cortés) arremetió contra los mexicas en la Matanza de Tóxcatl. Este hecho fue el punto por el que los mexicas iniciaron hostilidades contra los invasores europeos.
Durante la conquista Hernán Cortés tuvo como ayudante y traductora a Malintzin, conocida como La Malinche, quien le ayudó a comunicarse con los aztecas.
En sustitución de Moctezuma quien fue linchado por su pueblo tras ser obligado por los españoles a convencerlos de cesar las hostilidades, Cuitláhuac fue elegido tlatoani de México-Tenochtitlan, encabezando la resistencia contra la ocupación española, derrotó a los invasores y sus aliados indígenas el 30 de junio de 1520 en el episodio conocido como «La Noche Triste». Por aquella época también tuvo lugar una desastrosa epidemia de viruela, que cobró miles de vidas, entre ellas la del propio Cuitláhuac. Como sustituto de Cuitláhuac fue elegido Cuauhtémoc, quien enfrentó el asedio de los españoles aliados con los indígenas del valle de Puebla-Tlaxcala.
Cuauhtémoc se rindió luego de múltiples derrotas de los mexicas y tlatelolcas a manos de la epidemia de viruela y el hambre, el 13 de agosto de 1521 al ser capturado en Tlatelolco.
Época virreinal
En 1521, Cortés decidió establecer en la antigua Tenochtitlan la capital de la Nueva España, por lo que ordenó su reconstrucción ya que había sido destruida durante la guerra de conquista. Entretanto se reconstruía, estableció el gobierno español en la población de Coyoacán, al sur del lago de Texcoco. Desde allí gobernó provisionalmente con el título de capitán general que le ratificó el emperador Carlos V. Desde esta población de Coyoacán partieron las expediciones de conquista de lo que había sido el imperio mexica, con el propósito de someter a los pueblos indígenas de los diversos rumbos de lo que sería el reino de la Nueva España. En 1528, fue establecida la Primera Audiencia de México, encabezada por Nuño de Guzmán y, en 1535, se estableció el virreinato de la Nueva España, siendo su primer virrey, Antonio de Mendoza, quien continuó con la expansión territorial de la conquista española.[61]
Los pueblos situados alrededor del lago (como Tacuba o Xochimilco) fueron frecuentemente entregados en encomiendas en el siglo XVI, pero paulatinamente pasaron a depender solo de los oficiales del rey. La Ciudad de México se dividió en barrios (que se asentaron sobre las estructuras territoriales de los calpultin mexicas). Estos barrios de indios estaban situados originalmente en la periferia, aunque con el crecimiento urbano y la migración por razones de trabajo, los límites fueron cada vez menos claros, y los indios llegaron a vivir en el centro de la ciudad. Al mismo tiempo tuvo lugar un proceso de asimilación cultural y educación de los naturales, en escuelas situadas en conventos y parroquias. Hubo una intensa campaña de educación de los indios, encabezada primero por los franciscanos, quienes además de la doctrina enseñaban artes y oficios. Los franciscanos también establecieron el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco para los hijos de la nobleza indígena, donde entre otros conocimientos avanzados, los alumnos aprendían el latín. A fines del siglo XVI este Colegio entró en decadencia.[62]
Durante el virreinato, Ciudad de México se llenó de suntuosas construcciones, ya fuera para el culto religioso, como edificios destinados a la administración, o bien, residencias de la élite, rodeada de barrios de clases humildes. La idea de las dos repúblicas —de indios y españoles—, fue desbordada por la realidad de una población mestizada, donde las categorías de español o indio no dependían únicamente del origen étnico. De ahí que no podamos hablar de la existencia de una «ciudad de españoles» rica, frente a una «ciudad de indios» pobre. Así, a finales del siglo XVIII, en las calles más céntricas de la ciudad:
«Ya que no disponemos de censos de esas fechas, podemos recurrir a otros documentos y así vemos las tendencias apreciables en los registros parroquiales del Sagrario, la Santa Veracruz y Santa Catarina, que señalan una clara mayoría de 56 % a 58 % de indios y castas (y de ellos eran más numerosos los primeros) sobre 44 % y 42 % de españoles. Y aún más expresivo es el hecho de que un siglo después la proporción se invirtiese para alcanzar 60 % de españoles en las calles más céntricas de la capital. Sabemos que no se puede pensar en una inmigración masiva de la península ibérica ni en una fecundidad exuberante de las mujeres españolas. El hecho, que los documentos respaldan, es que los párrocos no prestaban atención a las diferencias étnicas y que la flexibilidad en la consideración social permitía que se considerasen como españoles quienes apenas tuvieran algún remoto antepasado procedente de los reinos de Castilla.»[63]
Pilar Gonzalbo Aizpuru
La ciudad virreinal fue víctima de varias inundaciones (1555, 1580, 1607, 1629, 1707, 1714, 1806). Este hecho llevó a tomar la decisión de desecar la cuenca lacustre del Valle de México, por medio de la construcción de un canal de desagüe y un tajo, para drenar y dar salida a las aguas por el río Tula.
Independencia
Tras la ocupación francesa en la Península, el Ayuntamiento de México se declaró simpatizante de la creación de una Junta soberana que gobernara la Nueva España mientras durara la ocupación. Los miembros más radicales, como Francisco Primo de Verdad y Melchor de Talamantes, pensaban que la independencia debía ser definitiva. La Junta de México contaba con el apoyo del virrey José de Iturrigaray. Sin embargo, un movimiento reaccionario puso presos a los miembros del ayuntamiento en 1808 y consiguió la destitución del virrey.
Tras el inicio de la revolución independentista en Dolores, Guanajuato, el objetivo de las tropas insurgentes era la captura de la capital. Sus caminos los llevaron a las inmediaciones de Ciudad de México. Hidalgo y su ejército llegaron a San Pedro Cuajimalpa poco tiempo después de proclamar la independencia en Dolores. Derrotaron a los realistas en la batalla del Monte de las Cruces, y a pesar de ello, los insurgentes decidieron volver al Bajío sin tomar la capital.
A partir de entonces, el valle de México no volvió a ser objetivo militar de los independentistas, y se había convertido en la plaza fuerte del ejército realista. Hacia 1820, cuando la revolución popular estaba casi extinguida, Ciudad de México fue la sede de nuevos movimientos contra el gobierno virreinal. Esta vez, los conspiradores eran los mismos que habían logrado la destitución de Iturrigaray, que tras la aprobación de la Constitución de Cádiz vieron amenazados sus privilegios. Entre ellos estaba Agustín de Iturbide, quien selló un pacto (Plan de Iguala) con Vicente Guerrero (jefe de la revolución en el sur de México) y luego obligó a Juan O'Donojú a firmar los Tratados de Córdoba que declaran la independencia de México. El Ejército Trigarante entró triunfante a Ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, después Agustín de Iturbide es proclamado emperador del Primer Imperio Mexicano, por el congreso, coronándose en la Catedral de México.
Siglo XIX
Tras la independencia, Ciudad de México era capital del estado del mismo nombre. El 18 de noviembre de 1824 el Congreso decidió crear un distrito federal, entidad que albergaría los poderes federales. El territorio del Distrito Federal se conformó con Ciudad de México y otros seis municipios: Tacuba, Tacubaya, Azcapotzalco y Mixcoac, el 20 de febrero de 1837.
En esta época se vivió un período de luchas internas, dos invasiones extranjeras (la francesa y la norteamericana) y una guerra civil que terminó con el triunfo de los liberales y el gobierno de Benito Juárez.
Durante su régimen se implantaron Las Leyes de Reforma, las cuales planteaban un examen de las bases históricas y filosóficas de la sociedad mexicana. Negaban tanto el pasado indígena como el catolicismo europeo al promover la disolución de las asociaciones religiosas y la propiedad comunal indígena; proponían la separación de la Iglesia y el Estado; la desamortización de los bienes eclesiásticos y la libertad de enseñanza (disolviendo las órdenes religiosas que las monopolizaban).
Durante el siglo XIX, el Distrito Federal fue el escenario central de todas las disputas políticas del país. Fue capital imperial en dos ocasiones (1821-1823 y 1864-1867), y de dos Estados federalistas y dos Estados centralistas que se sucedieron tras innumerables golpes de Estado en el espacio de medio siglo antes del triunfo de los liberales tras la Guerra de Reforma. También fue el objetivo de una de las dos invasiones francesas a México (1861-1867), y ocupada por un año por las tropas estadounidenses en el marco de la Guerra de Intervención estadounidense (1847-1848).
Hacia finales del siglo XIX, en el marco del Porfiriato, el gobierno de México decide realizar numerosas obras urbanísticas que si bien tenían como centro de atención Ciudad de México, terminarían por afectar a todo el territorio del Distrito Federal. Entre ellas se encuentra la construcción del Gran Canal del Desagüe, iniciado hacia 1878 y terminado en 1910. Esta obra puso casi al borde de la extinción a los lagos que cubrían buena parte del territorio capitalino. Se introdujeron barcos de vapor para el transporte a través de los canales del valle, y tranvías para el transporte terrestre.
En 1910, comienza la Revolución mexicana triunfando en su primera etapa Francisco I. Madero y exiliando al presidente Porfirio Díaz, durante el breve periodo presidencial de Madero se sucede en la ciudad el hecho conocido como la «Decena Trágica» que fue un periodo de 10 días de combates que sacudieron a la ciudad en febrero de 1913, cuando un grupo de rebeldes encabezados por Bernardo Reyes, Félix Díaz y Manuel Mondragón —y parte del ejército mexicano— derrocaron y asesinaron al presidente Madero.
Motivado por conflictos políticos con sus adversarios y argumentando un mejor control de la administración,[64] el entonces candidato a la presidencia Álvaro Obregón envió el 18 de abril de 1928[65] a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa de ley de reforma al artículo 73 de la Constitución.[65] En ella propuso suprimir el régimen municipal en el Distrito Federal, con lo que las trece municipalidades existentes en su territorio desaparecieron y el gobierno pasó a mandato del presidente de la república, el cual administraría el territorio con un Departamento Central, y designaría a discreción el o la regente, el o la procuradora de justicia así como la intervención en la designación de los futuros delegados. La reforma fue aprobada por mayoría, con 185 votos a favor y 21 en contra[65] de la fracción del Partido Laborista Mexicano, liderada por Vicente Lombardo Toledano.[66] Dicho instituto político tenía en la época gran parte del control político de las municipalidades del distrito,[65] y uno de sus personajes relevantes, Luis N. Morones, buscaba como Obregón la presidencia.[65] La nueva Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales que determinaba estas nuevas disposiciones fue publicada el 20 de agosto en el Diario Oficial de la Federación y entró en vigor el 31 de diciembre de 1928,[64] sin que Obregón llegara a verla implementada ya que fue asesinado poco después de ganar la reelección, el 17 de julio.
