Edwards era colaborador asiduo de diversos diarios, tanto de Chile (su columna de opinión aparecía cada viernes en La Segunda), como de Argentina (La Nación), de España (El País), de Francia (Le Monde) o de Italia (Corriere della Sera).
Primeros años de vida
Hijo de Sergio Edwards Irarrázabal y Carmen Valdés Lira, fue el menor de los hermanos Edwards Valdés, familia compuesta por Carmen, Laura, Angélica, Luis Germán y él mismo. Era descendiente directo de José Miguel Carrera, por el lado materno.
Fue educado por los jesuitas en el Colegio San Ignacio, donde fue alumno del padre Hurtado, santo chileno canonizado en 2005. En la revista de dicho colegio publicó sus primeros escritos y fue por entonces que también se aventuró en la poesía.
Estudió Derecho en la Universidad de Chile, donde ingresó en 1950. Dos años más tarde vio la luz su primer libro, una recopilación de cuentos titulada El patio.
Se encontraba casado con Pilar Fernández de Castro Vergara, la pareja tenía dos hijos: Ximena y Jorge.
Al regresar de Francia, donde permaneció hasta 1967, el Ministerio de Asuntos Exteriores lo nombró jefe del departamento para Europa Oriental.
Durante su primera misión diplomática en la capital francesa trabó amistad con Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, entre otros. Su nombre está asociado, por tanto, al llamado boom latinoamericano. Después de la publicación de Persona Non Grata su relación con muchos de estos escritores se vio alejada, por ejemplo con Julio Cortázar, quien dijo «ese Jorge Edwards es mi amigo, pero no tengo ganas de verlo».[3]
En 1971 el gobierno de Salvador Allende lo nombró encargado de negocios en la embajada chilena en la Cuba de Fidel Castro. Fruto de esas experiencias sería su obra Persona Non Grata (1973), en la que realiza una crítica de la sociedad cubana. El libro, que conseguiría el raro mérito de ser prohibido tanto por el gobierno cubano como por el chileno, le granjeó la enemistad de las fuerzas políticas de izquierda y creó una gran polémica entre los escritores latinoamericanos.[4]
A su regreso de Cuba, Edwards fue enviado de nuevo como secretario de embajada a París, donde estaría a las órdenes de Pablo Neruda. Tras el golpe de Estado con Augusto Pinochet a la cabeza, Edwards se vio forzado a abandonar la carrera diplomática. Se exilió en Barcelona, donde trabajaría en la editorial Seix Barral, dedicándose a la literatura y al periodismo.
Edwards volvió en 1978 a Santiago de Chile, donde fue uno de los fundadores y, posteriormente, presidente del Comité de Defensa de la Libertad de Expresión. En 1988 fue uno de los fundadores del movimiento político Independientes por el Consenso Democrático.[5] Restablecida la democracia, el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle lo nombró embajador ante la Unesco (1994-1996).
En 2010 fue designado embajador en París por el nuevo gobierno de Sebastián Piñera, político al que Edwards había apoyado públicamente durante la campaña electoral, a pesar de que el otro candidato era Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En ese mismo año, le fue concedida la nacionalidad española por carta de naturaleza.[6]
En noviembre de 2012 reveló que a los once años fue objeto de abusos sexuales por parte de un sacerdote apellidado Cádiz, cuando estudiaba en el colegio San Ignacio.[7]
La temática de Edwards supuso un distanciamiento de la habitual literatura chilena, ya que soslaya el tema ruralista y se centra en los ambientes urbanos y mesocráticos del país. En Chile se le clasifica en la Generación Literaria de 1950.[9]
Ha publicado una docena de novelas en las que ha tratado la decadencia de una familia de clase media (El peso de la noche), el Chile del golpe de Estado de 1973 (Los convidados de piedra), temas relacionados con el arte (La mujer imaginaria) y muchos otros; en varios libros se ha inspirado en personajes reales: Enrique Lihn (La casa de Dostoievsky), Joaquín Toesca (El sueño de la historia), Pablo Neruda (Oh, maligna), María Edwards McClure (La última hermana) o Michel de Montaigne (La muerte de Montaigne). Ha incursionado en todos lo géneros, con excepción del teatro: poesía en su temprana juventud, narrativa más tarde (además de novela, tiene varios libros de cuentos), crónica, ensayo y memorias.
