Como poeta, su reducida obra se caracteriza por un marcado clasicismo y perfeccionismo formal. Su mejor expresión se encuentra en las visiones del paisaje mallorquín, como se puede ver en dos de sus poemas más famosos, Los tarongers de Sóller y L'olivera mallorquina. Su obra poética fue recogida en Poesies catalanes (1892) y supone la incorporación de la literatura mallorquina a la Renaixença.
Notas
↑Publicó textos en catalán como «Joseph Lluis Pons y Gallarza»,[2][3] y en castellano como «José Luis Pons y Gallarza».[4] En textos contemporáneos aparece citado de esta última manera en español[5] así como, en textos en catalán, con la grafía moderna «Josep Lluís Pons i Gallarza».[6]
↑Puede encontrarse alguna fuente que ubica su deceso en Palma.[1]