Más tarde, en 1970, fue promulgada una ley que dividió la entidad en dieciséis delegaciones políticas cuyos pobladores estuvieron imposibilitados de elegir representantes y gobiernos locales hasta 1997.[cita requerida]
Con el período de apogeo económico conocido como «milagro mexicano» (décadas de 1950 y 1960), Ciudad de México vivió una época de urbanización sin precedentes en el país. Su población se duplicaba en menos de veinte años, y fue absorbiendo poco a poco a los poblados cercanos, hasta desbordarse del territorio del D. F. Fueron inauguradas numerosas obras públicas en ese período. Entre ellas se puede citar a la Ciudad Universitaria cuyos planes de construcción se remontan a 1929, cuando dos estudiantes de arquitectura presentan como tesis, un proyecto de Ciudad Universitaria. La zona en la que proyectaron su plan fue en Huipulco, también al sur de la Ciudad. Pero es hasta 1945, cuando por decreto se formula y aprueba una ley «sobre la fundación y construcción de Ciudad Universitaria». Otra construcción emblemática es el Estadio Azteca.
También a partir de 1950, Ciudad de México fue el escenario de numerosas expresiones de inconformidad contra el gobierno priista. En la década de 1950 tuvo lugar la protesta de los ferrocarrileros, que terminó con el encarcelamiento de varios de sus líderes (como Demetrio Vallejo).
En 1968, los estudiantes de numerosas escuelas públicas y privadas también iniciaron una serie de protestas que concluyeron con la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre, por el Ejército Mexicano. Tres años más tarde, el 10 de junio de 1971 una manifestación de estudiantes de la Escuela Normal Superior fueron atacados por el Gobierno, en lo que se conoce como Jueves de Corpus. El 19 de septiembre de 1985, Ciudad de México se vio gravemente dañada por un terremoto de 8,1 grados Richter. A partir de entonces, la sociedad civil capitalina comenzó a tomar cada vez más en sus manos el control de aquellos espacios que el Estado había dejado abandonados. Como resultado de lo anterior, en las controvertidas elecciones federales de 1988, el PRI fue derrotado ampliamente en el Distrito Federal por el FDN.
En la década de 1980 las peticiones de mayor representación política se incrementaron,[67] por lo que en 1987 se realizó una reforma constitucional que creó la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, que funcionó de 1988 a 1994. A partir de ese año otra reforma legal elevó el rango a Asamblea Legislativa del Distrito Federal y sus integrantes se convirtieron en legisladores.
En la etapa de los gobiernos anteriores, se aprobaron una ola de políticas liberales, convirtiéndose así en la primera entidad federativa de México en reconocer legalmente las uniones entre personas del mismo sexo. Esto ocurrió con la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia en la Asamblea Legislativa Capitalina en 2006 y posteriormente con la aprobación del Matrimonio igualitario en 2009. En abril de 2007 también se convirtió en la primera entidad federativa en despenalizar el aborto antes de las 12 semanas de embarazo,[68] ley que fue criticada en su tiempo por la Iglesia católica y por las organizaciones conservadoras.[69][70]
El 29 de enero de 2016, se promulgó y publicó el decreto de reforma constitucional por la que el Distrito Federal dejaba de existir para convertirse, a partir del día siguiente, en una entidad con plena autonomía dentro de la federación bajo el nombre de Ciudad de México; continuará conservando el carácter de capital de la República y seguirá albergando los poderes de la unión.[71] Este cambio a ciudad-estado es similar a la existente organización territorial de las capitales de otros países, tales como Alemania o Austria.[72][73]
Algunos de los cambios más relevantes de esta nueva designación son:[74][75]
La Ciudad de México será la entidad (no estado) federal número 32 y se mantendrá como la capital del país.
Podrá contar con su propia constitución política, que deberá ser promulgada a más tardar el 31 de enero de 2017. Para ello necesitará una asamblea constituyente que será votada el primer domingo de junio de 2016 y se instalará el 15 de septiembre del mismo año.
Las delegaciones políticas desaparecerán y se crearán las demarcaciones territoriales, mismas que serán encabezadas por un alcalde y un cabildo integrado por 10 concejales elegidos democráticamente.
La Asamblea Legislativa dejará de existir para convertirse en un congreso local, mismo que podrá aprobar o rechazar reformas constitucionales. Anteriormente, la Asamblea Legislativa estaba excluida de votar los cambios a la Constitución Federal.
La Ciudad de México tendrá acceso a fondos federales para estados y municipios, se encargará de vigilar que se administren en las demarcaciones territoriales. De igual forma, tendrá plena autonomía en materia presupuestal y de endeudamiento.
A diferencia de los estados, el gobierno federal mantendrá la responsabilidad del financiamiento a la educación y servicios de salud de Ciudad de México.
El Ministerio Público de la Federación se organizará en una Fiscalía General de la República como órgano público y autónomo. Asimismo, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal se convertirá en el Poder Judicial de la Ciudad de México.
El procurador de justicia y el jefe de la Policía serán designados por el jefe de Gobierno y ya no por el presidente de la República.
La Ciudad de México tendrá un Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica y sus datos serán considerados oficiales.
Los salarios no podrán ser inferiores al mínimo para los trabajadores del resto de las entidades federativas.
Originalmente buena parte del territorio de la actual Ciudad de México fue ocupado por el sistema de lagos de la cuenca de México. Esta se formó hace más de un millón de años con la aparición de la sierra de Chichinauhtzin, que represó a los ríos que corrían hacia el sur y produjo que las aguas se acumularan formando un gran lago; posteriormente, la cuenca fue abierta por obra del ser humano a través de la construcción de los tajos de Huehuetoca y Nochistongo, en el Estado de México, para desviar al río Cuautitlán que era el que causaba las inundaciones en aquella época. La decisión de desecar el sistema lacustre fue tomada durante la época virreinal. Aunque estas obras se realizaron como consecuencia de la inundación de 1629, fueron incapaces de evitar que Ciudad de México se anegara en repetidas ocasiones entre los siglos y XVIII.
A partir de la construcción de las grandes obras que tenían como propósito la desecación de los lagos, la cuenca de México quedó integrada artificialmente por medio tanto del Gran Canal del Desagüe como por el río Cuautitlán, a la cuenca del río Moctezuma, que forma parte de la región hidrológica del río Pánuco. La explotación de los recursos hídricos con propósitos de consumo humano e industrial provocaron la desaparición de los manantiales de las zonas aledañas. Durante el siglo XIX, desaparecieron los manantiales de Chapultepec. En el siglo XX, muchos de los manantiales de Xochimilco y Atlapulco fueron canalizados para abastecer de agua al centro de la ciudad hasta su agotamiento. Desde de la década de 1980, los canales de Xochimilco, Mixquic y Tláhuac son alimentados con aguas tratadas de la planta del cerro de la Estrella.
El agua de los ríos que aún bajan a Ciudad de México es conducida al lago de Texcoco o al Gran Canal del Desagüe para ser drenada hacia el golfo de México, a través del sistema Tula-Moctezuma-Pánuco. Los únicos cursos de agua que sobreviven en la entidad federativa nacen en la sierra de las Cruces o en el Ajusco, y son de poco caudal. Muchos de ellos corren entre barrancas que han sido ocupadas por asentamientos humanos, lo que pone en peligro tanto a los habitantes como a los ecosistemas asociados al río. Ejemplos de estos ríos son: San Joaquín, Tacubaya, San Ángel, Barranca del Muerto, Los Remedios, Río Hondo, Mixcoac, Magdalena, etc. El más largo de estos ríos es el Magdalena, que corre por el área protegida de Los Dínamos, antes de ser entubada y desembocar en el río Churubusco.
Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el territorio de la Ciudad de México se localiza en la provincia geológica de lagos y volcanes del Anáhuac. El límite norte de Ciudad de México está dado por la sierra de Guadalupe del que forma parte el cerro del Tepeyac. Hacia el centro oriente de la ciudad se localiza la sierra de Santa Catarina, una cadena de volcanes apagados cuyo punto más alto es el volcán de Guadalupe o El Borrego, que se eleva a 2780 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar). En algunas descripciones de la geografía capitalina se suele incluir al cerro de la Estrella como parte de la sierra de Santa Catarina.
La planitud del valle de México, en el que se asienta la mayor parte de los habitantes de la Ciudad de México solo es interrumpida por pequeñas lomas y cerros, de los cuales destacan el Peñón de los Baños, localizado cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Más al sureste, en la salida a Puebla, se levanta el Peñón Viejo.
En el poniente de la ciudad se levanta el cerro de Chapultepec. Es un pequeño monte que marca el inicio de las serranías que recorren desde el oeste hasta el sureste de la Ciudad de México, y separan al valle de México de los valles de Toluca y de Morelos. La sierra de las Cruces es parte de ese sistema, de ella bajan la mayor parte de los ríos que aún surcan la Ciudad de México.
Al oriente de la sierra de las cruces se encuentra el volcán Ajusco, que es la cumbre más elevada de la Ciudad de México, y da su nombre a la serranía que cierra la cuenca de México por el sur. Está cadena montañosa pertenece al Eje Neovolcánico y también recibe el nombre de sierra de Ajusco-Chichinauhtzin. Entre otros, forman parte de ella los volcanes Xitle, Chichinauhtzin, Tláloc y Teuhtli. La serranía del Ajusco aloja varios valles de tierra fría en los que sus pobladores practican la agricultura de trigo, avena y maíz. De ellos los más importantes es la meseta donde se asienta Parres, en Tlalpan; y el valle de Milpa Alta, que sube desde Tecómitl hasta San Pedro Atocpan, entre las faldas de los volcanes Teuhtli y Tláloc.[79]
La zona urbana presenta 18.3 °C de temperatura media, con temperaturas máximas superiores a 28 e incluso superando los 30 °C en algunos días del final de la primavera; en algunos días del invierno las temperaturas bajan a 0 °C en el centro histórico de la ciudad y a −10.8 °C en zonas periféricas.[80]
La temporada húmeda en la ciudad abarca de mayo a noviembre, si bien la pluviosidad es mayor entre los meses de junio y agosto. El patrón de las lluvias indica que son más abundantes mientras mayor sea la altitud de un sitio. Por ello, las partes bajas cercanas al vaso del lago de Texcoco suelen ser más secas que las cumbres del Ajusco. De igual manera, la altitud condiciona la temperatura y los ecosistemas en la Ciudad de México. La zona que comprende el norte de Iztapalapa, los territorios de Iztacalco y Venustiano Carranza y el oriente de Gustavo A. Madero es la región más seca y templada.
