Sus primeros años de educación desde la edad de siete años fueron tutelados por el barón (Freiherr) Rolf Kreusser, un noble anglo-bávaro.[2]
En su juventud, pasó gran parte de su tiempo en el Castillo Leutstetten, Starnberg, y en la villa de la familia cerca de Lindau, lago de Constanza, donde fue capaz de desarrollar un gran interés en los deportes. Su educación fue tradicional y conservadora, pero se convirtió en el primer miembro de la Casa Real de Baviera en cursar en una escuela pública, cuando estudió en el Maximilian-Gymnasium de Múnich, donde pasó cuatro años. Además de sus estudios académicos y su formación en equitación y baile, en la escuela también se vio obligado a aprender un oficio, y eligió carpintería.[2]
Antes de la Primera Guerra Mundial
El abuelo de Ruperto, Leopoldo de Baviera, se convirtió en gobernante de facto de Baviera cuando el rey Luis II de Baviera y su sucesor Otón I fueron declarados dementes en 1886. La posición de Ruperto cambió entonces, ya que ingresó en la línea directa de asunción al trono de Baviera.
En 1906, Ruperto fue nombrado comandante del I Cuerpo de Ejército de Baviera (I. Königlich Bayerisches Armee-Korps) con el rango de teniente general de infantería, promovido a general en 1913.[3]
Tuvo cinco hijos con su esposa, quien murió en 1912 a la edad de 34 años.
En 1912, Leopoldo de Baviera fue sucedido en el cargo de Príncipe regente por su hijo Luis. El 5 de noviembre de 1913, Luis se convirtió en rey por el voto del Senado de Baviera, convirtiéndose en Luis III de Baviera. Esta decisión hizo de Ruperto, el príncipe heredero del reino.[4]
Primera Guerra Mundial
Comandó el Sexto ejército alemán en el estallido de la Primera Guerra Mundial en Lorena. Si bien una parte del ejército alemán estaba participando en el plan Schlieffen, el príncipe heredero condujo a sus tropas a la Batalla de Lorena. El nombramiento para el mando del Sexto ejército fue el resultado de su realeza, pero el nivel de estudio que había realizado antes de que él tomara el mando fue un factor detrás de su exitosa dirección del Sexto ejército, y él resultó ser un comandante de gran capacidad.[5] El ejército de Ruperto dio paso al ataque francés en agosto de 1914, en la Batalla de Lorena, y luego lanzó una contraofensiva en el día 20. Ruperto no pudo romper a través de las líneas francesas. Más tarde fue al mando del 6.º ejército en el norte de Francia y se mantuvo en el frente occidental durante la situación de estancamiento que duraría hasta el final de la guerra.
Ruperto fue ascendido al grado de mariscal de campo en 1916 y asumió el mando del Grupo de Ejércitos Ruperto de Baviera el 28 de agosto de ese año, que consistía en el primero, segundo, sexto y séptimo ejército. Ruperto ha sido considerado por algunos como uno de los mejores comandantes reales en el Ejército Imperial alemán de la Primera Guerra Mundial, posiblemente el único que mereció su mando. Ruperto llegó a la conclusión mucho antes que la mayoría de los otros generales alemanes (a finales de 1917), que la guerra no se podía ganar, viendo una creciente ventaja importante de los aliados.[6] También se opuso a la política de tierra arrasada durante los retiros, pero su posición real le hizo imposible su dimisión por ese motivo, aunque amenazó con ello. Finalmente renunció a su mando el 11 de noviembre de 1918, el día del Armisticio.
Se comprometió con la joven princesa Antonieta de Luxemburgo en 1918, pero la capitulación de Alemania retrasó su matrimonio y el compromiso fue cancelado de nuevo.[7]
Pérdida del trono
Ruperto perdió su oportunidad de gobernar Baviera cuando esta se convirtió en una república durante las revoluciones que se produjeron en la posguerra. Algunos monárquicos hasta llegaron a referirse a Ruperto, a partir de 1921, como «rey de Baviera». Como Ruperto era contrario al régimen de la Alemania Nazi, fue forzado a exiliarse en Italia, en 1939.
Tras la guerra aspiró a la restauración de la monarquía en Baviera. Entre el 60-70% de la población en la postguerra estaba por la restauración, debido al buen recuerdo del gobierno de los Wittelsbach y a la actitud contraria al nazismo mantenida durante el régimen del NSDAP. Todavía en septiembre de 1954 70 diputados bávaros se declararon en favor de la monarquía. Pero la oposición de las autoridades estadounidenses de ocupación impidió que el proceso restaurador se llevara a cabo.[8]
La princesa Antonieta nunca se recuperó totalmente del cautiverio y murió pocos años después.
El 7 de abril de 1921, Ruperto contrajo matrimonio con la princesa Antonieta de Luxemburgo, hermana de las grandes duquesas Carlota y María Adelaida. De este enlace nacieron seis hijos.
Caballero de la Orden Militar de San Enrique, agosto de 1914; Comandante de 2.ª Clase, junio de 1915; Comandante de 1.ª Clase, enero de 1917; Gran Cruz, mayo de 1918
↑Barbara W. Tuchman, The Guns of August: The Pulitzer Prize-Winning Classic About the Outbreak of World War I (Kindle Location 3936). Random House Publishing Group. Kindle Edition.