Generación del 50, del medio siglo o de los niños de la guerra, son denominaciones que da la historia de la literatura española a la generación literaria de escritores nacidos en torno a los años 1920 y que publican en torno a los años 1950; superada la Guerra Civil, son considerados "hijos" de la misma.
Características
Juan García Hortelano prefiere denominarlos “Grupo poético de los años 50” en el estudio y antología que publicó en 1978; no son poetas "de la guerra" sino "de la dictadura", de origen burgués y con formación universitaria todos ellos, por lo que con frecuencia se autocriticaban: Jaime Gil de Biedma se incluyó en ella al definirla como "señoritos de nacimiento por mala conciencia escritores de poesía social".[1]
Huyen a la vez del frío garcilasismo clasicista y del estridente desgarramiento existencial, respectivamente, de la poesía arraigada y desarraigada en la promoción anterior y poco a poco se van separando de la literatura comprometida o engagée, que no persigue la elegancia en el lenguaje, seguida por Blas de Otero, Gabriel Celaya y otros autores estrechamente asociados a la lucha política contra el franquismo. Por el contrario, y especialmente en poesía, la Generación del 50 une la reivindicación social, que en el fondo sentían ajena y sustituyen por preocupaciones civiles y éticas, con una nueva lírica intimista que se preocupa por el lenguaje, y aporta un cierto coloquialismo que no separa demasiado la lengua poética de la hablada; también incorpora reflexiones metafísicas y filosóficas. No siguen, por ello, una línea academicista. Es una generación que huye de lo impostado y del tono solemne, tan frecuente en la dominante literatura falangista de la época como en la propaganda antifranquista que la refleja, usando con frecuencia de una cierta ironía distanciadora. Les liga su condición de intimistas. Muchas de sus características toman cuerpo de algunos miembros de la generación del 98, singularmente de Antonio Machado. En la segunda etapa de esta época, los novelistas consideran que su papel como escritores les obliga a denunciar las miserias e injusticias sociales, pero más desde una perspectiva ética que estrictamente marxista.
↑Véase una nómina en Santos Sanz Villanueva, Historia de la literatura española. El siglo XX. Literatura actual, Barcelona, Ariel, 1984, pág. 105; véase tb. págs. 33 y ss. ISBN 84-344-8380-7
↑"La nómina de la generación del 50 que elaboró García Hortelano en su mítica antología de 1978 hace tiempo que se quedó pequeña, y no porque los autores elegidos no sean imprescindibles sino porque la cosecha de ese periodo fue enorme y el buen grano abundaba. El poeta Vicente Gallego lo ha constatado recientemente en su selección personal El 50 del 50 (Pre-Textos, 2006), en la que reivindica a autores considerados menores como Defargues [sic, Ricardo Defarges], Feria, Padorno o Quiñones. Por su parte, y junto a Manuel Mantero, los otros dos poetas sevillanos más destacados de la generación del medio siglo, Aquilino Duque y Julia Uceda, han recogido ya el conjunto de sus obras en ediciones importantes. El volumen de la poesía completa de Manuel Mantero titulado Como llama en el diamante (que aumenta en dos libros el de 1996, del mismo título) viene a sumarse a esa labor de recolección que nos permitirá entender de una manera más ajustada qué sucedió en la poesía española durante ese periodo tan fértil." (Juan Manuel RomeroEl fuego del poema, en Mercurio), 2008.
↑En la Historia crítica de la literatura hispánica (Taurus), Vol. 21, "La poesía en el siglo XX (desde 1939)", Pilar Palomo estudia a Rafael Guillén en el epígrafe "Poetas de los 50", tal como había hecho al ampliar la Historia de la literatura española de Angel Valbuena, quien ya en 1968 le dedicaba un extenso capítulo como a "uno de los mejores poetas actuales". Por su parte, Pilar Gómez Bedate en la Historia de la literatura española (Cátedra) y Angel L. Prieto de Paula en Poetas españoles de los cincuenta (Biblioteca Hispánica, de Ediciones Colegio de España, Salamanca, 1995), entre otros autores, lo incluyen igualmente entre los más importantes autores de su generación.
↑Santos Sanz Villanueva, Historia de la literatura española. El siglo XX. Literatura actual, Editorial Ariel, 2000, 504 p. (ISBN 978-84-344-8380-4, en línea), p. 33-37.
Bibliografía
José Luis Cano, Poesía española contemporánea. Generaciones de la posguerra, Madrid, Guadarrama, 1974.
Miguel Delibes, España 1936-1950. Muerte y resurrección de la novela, Barcelona, Destino, 2004.
Juan García Hortelano, El grupo poético de los años 50. Una antología, M., Taurus, 1978.
Antonio Hernández, Una promoción desheredada. La poética del 50, M., Zero, 1978.
Miguel Munárriz (ed.), Encuentros con el 50. La voz poética de una generación: mayo 1987, Centro Cultural Campoamor, 1990.
José Olivio Jiménez, "Nueva poesía española (1960-1970)", Ínsula, n.º 288, 1970.
Pedro Provencio, Poéticas españolas contemporáneas. (I: La generación del 50), M., Hiperión, 1988.
Pedro Provencio, El grupo poético de los años 50 (I. Una creciente heterogeneidad; II. Otros parámetros, otras expectativas), CHA, núms. 503 y 512, 1992 y 1993.
Román Raña, "Veinticinco últimos años de la Generación del 50", Ínsula, n.º 629, 1999.
Carme Riera, La escuela de Barcelona: Barral, Gil de Biedma, Goytisolo. El núcleo poético de la generación de los cincuenta, B., Anagrama, 1988.
Josep Maria Sala, La fotografía de una sombra. Instantáneas de la generación poética de los cincuenta, B., 1993.