Parámetros climáticos promedio de Ciudad de México (Tacubaya), normales 1991–2020, extremos 1877–2024
En la ciudad pueden ocurrir fenómenos meteorológicos extremos, como granizadas, que habitualmente se presentan entre mayo y septiembre con una frecuencia anual promedio de nueve episodios,[86] y pequeños tornados, que pueden ocurrir cada cierto tiempo.
Nevadas
Las nevadas eran un fenómeno invernal que se presentaba con frecuencia hasta la década de 1920. El período entre 1878 y 1895 se caracterizó por la presencia de inviernos fríos,[87] en los cuales nevó en todos los años excepto en 1880.[87] A raíz de la casi extinción del lago de Texcoco y del crecimiento de la ciudad y con ello la isla de calor urbano, que causan mayores temperaturas y que ya no se presente el fenómeno de nevada por efecto lacustre, la probabilidad de que una nevada vuelva a ocurrir es prácticamente nula. La última nevada en la ciudad ocurrió en 1967, cuando la población era de 7 millones de habitantes.[88]
Compilado histórico de algunas nevadas importantes y nevascas en Ciudad de México en los siglos XIX y XX
El avance de la mancha urbana ha puesto en peligro a todos los ecosistemas que existieron en el valle de México. Los primeros en padecer la depredación por el género humano fueron los lagos. Asociados a ellos existieron arboledas de ahuejotes, una especie endémica de los lagos de México. También eran además el hogar de numerosas especies acuáticas, como el axolote o las garzas, que fueron perseguidas hasta su desaparición del valle de México.
De las montañas desaparecieron todas las especies mayores de mamíferos, especialmente los venados y algunos géneros de cánidos que fueron cazados para comercializar la carne o para defender el ganado. En las laderas y cuevas de los cerros se refugian especies más pequeñas, como los murciélagos, varios géneros de roedores y serpientes ponzoñosas y otras inofensivas.
Hacia la década de 1980, la situación ambiental de la Ciudad de México estaba al borde del desastre ecológico. El crecimiento de la actividad industrial hizo de la atmósfera de la otrora «región más transparente del aire» (según la frase de Alexander von Humboldt) una de las más contaminadas del planeta. El problema del abasto de agua se hizo más evidente, puesto que la ciudad no cuenta con fuentes propias y suficientes del líquido, y la demanda de la población y la industria superaban la oferta. El estudio actual de las fuentes de abastecimiento de agua para la Ciudad de México cobra así mucha importancia.[97]
Entre las primeras medidas que se tomaron para aliviar un poco la situación estuvo la introducción de un sistema de medición de la calidad del aire (conocido como IMECA). Los resultados de la medición señalaban que la polución del aire podría acarrear problemas graves de salud a los habitantes de la capital. Por ello se tomaron medidas complementarias destinadas unas a la reducción de contaminantes atmosféricos, y otras a la recuperación ecológica de la Ciudad de México. Por ejemplo, se implementó el programa Hoy no circula, para que las personas dejaran de usar sus automóviles una vez a la semana (dos, en los días que hubiese contingencia ambiental).
Como complemento de lo anterior, se recuperaron algunas regiones no urbanizadas de la Ciudad de México. En 1986, más de la mitad del territorio capitalino fue declarado Área de Reserva Ecológica por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado. En años posteriores se emitió igual declaración para otras zonas del D. F. A pesar de todo ello, la presión de la urbe mantiene en peligro las zonas protegidas de la Ciudad de México.
La aceleración de la gravedad en la Ciudad de México (incluyendo la Zona Metropolitana) es de 9,78 m/s².
Mapas geográficos del Distrito Federal
Relieve
Hidrología
Climas
Bosques y parques
Vista del lago de la primera sección del Bosque de Chapultepec y la zona de Polanco.
Canales de Xochimilco, declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987.
La Ciudad de México cuenta con diversos parques y bosques, algunos de ellos clasificados como reserva natural protegida. Algunos de los principales parques y bosques ubicados en la Zona Metropolitana de Ciudad de México son los siguientes:
1La tasa de crecimiento es la observada entre un censo y el anterior.
El territorio de la actual Ciudad de México ha sido históricamente una de las zonas más pobladas del país. Hacia principios de la época independiente, la mancha urbana de la ciudad se hallaba restringida más o menos a lo que hoy es la demarcación territorial de Cuauhtémoc. A principios del siglo XX, cuando Porfirio Díaz gobernaba México, las élites del Distrito Federal comenzaron una migración hacia el sur y el poniente. Pronto, pueblos como Mixcoac, la colonia Del Valle o San Ángel se convirtieron en sitios de recreo o descanso, gracias a los miembros de las clases altas de la ciudad. La tendencia de las clases acomodadas a trasladar su residencia al poniente de la ciudad se reforzó a lo largo de todo el siglo XX.
En los terrenos que fueron ganados al lago a causa de la desecación de la cuenca, se habilitaron nuevos fraccionamientos habitacionales, llamados colonias, con el propósito de dar cabida en ellas a los miembros de las clases medias y bajas. La primera de ellas fue la colonia Doctores. A ella siguieron otras como la colonia Obrera y la colonia Morelos —destinadas a la clase popular—, y la colonia Roma y la colonia Juárez —ocupadas por la burguesía porfiriana—.
En la década de 1950, el área urbana del Distrito Federal comenzó a desbordarse del territorio de las delegaciones centrales[101] hacia los terrenos desocupados de las delegaciones periféricas. En el transcurso de las décadas siguientes, la población de la Ciudad de México se multiplicó por dos en intervalos de veinte años, más o menos. El crecimiento se explica por la alta concentración de la actividad económica industrial en el valle de México. La concentración económica en el Distrito Federal estimuló la inmigración proveniente de los estados de la República, especialmente de estados pobres como Puebla, Hidalgo, Oaxaca y Michoacán.
Hacia la década de 1980, el Distrito Federal era la entidad más poblada de México. Tras el sismo de 1985, buena parte de la población de las delegaciones más afectadas se fue a residir a las delegaciones del sur del Distrito Federal. En 1990, la mancha urbana de la ciudad ocupaba una superficie mayor que en el censo anterior, con una población más reducida. A partir de entonces, la Ciudad de México, como entidad federativa únicamente, dejó de ser la entidad más poblada de México.[102]
Como consecuencia del crecimiento demográfico del Distrito Federal, en la década de 1970 los municipios mexiquenses aledaños al Distrito Federal quedaron conurbados a la zona urbana. Su integración en la zona metropolitana está relacionada con su condición de zonas industriales, lo que atrajo a buena parte de los migrantes que llegaron al valle de México por aquella época. En 1990 se definió que la ZMCM abarcaba las dieciséis delegaciones del Distrito Federal más treinta y ocho municipios del Estado de México. Más recientemente, con el apoyo del gobierno local, los gobiernos estatales de México e Hidalgo y el gobierno federal definieron la Zona Metropolitana de la Ciudad de México como el área urbana formada por las 16 delegaciones del Distrito Federal, 40 municipios conurbados del Estado de México y uno del estado de Hidalgo.[103]
Esta definición es positiva en el sentido de que todos los municipios están conurbados o cumplen con los requisitos de integración económica y social. También se aprobó la definición de la Zona Metropolitana del Valle de México, integrada por otros 18 municipios del Estado de México (en total 58), como definición normativa, es decir, integrada por algunos municipios que todavía no se han conurbado pero que, dada la dinámica de crecimiento poblacional y geográfico, quedarán integradas en el futuro próximo.[104]
Grupos étnicos
La mayor parte de los habitantes de la ciudad son mestizos (población con ascendencia mixta: europeo e indígena). A pesar de que en números relativos la población indígena no representa más del uno por ciento del total de la población capitalina, la Ciudad de México es el ámbito de población amerindia más amplio de México y de América, con más de 360 000 indígenas de casi todas las etnias del país. El mayor de los grupos étnicos que habitan en la Ciudad de México es el de los nahuas.[cita requerida] Otros grupos indígenas que habitan en ella no son nativos de la región. Las comunidades indígenas migrantes más amplias de la Ciudad de México son los mixtecos, los otomíes, los zapotecos y los mazahuas, aunque se encuentran también los tlahuicas, los purépechas y grupos de origen maya. Las demarcaciones territoriales con el mayor número de indígenas son: Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Cuajimalpa.[cita requerida]
Suele ocurrir que las generaciones de indígenas nacidos en la Ciudad de México se asimilen a la cultura cosmopolita dominante, aunque en las dos últimas décadas se observan movimientos reivindicativos de las culturas indígenas capitalinas. La mayor parte de los indígenas que viven en la Ciudad de México ha abandonado el uso de su lengua vernácula y la reserva para ciertos ámbitos de la vida doméstica,[105] a excepción de ciertas zonas de la demarcación territorial Milpa Alta, como Santa Ana Tlacotenco, en donde es una lengua usual paralela al español.[106][107]
Según el Censo General de Población y Vivienda 2020, 2,03 % de la población de la ciudad se identificaba como negro, afromexicano u afrodescendiente.[108]
Producto de la inmigración de origen internacional, la Ciudad de México también alberga la mayor parte de los extranjeros que radican en México. Las comunidades más amplias son los españoles, estadounidenses, argentinos, colombianos, franceses, italianos, chinos, coreanos, alemanes, libaneses, guatemaltecos, rusos, griegos, peruanos, turcos, cubanos, armenios y polacos, que forman el resto de la población capitalina con un menor porcentaje.[cita requerida]
Como en todo el país, el idioma dominante y oficial en la Ciudad de México es el español, hablado por la mayoría de los habitantes, aunque también se consideran lenguas originarias de la capital el náhuatl y el otomí.[cita requerida]
El idioma náhuatl es la lengua originaria más hablada en la capital del país y la que se hablaba mayoritariamente en la época anterior a la conquista española. Fue lingua franca cuando la capital mexica se llamaba México-Tenochtitlan. Actualmente solo se habla en las demarcaciones territoriales de Milpa Alta y Xochimilco.[cita requerida]
La segunda lengua originaria que sobrevivió a la conquista y al proceso de urbanización fue el otomí. Esta lengua aún la hablan algunos nativos capitalinos en la demarcación territorial de Cuajimalpa.[cita requerida]
La gran diversidad étnica en la Ciudad de México deriva en una gran diversidad lingüística de todo el país. En la capital de México se hablan una gran diversidad de lenguas indígenas, entre las que destacan el mixteco (pueblo mixteco, Guerrero-Oaxaca-Puebla), el zapoteco (Tehuantepec, Oaxaca, Puebla, Guerrero y Veracruz) y el idioma mazahua (pueblo mazahua, procedente del Estado de México), entre otras. Estas lenguas indígenas y sus variantes, a pesar de ser lenguas nacionales, llegaron a la Ciudad de México por la migración de comunidades indígenas hacia la capital del país. Por consiguiente, puede decirse que México es uno de los países con mayor diversidad lingüística e intercambio cultural y, por eso, la ciudad es sinónimo de intercambio cultural y lingüístico. Prácticamente todas las lenguas indígenas de México se hablan en la Ciudad de México.[cita requerida]
Existen otras lenguas que se hablan en la Ciudad de México. Estas lenguas no tienen estatus de lengua nacional pero sí se enseñan y se hablan en sus comunidades. El inglés es la lengua más hablada y más estudiada después del español; le siguen el francés, el alemán, el italiano, el árabe, el chino, el japonés, el catalán, el vasco, el portugués, el romaní, el ruso, el yidis, el quechua y el hebreo.[cita requerida]