Obras
Novelas
El peso de la noche, sobre la decadencia de una familia de clase media, Editorial Seix Barral, Barcelona, 1965
Los convidados de piedra, ambientada en el golpe de Estado de 1973; Seix Barral, Barcelona, 1978
El museo de cera, una alegoría política; Bruguera, Barcelona, 1981
La mujer imaginaria, sobre la liberación de una artista de clase alta en la mediana edad, Plaza & Janés, Barcelona, 1985
El anfitrión, una recreación moderna del mito de Fausto; Plaza & Janés, Barcelona, 1987
El origen del mundo, una reflexión sobre los celos, ambientada en París; Tusquets, Barcelona, 1996
El sueño de la historia, inspirado en la vida del arquitecto italiano Joaquín Toesca, una de cuyas obras es el Palacio de la Moneda en Chile; Tusquets, Barcelona, 2000
Oh, maligna, sobre el amor entre Pablo Neruda y la birmana Josie Bliss; Acantilado, Barcelona, 2019.
Cuentos
El patio, 1952; contiene ocho cuentos:
«El regalo»; «Una nueva experiencia»; «El señor»; «La virgen de cera»; «Los pescados»; «La salida»; «La señora Rosa» y «La desgracia»
Gente de la ciudad, 1961; contiene ocho cuentos:
«El funcionario»; «El cielo de los domingos»; «Rosaura»; «A la deriva»; «El fin del verano»; «Fatiga»; «Apunte» y «El último día»
Las máscaras, 1967; contiene ocho cuentos:
«Después de la procesión»; «La experiencia»; «Griselda»; «Adiós Luisa»; «Los domingos en el hospicio»; «Los zulúes»; «Noticias de Europa»; «El orden de las familias»
Fantasmas de carne y hueso, 1992; contiene ocho cuentos:
«La sombra de Huelquiñur»; «El pie de Irene»; «Creaciones imperfectas»; «Cumpleaños feliz»; «La noche de Montparnasse»; «El amigo Juan»; «Mi nombre es Ingrid Larsen» e «In memoriam»
La inmortalidad de los relojes y otros cuentos, 2015; contiene seis cuentos:
«Manterola y Williamson»; «La inmortalidad de los relojes»; «Longotoma»; «El botero de Don Claudio»; «Después de la procesión»; «El orden de las familias»
Obra periodística
El whisky de los poetas, 1997
Diálogos en un tejado: crónicas y semblanzas, 2003
Prosas inflitradas, columnas y ensayos; Reino de Cordelia, Madrid, 2017
Selecciones, antologías
Temas y variaciones: antología de relatos, 1969, ed. de Enrique Lihn
Cuentos completos, 1990
Otros
Persona non grata, testimonio sobre sus experiencias como embajador chileno en Cuba; Barral Editores, Barcelona, 1973.
↑Sin embargo, muchos años después, a pesar de los inconvenientes y abandonos que ese libro le trajo, Edwards dice que «llego a la conclusión de que no me arrepiento de haberlo escrito, y de haberlo publicado a su debido destiempo» (en: Persona non grata, Madrid, Cátedra, 2015. Edición de Ángel Esteban y Yannelys Aparicio). En su prólogo a la edición de 2017, Juan Carlos Chirinos indica que «si me pidieran que nombrara solo dos títulos del siglo xx latinoamericano de los que tuviera personal certeza que trascenderán su época, no lo dudaría un instante: Cien años de soledad y Persona non grata.» (en: El rey siempre está desnudo en Persona non grata, Caracas, El Estilete, 2017. ISBN 980-778-621-5).
Jorge Edwards en MemoriaChilena Contiene una biografía, cronología, fotos y artículos, además de tres libros que se pueden descargar gratuita y legalmente: El patio, Gente de la ciudad y El whisky de los poetas.