Las frutas del bosque, frutos "rojos" o bayas silvestres son pequeñas frutascomestibles correspondiente a bayas, drupas o similares, que antiguamente no se cultivaban; y que se desarrollan generalmente en arbustos o en pequeños árboles que crecen y/o crecían
de forma silvestres y/o asilvestrados.
Historia
En la antigüedad, muchos pueblos originarios basaban parte de su dieta en el consumo de las bayas y otros pequeños frutos del bosque, y conocían la correcta preparación de los frutos que recolectaban para su consumo seguro. En Europa, en la época medieval, los bosques pertenecían al señor feudal, y las frutas del bosque que en él crecían podían ser recolectadas por los campesinos pero, a cambio, debían pagarle al señor por consumirlas.
En la actualidad, en el idioma español, los términos frutas del bosque, frutos "rojos"[1], o bayas (como término coloquial) se utilizan para referirse a los frutos silvestres, principalmente de clima templado (atlántico, continental y, en menor medida, mediterráneo), generalmente de tamaño reducido, que son recolectados o producidos en diferentes localidades. Estos son utilizados principalmente para su consumo en fresco y la elaboración de mermeladas, conservas, pasteles o tartas a partir de ellos.
Características
En lenguaje común, se llama frutas del bosque a las frutas pequeñas, dulces (o ácidas), jugosas y normalmente intensamente coloreadas, las cuales son obtenidas de arbustos o de árboles de pequeño tamaño, que crecen de forma silvestres o asilvestrados.
Existe una gran variedad de bayas o frutas silvestres del bosque que son comestibles, pero de igual forma se debe tener cuidado, porque también hay muchas especies similares de frutos que son venenosos o tóxicos; por lo que se debe tener previamente bien identificada la especie del fruto a recolectar, y los requerimientos para su consumo seguro (algunas frutas consideradas comestibles requieren estar bien maduras o cocidas para su consumo seguro), o igualmente ser previamente cocidas o endulzadas al ser astringentes o amargas o agrias al estar crudas.
Debido al contraste con los colores de fondo y sus colores llamativos, las frutas del bosque son más atractivas a los animales que las ven, ayudando así a la dispersión de las semillas de la planta.