La mayor parte de los capitalinos son creyentes de la religión católica,[110] siendo en 2010 7 299 242 personas las que admitieron dicho credo. Aunque a efectos de la pregunta expresa de cuál es la religión que practican, muchos suelen decir que son creyentes, lo cual significa que se consideran adeptos al catolicismo, pero no son practicantes regulares. Las asociaciones religiosas existentes son 1 177; 760 son católicas y 417 de otros credos y existen 25 052 ministros de dichos cultos.[110]
La Basílica es el recinto dedicado a la Virgen María más visitado del mundo. Aproximadamente 27 millones de feligreses visitan este santuario cada año, de los cuales alrededor de 9 millones de peregrinos acuden en la fecha de festejo a la Virgen de Guadalupe (12 de diciembre).[cita requerida]
La composición de creyentes en la Ciudad de México está compuesta de esta forma:
Religión
Población
Católica
7 400 242
Protestante/ Pentecostal/ Cristiana/ Evangélica
660 077
Protestante histórica o reformada (anabaptista, menonita, iglesia del Nazareno, metodista, presbiteriana y otras)
18 062
Bíblica diferente de la religión evangélica (adventistas, mormones, Testigos de Jehová
121 151
Ninguna
599 450
Otras
119 671
En paralelo a los cultos y religiones anteriores, han florecido en la capital mexicana otros menos ortodoxos, que recogen tradiciones populares no reconocidas como religión. Entre ellos está el culto a la Santa Muerte, que tiene su centro en la zona de Tepito y La Merced. Hay practicantes de santería de origen afroantillano, así como chamanismo, procedente principalmente de Oaxaca y de Veracruz.[cita requerida]
De acuerdo con los artículos 44 y 122 de la Constitución federal, y luego de la reforma política de 2016 (que derivó en la promulgación de su propia constitución), como sede de los poderes de la Unión, la Ciudad de México tiene un estatus distinto al de los estados de México. Posee los mismos derechos y facultades que cualquier estado pero, considerando su categoría de capital de la república, conserva la denominación de entidad federativa.[14][43]
El Distrito Federal se creó en 1824 con el territorio correspondiente a un círculo cuyo centro era el Zócalo y tenía un radio de dos leguas. En 1898, se fijaron los límites entre los estados vecinos y el Distrito Federal. A partir de entonces, el perímetro capitalino no ha sufrido grandes modificaciones, salvo pequeños cambios en el lindero oriental, realizados no sin el disgusto de algunas comunidades de la zona, que pasaron a formar parte del Estado de México. A la Ciudad de México, al albergar los poderes federales y el asiento de órganos de autoridad local, se le reconocía una doble naturaleza; de ahí la permanente ambivalencia para referirse a ella, ya fuera como Ciudad de México o Distrito Federal, e incluso la combinación de ambos con el término México, D. F.
El asiento de los poderes federales en la Ciudad de México se admitió en el Constituyente de 1857 como una fórmula transitoria; se trató de una transacción a la que se llegó en el seno de esa asamblea. La segunda parte del artículo 44 determina la posibilidad teórica del traslado de los poderes federales a otro sitio, por decreto del Congreso de la Unión, e implicaría que la Ciudad de México se convirtiera en un estado. La evolución histórica de su estatus político ha estado ligado a los cambios políticos del país. Por lo anterior, entre 1927 y 1997, el presidente de la República ejercía la administración de la entidad a través del Departamento del Distrito Federal, que era encabezado por un regente. En 1993, el estatus del entonces Distrito Federal se modificó con la aprobación del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal,[111] que reconoció a los capitalinos el derecho a la elección de sus representantes a una Asamblea de Representantes del Distrito Federal.
Este órgano funcionó entre 1991 y 1997, cuando fue reemplazada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF). En 1997, fecha en la que entró en funciones la primera legislatura de la ALDF, los capitalinos también pudieron elegir por sufragio universal al jefe de Gobierno del Distrito Federal, elección que se realiza cada seis años, en la misma fecha que la del presidente de México. No obstante, bajo el esquema de territorio de la federación, todavía tiene facultades limitadas y sus decisiones están sujetas al veto presidencial o del Congreso de la Unión.[14][43]
La reforma política, que concluyó en 2016, había planteado la posibilidad, a través de modificaciones a la Carta Magna, de reformar el estatus político del entonces Distrito Federal, por las cuales el actual Estatuto de Gobierno sería sustituido por la Constitución de la Ciudad de México en el año 2018 y desaparecerían las delegaciones políticas para que se conviertan en Demarcaciones Territoriales, mismas que serían controladas por un gobierno de la nueva entidad federativa; que en gran medida solo dejaría de emplear los nombres «México, D. F.» y «Distrito Federal», para usar únicamente el término «Ciudad de México»; descentraliza el gobierno y amplía facultades de supervisión y consulta a los entes gubernativos de las demarcaciones, sin restituir los municipios, y en cambio creando alcaldías compuestas por un ente ejecutivo (alcalde) y un cuerpo colegiado deliberativo (concejales).[112][113][114][115]
Traslado
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la Ciudad de México es el asiento de los poderes de la Federación. Sin embargo, también dispone que la residencia de los mismos puede trasladarse a cualquier otra parte del país, si así lo determina el Congreso de la Unión. En tal caso, la Ciudad de México se convertiría en un estado en igualdad de condiciones con respecto a los otros estados de la Unión y con los nuevos límites territoriales que el Congreso le asigne.[116]
Sin embargo, desde la década de los ochenta han florecido pequeños movimientos que pugnaron por la erección del Distrito Federal en el estado treinta y dos de la Unión mexicana. Estos movimientos han sido retomados por los partidos políticos, especialmente los de izquierda. Por ejemplo, el Partido Popular Socialista en 1986 presentó una de las primeras propuestas para convertir al Distrito Federal en el estado del Anáhuac.[117]
En lo que respecta al Congreso de la Unión, la Ciudad de México es representada en igualdad de condiciones que cualquier otro estado. En el Senado, es representada por tres senadores, dos electos por mayoría relativa y uno asignado a la primera minoría, y en la Cámara de Diputados, por el número de distritos acorde a su tamaño poblacional. Después de las elecciones de 2021, en la Ciudad de México se renovaron a los 24 diputados representantes de los 24 distritos electorales federales que le corresponden a la capital del país.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México es el titular del poder ejecutivo de la entidad. Es elegido mediante voto directo y universal. Una vez electo, entra en funciones el 5 de diciembre del año de la elección. Su cargo dura un periodo de seis años, sin posibilidad de reelección; ni siquiera en el caso de haberlo desempeñado como interino, provisional o sustituto. El cargo solo es renunciable por causa grave, que deberá ser calificada por el Congreso local. En caso de muerte, destitución o renuncia, asume de manera inmediata y provisional el cargo, el secretario de gobierno, después, con las reservas que contempla la constitución local, corresponde al Congreso nombrar un sustituto o interino.
La vigente Constitución local prevé dicho cargo en su título quinto, capítulo segundo, y es abordado por los tres apartados, y diversos puntos e incisos, que componen el artículo 32. En ellos se especifican las obligaciones, facultades, requisitos y restricciones al cargo; especificaciones que van desde el mando de la fuerza pública de la Ciudad (policía local y guardia nacional adscrita); la titularidad de las políticas económica, desarrollo social y de seguridad pública; la promulgación y ejecución de las leyes emitidas por el poder legislativo; proponer nombramientos a cargos que requieren aprobación del Congreso o el Tribunal Superior de Justicia, y diversas prerrogativas concedidas en otros artículos de la misma carta magna y las leyes locales.[118][121]
El jefe de Gobierno es la cabeza de la administración pública local y es auxiliado por un gabinete compuesto por varias secretarías, dependencias locales, organismos descentralizados y direcciones generales, los cuales tienen a su cargo diversas carteras de interés público, además de distintos asesores adscritos a la oficina de la jefatura de Gobierno.[122][123]
El Congreso de la Ciudad de México es el órgano depositario del poder legislativo en esta entidad federativa. Conformada como asamblea unicameral, se compone de 66 diputados, de los cuales 33 son electos por medio del voto popular y 33 por el principio de representación proporcional. Sus integrantes son electos por voto universal bajo los dos principios ya mencionados; los primeros de forma directa y los otros de acuerdo al sistema de listas plurinominales que establece la ley federal. La duración del cargo es de tres años con opción a una reelección inmediata, siempre y cuando sea representando al partido o coalición que postuló originalmente al diputado. Por cada diputado titular se elige un suplente; siendo este quien suplirá las ausencias temporales o definitivas de su compañero de fórmula.[124]
La constitución federal contempla este órgano en el artículo 122; en tanto que la carta magna local lo aborda en los tres artículos que componen el Capítulo II del Título V. En dicha sección se detallan las facultades, obligaciones, derechos, prerrogativas, requisitos y restricciones del cuerpo legislativo, que en términos generales están enmarcadas en aquellas políticas en las que la entidad es autónoma (régimen interno, presupuesto, ingresos, desarrollo social, seguridad pública, procuración e impartición de justicia —que no estén contempladas en el orden federal—) y que no estén adjudicadas en exclusividad al Congreso de la Unión.[125][126]
El poder judicial de la Entidad está integrado por el Tribunal Superior de Justicia (que cuenta con una Sala Constitucional), un Consejo de la Judicatura y los juzgados locales y tribunales especializados. Sus fundamentos se encuentran en el Título III, Capítulo III (abarcando seis apartados del artículo 35) de la Constitución Política de la Ciudad de México y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Ciudad de México. La administración, vigilancia y disciplina del poder judicial, con excepción del Tribunal Superior de Justicia, está a cargo del Consejo de la Judicatura. En este poder y su conjunto de órganos, se deposita la facultad de impartir justicia en todos los aspectos institucionales de la ciudad; la aplicación de las normas y principios jurídicos en la resolución de conflictos; y en todos los ámbitos de la aplicación del derecho y la interpretación de las leyes en la sociedad (civil, penal, constitucional, mercantil, laboral, administrativo, fiscal, procesal, etcétera), siempre y cuando ninguno este contemplado en exclusividad para el poder judicial federal.[127][128]
La Ciudad de México se divide internamente en 16 demarcaciones territoriales. Cada demarcación goza de autonomía en su capacidad para elegir a su propia alcaldía (equivalente a los ayuntamientos en los municipios, aunque con menores atribuciones), la cual es responsable, en la mayoría de los casos, de proveer todos los servicios públicos que requiera su población. La alcaldía es encabezada por un alcalde, elegido cada tres años. Cada demarcación posee un órgano colegiado denominado Concejo, integrado por concejales de mayoría relativa y representación proporcional en función de su tamaño poblacional.
