Un príncipe-obispo es un obispo que, además de ser la máxima autoridad religiosa en una diócesis, es gobernante o jefe de Estado en el territorio de la diócesis o en parte de este. En los casos en que la máxima autoridad civil la ejerzan un arzobispo o un abad los términos equivalentes son príncipe-arzobispo o príncipe-abad.
El Principado de Stavelot-Malmédy (en Lieja) fue también un Estado soberano regido por un príncipe-abad.
La mayoría de estos principados religiosos desaparecieron a principios del siglo XIX, cuando Francisco I de Austria disolvió el Sacro Imperio Romano Germánico y fundó la Confederación del Rin. Algunos también fueron anexionados por Francia.