La constitución local estableció en el capítulo VI del Título III la denominación oficial de demarcación territorial para las unidades administrativas en que se dividiría la ciudad, por lo cual la figura de delegado fue remplazada por la de alcalde. Dicho capítulo es el que describe las facultades y responsabilidades de las alcaldías, confiriéndole especialmente la administración de los servicios públicos más básicos (seguridad pública, agua potable, drenaje, alumbrado, panteones, mercados, parques, obra pública menor, servicios de limpieza, uso de suelo, desarrollo urbano y/o comunitario, transporte público, etc.), la acción legislativa de los concejales para ese fin, el cobro de impuestos a dichos servicios y cualquier otra facultad que le otorgue la constitución local, la ley orgánica de alcaldías y los reglamentos administrativos. La ley orgánica específica la estructura y organización política para cada demarcación y su correspondiente alcaldía de acuerdo a ciertas disposiciones[129][130]
También se les faculta para coordinar su organización con aquellos municipios del Estado de México con los que constituyen, de acuerdo con la categorización del INEGI, la Zona metropolitana del valle de México. Cada demarcación territorial está integrada por pueblos, barrios y colonias, todas equivalentes a las localidades que son las poblaciones comunes en los estados. Pueblos y barrios son denominaciones que corresponden a unidades vecinales de gran antigüedad, algunos de ellos datan de la época prehispánica. Las colonias nacieron a partir de la expansión de la zona urbana de la Ciudad de México en los terrenos aledaños.
La Ciudad de México ha sido, durante buena parte de la historia del México independiente, su principal centro económico. En el siglo XIX, las municipalidades periféricas de la entidad poseían una economía basada en la agricultura y el comercio de los bienes producidos por esta actividad y otras manufacturas complementarias. Tanto los productos agropecuarios como los obrajes eran bienes de consumo cuyo principal punto de comercio era Ciudad de México. Esta, por su carácter de capital nacional, se especializaba en la prestación de servicios asociados a la administración pública. Algunos de sus habitantes también eran trabajadores agrícolas, pero casi todos ellos estaban concentrados en los sectores de servicios y la incipiente industria.
Durante el siglo XIX, las principales actividades industriales en el Distrito Federal fueron las ramas textil y papelera. A finales de ese siglo, durante el gobierno porfirista se introdujeron telares mecánicos en fábricas como La Magdalena o La Fama,[134] en tanto que la producción papelera florecía en Peña Pobre y Loreto. La industria capitalina se transformó hasta bien entrado el siglo XX, cuando se promovió un modelo de sustitución de importaciones.[135]
Entre las décadas de 1950 y 1980, el Distrito Federal llegó a producir hasta el 36 % del PIB nominal nacional.[136]
Desde entonces, el Distrito Federal ha disminuido su peso específico en el PIB nacional. A principios del siglo XXI, solo representaba el 25 % del total y en 2020 se redujo al 15.8 %,[137] esto, debido no a una disminución del potencial productivo del D. F. (que sigue siendo la primera economía del país), sino, en gran medida, por la descentralización del desarrollo económico y el crecimiento de varios estados.
Igualmente, el Distrito Federal daba empleo al 45 % de los trabajadores de la industria manufacturera de México en 1980, pero, una década más tarde, la proporción había caído hasta el 33 %. De las quinientas empresas más importantes del país, en 1982 albergaba a 257 de ellas. Siete años más tarde, solamente permanecían en la capital mexicana 145.[138]
El retroceso de la actividad industrial en el Distrito Federal implicó, por una parte, el crecimiento en términos relativos de los ingresos aportados por el sector terciario (de servicios), y por otra parte, también se reflejó en el crecimiento de la economía informal en la ciudad. A pesar de todos esos retrocesos, después de la crisis de la economía mexicana de las décadas de 1980 y 1990, el Distrito Federal fue una de las pocas entidades federativas cuya participación en el PIB nacional mejoró. Pasó de 21 % en 1988 a 23 % en 1996. Además, el ingreso per cápita se incrementó, debido en parte a la contracción demográfica resultado del terremoto de 1985.[139]
En 2004 produjo el 20,52 % del producto interior bruto (PIB) nacional,[140] que equivale a casi 133 000 000 000 (ciento treinta y tres mil millones) de dólares.
La Ciudad de México obtuvo un PIB en 2011, de 470 000 000 000 (cuatrocientos setenta mil millones) de dólares. En 2012, con un crecimiento del 3,5 %, su PIB ascendió a 486 450 000 000 (cuatrocientos ochenta y seis mil cuatrocientos cincuenta millones) de dólares, lo cual se duplicará en años consecutivos. El principal aporte a la economía de la ciudad son las finanzas, los negocios y el turismo.
La ciudad tuvo un PIB, en 2016, de 550 819 000 000 (quinientos cincuenta mil ochocientos diecinueve millones) de dólares,[141] con un crecimiento medio en ese año de 4.0 % (por encima de la media nacional); dichas cifras representaron el 17 % del total del PIB nacional, siendo la principal economía de México, además de significar una aportación del 32 % al crecimiento económico del país ese año.[35] El PIB per cápita de la ciudad también es el más alto del país: alrededor de 26 229 dólares.
Desarrollo humano
Según los datos del Informe de Desarrollo Humano Municipal 2010-2020: una década de transformaciones locales en México,[31] del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Ciudad de México es la entidad federativa que posee el índice de desarrollo humano (IDH) más alto del país. Su coeficiente es de 0.817, por encima del 0.758 promediado por la república en su conjunto. El índice de desarrollo humano se obtiene mediante el análisis de la disponibilidad de servicios de salud, niveles educativos e ingreso de una población. En el caso de la Ciudad de México, el mejor indicador correspondió al índice de salud (IS), en el que obtuvo 0.905 (primera posición a nivel nacional); en el índice de educación (IE), el puntaje fue de 0.761 (primera posición a nivel nacional), mientras que en el índice de ingreso (II) obtuvo 0.792 (sexta posición a nivel nacional). En la Ciudad de México se localizan cuatro de las diez subdivisiones territoriales con mayor IDH en la República Mexicana. Estas fueron, en 2020, las demarcaciones territoriales de Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Coyoacán. En la siguiente tabla se puede apreciar el índice de desarrollo humano de las 16 demarcaciones territoriales de Ciudad de México en el año 2020.
Demarcaciones territoriales de Ciudad de México por IDH
La Ciudad de México y su zona metropolitana han experimentado un proceso de descentralización de la actividad industrial de transformación a partir de los últimos años de la década de 1980. Este proceso fue estimulado por el gobierno federal en virtud de los peligrosos niveles de contaminación que se alcanzaron en esos años, así como a los problemas urbanos derivados de la alta concentración demográfica que tuvo en la expansión industrial capitalina uno de sus principales incentivos. La mayor parte de la industria se ha trasladado hacia ciudades cercanas como Toluca, Santiago de Querétaro y Puebla de Zaragoza. La descentralización industrial de la capital ha favorecido el crecimiento de esta actividad en otros estados, especialmente los del norte y cerca la frontera estadounidense, en donde a partir de la década de 1990 se establecieron nuevas empresas maquiladoras, parcialmente impulsada por el TLCAN.
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad (Sedeco-DF),[142] la entidad cuenta con 54 zonas industriales, y, de su superficie total, 2578 ha son destinadas al uso industrial. El PIB industrial capitalino representa el 16,32 % del total de la producción industrial de México, y alcanzó un valor de MXN$50 768 867 000 (cincuenta mil setecientos sesenta y ocho millones ochocientos sesenta y siete mil pesos mexicanos) en el año 2004. Esto representa una contracción en términos absolutos y proporcionales con respecto a los resultados de 1999, cuando la capital participaba con el 18 % del producto industrial nacional, con valor de más de 55 000 000 000 (cincuenta y cinco mil millones) de pesos mexicanos.[143]
En el año 2003, existían 27 727 unidades económicas[144] que fueron calificadas como industriales que dieron empleo a más de 547 000 capitalinos.[145]
La demarcación con mayor número de estas unidades fue Iztapalapa, con 5578 unidades económicas industriales.[144]
En 2005, la industria química y de transformación del petróleo, la industria alimentaria, la industria farmacéutica, y la producción de aparatos electrónicos, maquinaria y otros artículos metálicos, concentraron buena parte de la mano de obra del ramo industrial capitalino.[146]
Mercados
Mercado de Valores
La Bolsa Mexicana de Valores, S.A.B. de C.V. (BMV) es una de las dos bolsas de valores de México y la más importante de Hispanoamérica[cita requerida]. Sus instalaciones se encuentran en la avenida paseo de la Reforma, en el centro de Ciudad de México y opera bajo una concesión otorgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en términos de la Ley del Mercado de Valores. La BMV se encarga de proveer la tecnología, los sistemas y las reglas de autorregulación bajo los cuales funciona el mercado de valores mexicano, principalmente en lo relativo a la inscripción, negociación y registro de acciones, certificados de participación, títulos de deuda y títulos opcionales. Como parte de su proceso de desmutualización y acorde con las tendencias mundiales y los cambios en el marco normativo, la BMV realizó el 13 de junio de 2008 la Oferta Pública Inicial de las acciones representativas de su capital social, por lo que a partir de entonces dichas acciones son susceptibles de negociarse libremente en el mercado bursátil mexicano.
Cuenta con varios índices, entre los que destacan: IPC, INMEX, IMC30, IDIPC, IRT y HABITA de los cuales el principal es el IPC o Índice de Precios y Cotizaciones. En la actualidad existen 35 acciones en la lista de 175 compañías que cotizan en la bolsa.
La Bolsa Institucional de Valores, S.A. de C.V. (BIVA) es la segunda bolsa de valores de México, se localiza en el Boulevard Manuel Ávila Camacho en Lomas de Chapultepec. Obtuvo la concesión en 2017 durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto iniciando operaciones el 25 de julio de 2018.
y el de mayor tamaño en Latinoamérica.[147] Se encuentra en la demarcación territorial de Iztapalapa. Además, existen numerosos mercados en la ciudad, casi uno en cada colonia, por lo que los hay de diferentes dimensiones.
Turismo
El turismo en la Ciudad de México es una actividad económica importante para la capital, colocada en primer lugar a nivel nacional en términos de llegadas de turistas nacionales y extranjeros, con 13 124 000 (trece millones ciento veinticuatro mil) visitantes, contabilizados solamente en el sector hotelero, en 2015,[148] y es el primer destino turístico para los visitantes extranjeros dentro de América Latina, con 3 500 000 (tres millones quinientos mil) arribos al año, con una derrama económica de 600 dólares por visitante.[149] Con base en estudios, en relación con los arribos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la mayoría de los turistas que ingresan a la ciudad provienen de los Estados Unidos.[149] Los empleos directos generados por la actividad turística de la capital en 2015 fueron 318 000, y, los indirectos, 795 000.[148]
En 2014, la Ciudad de México contaba con 48 217 cuartos de hotel. De 2013 a 2014, la ciudad recibió 9 006 292 (nueve millones seis mil doscientos noventa y dos) turistas nacionales y 2 013 481 (dos millones trece mil cuatrocientos ochenta y un) extranjeros.[150]
Gran parte del arte colonial temprano se derivó de los códices (libros ilustrados aztecas), con el objetivo de recuperar y preservar un poco de iconografía e historia azteca, y de otros amerindios. A partir de entonces, las expresiones artísticas en México fueron mayormente de temática religiosa. La Catedral Metropolitana aún exhibe obras de Juan de Rojas, Juan Correa y una pintura al óleo cuya autoría ha sido atribuida a Murillo. Las obras de arte seculares de este período incluyen la escultura ecuestre de Carlos IV de España, conocida localmente como «El caballito». Esta pieza, en bronce, fue obra de Manuel Tolsá y se colocó en la plaza homónima, frente al Palacio de Minería. También en esta misma se encuentra el Museo Nacional de Arte (MUNAL).
Durante el siglo XIX, un importante productor de arte fue la Academia de San Carlos, fundada durante la época virreinal. Más tarde se convirtió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, que imparte pintura, escultura y diseño gráfico, hoy día una de las escuelas de arte de la UNAM. Muchas de las obras producidas por los estudiantes y la facultad de esa época ahora se muestran en el Museo Nacional de San Carlos. Uno de los estudiantes, José María Velasco, es considerado uno de los más grandes pintores de paisajes de su tiempo. El régimen de Porfirio Díaz patrocinó las artes, especialmente las que tuvieron influencia francesa. Las artes populares, florecieron en forma de caricaturas e ilustraciones, por ejemplo, las de José Guadalupe Posada y Manuel Manilla. La colección permanente del Museo de San Carlos también incluye pinturas de maestros europeos como Rembrandt, Velázquez, Murillo y Rubens.
La antigua casa de Dolores Olmedo alberga un museo del mismo nombre. La instalación se encuentra en Xochimilco, en la zona sur de la Ciudad de México, e incluye varios edificios rodeados de extensos jardines. Alberga una gran colección de pinturas y dibujos de Rivera y Kahlo, así como xoloizcuintles, un perro muy emblemático de la región. También presenta exposiciones temporales pequeñas pero importantes de arte clásico y moderno, por ejemplo, de la Escuela veneciana y arte moderno de Nueva York.[cita requerida]
Durante el siglo XX, muchos artistas emigraron a la Ciudad de México de diferentes regiones de México, como Leopoldo Méndez, un grabador de Veracruz, que apoyó la creación del Taller de Gráfica Popular, ideado para encontrar un lugar de expresión para los ciudadanos trabajadores. Otros pintores vinieron del extranjero, como el pintora catalana Remedios Varo, junto a otros exiliados españoles y judíos. Fue en la segunda mitad del siglo XX cuando la producción artística comenzó a desviarse de temas revolucionarios. José Luis Cuevas optó por el arte contemporáneo, en contraste con el movimiento muralista asociado con la política social.[cita requerida]
Museos
La Ciudad de México es una de las ciudades con mayor número de museos del mundo.[153][154] Cuenta con numerosos museos dedicados al arte, que incluyen arte colonial, arte moderno y contemporáneo. El Museo Tamayo se inauguró a mediados de la década de 1980 para albergar una colección de arte contemporáneo internacional, donada por el famoso pintor mexicano Rufino Tamayo (nacido en el estado de Oaxaca). La colección incluye piezas de Picasso, Paul Klee, Kandinsky, Warhol y muchos otros, aunque la mayoría de la colección se almacena mientras se muestran las exhibiciones que visitan. El Museo de Arte Moderno (MAM) es un repositorio de artistas mexicanos del siglo XX, incluidos Rivera, Orozco, Siqueiros, Kahlo, Gerzso, Carrington, Izquierdo y Tamayo, entre otros, y también alberga exposiciones temporales de arte moderno internacional. En la zona sur de la ciudad, el Museo Carrillo Gil exhibe artistas de vanguardia, al igual que el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), diseñado por Teodoro González de León e inaugurado a finales de 2008.[cita requerida]
El Museo Soumaya, que lleva el nombre de la esposa del magnate mexicano Carlos Slim, tiene la mayor colección privada de esculturas originales de Auguste Rodin fuera de París. También tiene una gran colección de esculturas de Dalí, y también incluye piezas de El Greco, Velázquez, Picasso y Canaletto. Inauguró una nueva instalación de diseño futurista en 2011 y mantiene una instalación más pequeña en la Plaza de Loreto, en el sur de la ciudad. El Museo Júmex está dedicado al arte contemporáneo, ubicado en los extensos terrenos de la empresa de jugos Jumex, y se dice que tiene la mayor colección privada de arte contemporáneo de América Latina; alberga piezas de su colección permanente, así como exhibiciones itinerantes de destacados artistas contemporáneos. El Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el centro histórico de la Ciudad de México, un palacio con columnas del siglo XVII, alberga regularmente exposiciones de arte mexicano e internacional, y sus exposiciones han incluido las de David LaChapelle, Antony Gormley y Ron Mueck. El Museo Nacional de Arte (MUNAL) también se encuentra en un antiguo palacio del centro histórico, el cual alberga una gran colección de piezas de los principales artistas mexicanos de los últimos 400 años y también organiza exposiciones.[cita requerida]
Otro lugar importante de los museos de la ciudad es el Museo Memoria y Tolerancia, inaugurado a principios de 2011. La idea de dos jóvenes mexicanos se transformó en un espacio único dedicado a mostrar todos los principales acontecimientos históricos de discriminación y genocidio. Las exhibiciones permanentes incluyen las del Holocausto y otras atrocidades a gran escala. También alberga exposiciones temporales; uno en el Tíbet fue inaugurado por el Dalai Lama en septiembre de 2011.[cita requerida]
El Auditorio Nacional es el principal recinto de espectáculos contemporáneos en México, considerado entre los mejores del mundo por diversos medios especializados, localizado sobre el paseo de la Reforma, donde se encuentran otro lugar de menor capacidad de espectadores llamado el Lunario. La ciudad cuenta también con arenas de espectáculos, destinadas para eventos tales como conciertos, eventos deportivos, circos, entre otros. La más antigua es la Arena México, arena multipropósito especialmente usada para la lucha libre profesional; el Palacio de los Deportesarena construida para los Juegos Olímpicos de 1968 y la nueva Arena Ciudad de México, el más grande y moderno centro de espectáculos del país.[158] La capital cuenta con el Foro Sol, recinto deportivo destinado para la realización de eventos masivos, como el Vive Latino y otro espacio deportivo que también es destinado para eventos de espectáculos es el Estadio Azteca.
En la Ciudad de México, es posible encontrar una amplia gama de alimentos. Existen zonas especializadas en la oferta de comida preparada, como restaurantes y cafeterías. En otros sitios de la ciudad es posible encontrar restaurantes internacionales y de alta cocina, que representan las tradiciones culinarias de países tan diversos como Francia, Italia, Portugal, Polonia, España (incluidas las cocinas regionales de Castilla, Asturias, Galicia y el país Vasco), Tailandia, Japón, Corea, China, Marruecos, Líbano, Perú, Argentina y Brasil. Desde luego, también existen importantes establecimientos dedicados a la gastronomía mexicana de todas las regiones del país.
En lo que respecta a la gastronomía local, la ciudad es resumidero de las tradiciones culinarias del país. La antigua tradición gastronómica del valle de México ha venido desapareciendo, acompañada por una creciente dificultad para conseguir los ingredientes que eran nativos de la cuenca lacustre. En la actualidad, conseguir ahuautle —hueva de mosquitos lacustre— es prácticamente imposible, amén de los patos silvestres y las guías de calabaza, que eran básicas en la gastronomía de Iztapalapa. El mixmole —mole de pescado— que se prepara en Míxquic ha tenido que sustituir las lenguas de vaca —una especie de quelite— por acelgas, y los pescados nativos por carpas. Hoy en día, en las calles se consumen diariamente típicos antojitos mexicanos tales como el tlacoyo (de la palabra tlatlaoyo en náhuatl) que es una tortilla gruesa, ovalada y larga (generalmente de maíz azul) rellena de frijoles, haba o requesón. También los tradicionales tacos de bistec, suadero y «al pastor», y quesadillas con ingredientes como flor de calabaza, huitlacoche (hongo negro proveniente del maíz), papas con chorizo, picadillo y muchos guisados más. Todos éstos siempre acompañados con variados estilos de salsa verde y roja, cebollas asadas, nopales y frijoles. También son tradicionales las «guajolotas», que son tortas de tamal, generalmente de rajas, salsa verde, o de mole.
Por otra parte, la ciudad es sede de eventos gastronómicos de envergadura nacional, como la Feria Nacional del Mole, que se celebra durante las tres primeras semanas de octubre en San Pedro Atocpan (Milpa Alta).
Todos estos sucesos atraen a cientos de miles de personas procedentes de todo el país y del extranjero a la capital. Algunas demarcaciones tienen calendarios saturados de festividades populares, como Milpa Alta,[165] cuyo número alcanza la cifra de setecientas fiestas anuales. Al lado de las tradiciones nativas de la ciudad, la inmigración ha contribuido a la integración en la cultura capitalina de eventos como la Guelaguetza, impulsada por los migrantes oaxaqueños, o bien la celebración del Año Nuevo Chino. A finales del siglo XX y principios del XXI, la globalización ha permitido la proliferación en la capital de expresiones extranjeras que se han mezclado con las preexistentes. Así, por ejemplo, es posible observar la iconografía del Halloween en los altares de muertos;[166] grafitis introducidos por los migrantes que volvieron, y que forman parte del paisaje urbano de la Ciudad de México, o bien las incontables reelaboraciones del rock que realizan grupos capitalinos, comerciales y subterráneos.
La Ciudad de México tiene una importante y arraigada tradición taurina y alberga a una muy numerosa afición. No obstante, ante el impulso de activistas existen proyectos en el congreso local para prohibir las corridas de toros.[167] La temporada grande se celebra en la Plaza México, que, aparte de ser la más grande del mundo, es considerada la más importante de Iberoamérica. La temporada empieza en otoño y termina en primavera.[cita requerida]
Tras la pandemia de Influenza AH1N1 en 2009, el gobierno del entonces Distrito Federal impulsó la creación de una festividad de carácter cultura y diplomático, así nació la denominada Feria Internacional de las Culturas Amigas (FICA), que originalmente se realizó en el paseo de la Reforma y que posteriormente se llevó al Zócalo.[168] Tiene como fin ser un punto de reunión donde los visitantes aprenden y conocen las tradiciones, gastronomía, cultura y costumbres de diferentes naciones a lo largo del mundo. Es ya la celebración más importante de comunicación y cercanía con más de 73 países participantes, en la Ciudad de México.[169] Debido a su éxito, muchos países han mostrado interés en adquirir un espacio en la feria para exponer su riqueza y su diversidad cultural, donde se pueden apreciar un sinfín de reliquias artesanales, música, platillos típicos, vestimenta, arte, textos, entre otros muchos objetos característicos.
Con el mismo espíritu nació en 2021 la Feria de las Cultura Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México con el fin de dar a conocer la riqueza cultural de carácter local. La Ciudad de México cuenta con una gran tradición oral, que va desde mitos muy antiguos como La Llorona, que supuestamente estaría relacionado con la Cihuacóatl mexica, hasta la leyenda, muy difundida en los hospitales capitalinos, de La Planchada, que versa sobre una enfermera espectral que sana milagrosamente a los muertos desahuciados a los que cuida.[170]
La Ciudad de México cuenta con múltiples centros educativos públicos y privados, y es la entidad con mayor número de estudiantes. Cuenta con jardines de niños, primarias y secundarias, que dependen de la Secretaría de Educación Pública.
Educación media superior
La Zona Metropolitana de la Ciudad de México cuenta con institutos de educación media superior públicos y privados. En el caso de ingreso a los institutos públicos de educación media superior, se realiza un concurso democrático organizado por la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), conformada por nueve instituciones que organizan de forma unificada el proceso de selección de alumnos de acuerdo con la cantidad de aciertos, la lista jerárquica, también conocida como la lista de opciones, que incluye los planteles de mayor prioridad para el aspirante y la demanda de los planteles.[cita requerida]
En términos de apoyo a los estudiantes de la educación media superior, el Gobierno del Distrito Federal creó el programa Prepa Sí, plan que otorga una beca mensual de entre 500 y 700 pesos a más de 550 mil estudiantes capitalinos de instituciones públicas de la capital y que ha permitido reducir la deserción escolar en más de un 60 por ciento, según afirmaciones del secretario de Educación de la capital en el 2011.[175]
La Ciudad de México es la entidad federativa con el mayor grado de alfabetización. De los más de ocho millones de sus habitantes y que están en edad de asistir a la escuela o de haber concluido la instrucción primaria, el 94,83 por ciento saben leer y escribir. La media nacional es de 90,69 por ciento. En lo que respecta al grado de escolaridad, el promedio ronda los once años de instrucción. La Ciudad de México concentra una alta proporción de personas que han concluido una formación universitaria o de posgrado.[cita requerida]
Planetarios
Planetario Luis Enrique Erro. Pertenece al Instituto Politécnico Nacional, ubicado en la Unidad Profesional Zacatenco. Es el primer planetario de México abierto al público y uno de los más antiguos de América Latina.[188] Fue dotado desde su origen con la tecnología de simulación de la bóveda celeste más avanzada de su época: el proyector planetario marca Carl Zeiss, modelo Mark IV, compuesto por 29 000 piezas de dos mil tipos distintos, con 150 proyectores, que en conjunto permitieron observar la posición real del Sol, de los planetas, de la Luna, de las estrellas, de la Vía Láctea y todos los cuerpos celestes apreciables a simple vista, tal como se observarían desde cualquier punto de la Tierra y a cualquier hora del día o de la noche, en un periodo comprendido entre 10 000 años a. C. y 15 000 años d. C.[188]
Planetario «José de la Herrán». Forma parte del museo Universum, ubicado en la zona cultural de la Ciudad Universitaria de la UNAM. Muestra distintos objetos celestes a partir de una proyección digital. Puede observarse en el cielo nocturno completamente despejado, es decir, libre de contaminación atmosférica y de luz artificial. Las funciones ofrecen tres temáticas: la noche que proyecta el cielo nocturno del día en que se visite el planetario, las noches del mes, se hace un recorrido por el cielo nocturno según el mes de la visita y películas con temáticas relacionadas con las ciencias del espacio.[189]
Planetario del Museo Tecnológico (MuTec). Lo inauguraron el 29 de mayo del 2009 el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa y el primer astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela. Se ofrecen allí impactantes proyecciones científicas, ya que está equipado con tecnología de vanguardia para generar una experiencia visual única en su tipo. Se localiza en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.[190]
Bibliotecas
Las principales bibliotecas públicas de la ciudad son:
La Biblioteca Nacional de México (BNM), el máximo repositorio bibliográfico del país,[191] se encuentra en la Ciudad Universitaria (UNAM) y fue fundada el 30 de noviembre de 1867 por el presidente Benito Juárez. A la fecha, conserva y resguarda más de &&&&&&&&01250000.&&&&&01 250 000 libros y documentos. La administración y coordinación están a cargo del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM. Muchos de los servicios están disponibles para el público en general; incluyen una sala de consulta abierta para los libros y CD-ROM, así como salas especializadas como la mapoteca, la fonoteca, los materiales didácticos, el tiflológico, la iconoteca y la videoteca.
La Biblioteca Vasconcelos, conocida como la megabiblioteca por la prensa mexicana, es un recinto bibliográfico ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc.[192] Se inauguró en el 2006 durante la administración del presidente Vicente Fox Quesada. Es obra del arquitecto Alberto Kalach y ha sido mencionada en la revista Architectural Record como uno de los edificios de bibliotecas más representativos y modernos del mundo.[193] El recinto ofrece acceso gratuito a servicios bibliotecarios y a diversas actividades culturales. Pone a disposición de los usuarios una colección de 580 mil libros, y cuenta con colecciones de materiales multimedia, infantil, material en sistema Braille y material musical. En su interior se encuentra la Mátrix Móvil, obra del artista Gabriel Orozco.
La Ciudad de México está conectada con el resto del país por medio de varias autopistas a las ciudades de Querétaro (211 km), Toluca (65 km), Cuernavaca (85 km), Puebla (127 km), Texcoco (15 km), Tulancingo (100 km) y Pachuca (91 km). Las autopistas se operan mediante concesiones a particulares, desde su privatización a empresas particulares. Además, existen carreteras federales de circulación libre —aunque de menor calidad— que enlazan la capital con las ciudades que llevan el mismo nombre de las autopistas y otras como Cuautla (120 km) y Oaxtepec (80 km).[cita requerida]
Transporte eléctrico
El Metro de la Ciudad de México es un sistema de transporte público tipo tren pesado que sirve a extensas áreas de la Ciudad de México y parte del Estado de México. Es la columna vertebral del transporte en la capital y cuenta con 12 líneas (195 estaciones).
El Tren ligero de la Ciudad de México presta servicio en el sur de la capital. Cuenta con una línea de 13,04 kilómetros. Su parque vehicular está formado por trenes ligeros articulados de piso alto de rodadura férrea. Posee un total de 18 estaciones, de las cuales 16 son de paso y 2 terminales. Está construido de forma superficial.
El Cablebús es un transporte por teleférico que da servicio en zonas altas de la Ciudad de México. Cuenta con dos líneas, en una extensión total de 19.8 kilómetros e incluye 13 estaciones.
La Red de Transporte de Pasajeros (RTP) ofrece el servicio de autobuses urbanos en 94 rutas que enlazan, principalmente, colonias populares y zonas habitacionales periféricas con las estaciones del metro.
El Metrobús es un sistema de autobús de tránsito rápido (Bus Rapid Transit, en inglés). Cuenta con 7 líneas. Cada línea tiene asignado un número y un color distintivo. Tiene una extensión total de 125 kilómetros y posee 239 estaciones.
El microbús o pesero. Existe una nutrida flota de autobuses urbanos, conocidos coloquialmente como peseros o microbuses. Están organizados en casi un centenar de rutas —agrupaciones que prestan su servicio en una zona restringida de la capital.[198]
Taxi. Los taxis se caracterizan por su color rosado y blanco, así como por ostentar el logotipo de la Ciudad de México (CDMX); además, muchos son sedanesNissan Tsuru. Los automóviles usan taxímetro, con los que se cobra una tarifa de distancia según el tiempo de uso más una cuota inicial, conocida tradicionalmente como banderazo (los taxis de décadas anteriores utilizaban una bandera mecánica, que se bajaba y se subía cada vez que subía o bajaba un usuario, respectivamente).[cita requerida] También hay taxis ecológicos, tanto ciclotaxis, que son bicicletas modificadas con un espacio para dos personas que prestan su servicio en el centro histórico de la Ciudad de México, como Taxis Cero Emisiones, vehículos híbridos adquiridos en el 2011.[199]
Carrot fue un nuevo sistema implementado por el entonces llamado Gobierno del Distrito Federal, consistente en el alquiler de vehículos, cuyo objetivo fue mejorar la movilidad en la ciudad.[200]
Transporte turístico
El autobús turístico es un sistema de transporte dirigido principalmente al visitante, que recorre los más importantes sitios de interés de la ciudad en diversos circuitos. El costo del pasaje incluye el transporte por todo el día, permitiendo descender y ascender en cualquier parada sin costo extra. En la Ciudad de México las principales empresas que prestan el servicio son Turibús y Capital Bus.
Bicicletas
Ecobici es un sistema de transporte urbano individual en bicicletas, complemento a la red de transporte público. Es un sistema automatizado, en el que la gente puede acceder a las bicicletas ubicadas en cada cicloestación a través de un sistema de afiliación para obtener una tarjeta que los identifica como usuarios registrados.
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
El Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) es el de mayor tráfico en el país y en América Latina.[201] Tiene conexiones con las principales capitales de América Latina y con varias ciudades de los Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia y Oceanía, incluidos los destinos más solicitados del país.
El abastecimiento eléctrico de la ciudad corre a cargo de la Comisión Federal de Electricidad, luego de que el 11 de octubre del 2009, por decreto presidencial, se dispuso la extinción del organismo Luz y Fuerza del Centro. La capital mexicana, junto al Estado de México, es la zona del país con la mayor demanda de energía de este tipo en todo el país.[203] En esta misma zona centro, el 25 % de la energía eléctrica se desperdicia.[204]
El abastecimiento de agua potable y el bombeo de drenaje fuera de la urbe corren a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), quien es también uno de los principales consumidores de energía eléctrica de la ciudad. Las fuentes de abastecimiento de la ciudad son en su mayoría de tipo subterráneo, como el acuífero del valle de México (55 %) y el Sistema Lerma (12 %). El restante proviene de fuentes superficiales como el Sistema Cutzamala (30 %) y de manantiales (3 %).[205] Muchas zonas de la ciudad padecen de desabasto y falta de acceso al agua,[206] siendo Iztapalapa una de las demarcaciones territoriales que más graves problemas vive al respecto.[207] Un 20 % de la población capitalina no cuenta con acceso al agua corriente en sus domicilios, obteniéndola de manera intermitente de fuentes comunales o separadas de sus viviendas, y un estimado de 70 % de la población recibe menos de 12 horas de agua continua,[206] recibiéndola por tandeo, es decir, en determinados horarios del día. Un 40 % del agua que llega a la ciudad se desperdicia debido a fugas y ordeña ilegal de tuberías.[208]
Las condiciones geográficas de Ciudad de México, debido a su desarrollo en una cuenca lacustre y los hundimientos debido a ello y a la extracción de agua de sus mantos acuíferos, hace que la urbe enfrente un serio problema tanto para saciar la necesidad de agua —es una de las urbes que mayor demanda de agua tienen en el mundo[206]— como de extraer las aguas residuales, particularmente en temporada de lluvias cuando se sufren por ello inundaciones y encharcamientos considerables.[209] La ciudad por esas características ha padecido inundaciones que se han prolongado desde días hasta años, como las registradas en 1604, 1629, 1925 y 1951.[210] A raíz de esta última fue construido a partir de 1967 el Sistema de Drenaje Profundo de la ciudad.[210]
En el primer trimestre de 2017, fueron denunciados 23 400 asaltos, un promedio de 560 al día, y una tasa de 265 atracos por cada 100 000 habitantes. Las demaracaciones territoriales donde ocurren más robos es Cuauhtémoc, seguida de Benito Juárez y Miguel Hidalgo.[213] También en 2017, la tasa de homicidios dolosos se encontraba a su máximo histórico en dos décadas, con 244 en un trimestre.[213] A nivel nacional, las zonas norte y oriente de la capital mexicana tienen de los niveles más altos de percepción de inseguridad a nivel nacional.[214]
Feminicidios y violencia hacia las mujeres
En 2016, la incidencia de feminicidios era de 3,2 por cada 100 000 habitantes, siendo la media nacional de 4,2.[215] Un informe del gobierno de la ciudad de 2015 determinó que dos de tres mujeres mayores de 15 años de edad en la capital sufrieron alguna forma de violencia.[216] Además del acoso callejero, uno de los sitios en donde las mujeres de Ciudad de México viven violencia es el transporte público. Anualmente el Metro de Ciudad de México recibe 300 denuncias por acoso sexual.[217]
Medios de comunicación
Prensa. Es sede de los periódicos de circulación nacional El Universal, Milenio y Excélsior, entre otros. Entre los periódicos locales sobresalen La Jornada y Reforma que, por su influencia y visibilidad, son considerados a veces como pares de los periódicos nacionales. Además, circulan muchas publicaciones de enfoque específico, ya sea este deportivo, policiaco, de historieta, cultural y prensa gratuita.
Radio. Hay 60 emisoras de radio en amplitud y frecuencia moduladas y de onda corta. Muchas de las estaciones de radio en la ciudad han funcionado por muchos años, y algunas han dado paso a programas y eventos histórico-culturales, desde Cri-cri hasta la radioactuación. En la actualidad presentan una variedad de selecciones y servicios.
Prensa digital. La mayoría de los diarios impresos cuentan con versiones digitales de sus publicaciones con características como fotogalerías, podcasts e interactivos así como cuentas de redes sociales. Otras publicaciones de prensa digital basadas en la ciudad son Aristegui Noticias, Animal Político, Sin Embargo y SDPNoticias.
Ciudad de México fue sede de los Juegos Olímpicos de 1968, en los que la delegación deportiva nacional cumplió la mejor actuación de su historia, con nueve medallas en total. Es la primera ciudad de América Latina y la primera del mundo de habla hispana que ha sido sede de juegos olímpicos.
En 1970 y en 1986 también fue una de las ciudades mexicanas en las que se realizaron los partidos de las dos copas mundiales de fútbol, donde se incluyeron los dos juegos de la final. Ciudad de México es la ciudad donde se han llevado a cabo el mayor número de partidos de Copa Mundial de Fútbol (23) y, junto con Roma, las únicas ciudades sede de dos finales de la misma.[219]
Nota: se usa la variante «futbol», en la pronunciación y ortografía del español mexicano.
De acuerdo con registros hemerográficos del diario The Two Republics del 1 de enero de 1881, el día 30 de diciembre de 1880 es fundado el Al Fresco Club en Ciudad de México y uno de los deportes propuestos entre otros es el football, aunque finalmente la idea no prosperó. Esta es la primera mención en los diarios de la época del término football en México. En los años siguientes, diversas asociaciones atléticas de la clase acomodada de la ciudad intentaron infructuosamente fundar equipos de fútbol, no obstante, solo se concretaron esporádicos encuentros amistosos sin continuidad en la organización de un conjunto o competencia alguna. Sobresale en estos intentos el primer partido de fútbol jugado en la ciudad con motivos de los festejos de la inauguración de las obras del Gran Canal de Desagüe el 9 de octubre de 1892 entre dos representativos de clubes sociales y deportivos
El Reforma Athletic Club fundado como club social y deportivo en 1894, organizó el primer club de fútbol en la historia de la ciudad en 1901, y sería este quien gestionará la creación del primer torneo organizado en el país: la Liga Mexicana de Football Amateur Association el 19 de julio de 1902. El primer juego se disputó el 19 de octubre del mismo año en un campo de béisbol de la zona aledaña al paseo de la Reforma; México Cricket Club derrotó 5-1 a British Club.
En octubre de 2005, Ciudad de México se convirtió en la primera ciudad en ser sede de un partido de temporada regular de la NFL fuera de los Estados Unidos, juego disputado en el Estadio Azteca. Los 103 467 espectadores que asistieron a este partido es la cifra más alta en toda la historia de la NFL para un juego de temporada regular.[221][222]
El 5 de febrero de 2016 la NFL, después de algunos de meses de gestión por parte de autoridades deportivas de Ciudad de México, la filial de la liga en México y el grupo que administra el estadio Azteca, anunció que este volvería a tener un partido de temporada regular. Los Oakland Raiders y los Houston Texans se enfrentaron el lunes 21 de noviembre de 2016, resultando ganadores los Raiders con marcador 27-20; esta fue la primera edición del célebre Monday Night Football jugado fuera de Estados Unidos.[223]
Estadio Azteca, el de mayor capacidad en el país. Es el único estadio que ha sido sede de dos finales de Copa Mundial de Fútbol y el que mayor cantidad de partidos de este torneo ha albergado con 19.
↑Referida comúnmente con el acrónimo CDMX; registrado por el gobierno capitalino como marca propia para la difusión de la ciudad, sin constituirse como un nombre o acrónimo oficial.
También puedes avisar en su página de discusión a quien las añadió pegando lo siguiente: {{subst:Aviso formato de referencias|Ciudad de México}} ~~~~Este aviso fue puesto el 7 de abril de 2016.
↑«Artículo 44 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos». Suprema Corte de Justicia de la Nación. 29 de enero de 2016. Consultado el 8 de mayo de 2020. «Texto vigente a la última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de enero de 2016. La reforma a este artículo, así como al 43 y 122 de la misma constitución, y el texto vigente del Art. 1.º de la Constitución local, afirman su carácter de entidad federativa, mas no de estado, en virtud de su condición de capital de la república.»
↑La evidencia consiste en un enterramiento en el primer caso, y de lascas asociadas a restos de fauna extinta. Se estimaba que tenían alrededor de 10 000 años de antigüedad. Cfr. Acosta Ochoa, 2007: 9.
↑«La historia de la migración de ese grupo indígena que salió de Aztlán —lugar de lo blanco— para fundar México-Tenochtitlán, ha sido contada de diversas formas, tanto por los mismos protagonistas como por los conquistadores y, en épocas actuales, por historiadores mexicanos y extranjeros; por ello no existe un consenso para determinar la fecha exacta de cuando este pueblo se estableció en medio del lago de Tetzcoco. Se ha determinado 1325; sin embargo, esto no es seguro por dos causas: primero, porque las fuentes documentales nos dan varias fechas y, segundo, porque aún existe polémica sobre el cómputo del tiempo utilizado por los mexicas en su calendario. Entre las excepciones más serias descalificando ese año, refirió, está la de Nigel Davies, quien basándose en cómputos hechos por los historiadores Wigberto Jiménez Moreno y Paul Kirchhoff, establece como fecha 1345», en «En nuestro país se exalta el pasado mexica y se discrimina a los indígenas actuales», Boletín UNAM-DGCS-553, México, 16 de julio de 2003, Universidad Nacional Autónoma de México.
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↑La Magdalena se estableció en La Magdalena Atlitic, que cambió su nombre a La Magdalena Contreras, en honor del propietario de la factoría. La Fama se estableció en Tlalpan, donde siguió trabajando hasta 1990, en el barrio obrero que tomó el nombre de a fábrica: La Fama.
↑Por modelo de sustitución de importaciones se entiende a un modelo económico de una nación que privilegia el desarrollo de la industria propia, con el propósito de producir -internamente- mercancías y otros bienes de consumo. De esta manera, un país con un modelo de este tipo dejaría de depender de las mercancías importadas, tal como hacía México antes de la industrialización de mediados del siglo XX.
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