Hijo del ingeniero de minas Juan Antonio Rojas y de Celia Pizarro, queda huérfano de padre a los cuatro años de edad. En 1926 la madre se muda de Lebu con sus seis hijos a Concepción, donde, gracias a una beca, el futuro poeta estudia en el Seminario Conciliar.
En 1934 abandona el Seminario y viaja a Iquique, donde retoma sus estudios de secundaria en el liceo de la ciudad; colabora en el periódico El Tarapacá. Allí obtiene su primer galardón literario, al recibir un poema suyo el primer premio en Los juegos Florales. Dos años más tarde regresa a Concepción, donde completa el último curso de Humanidades en el Liceo de Hombres. Funda la revista Letras, en cuyas páginas publica el ensayo «Los treinta años de Pablo Neruda».[21]
Ingresa a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, en Santiago, en 1937, pero al año siguiente se traslada al Instituto Pedagógico donde inicia sus estudios de literatura. En 1938 se convierte en miembro del grupo surrealistaLa Mandrágora, del que se alejaría en 1942. Para financiar sus estudios, trabaja algunos años como inspector en el Internado Nacional Barros Arana (1938-1941).
En 1940, el mismo año que muere su madre, conoce a María Mackenzie, una joven de ascendencia escocesa con quien en 1942 decide dejar la capital para ir a vivir a Atacama y con quien contrae matrimonio en 1946. Su primer hijo, Rodrigo Tomás Rojas Mackenzie, nace en Vallenar en 1943.[22] En Atacama trabaja primero como maestro, dedicándose más tarde a la alfabetización de los trabajadores. A continuación vive con su familia un breve plazo en Calbuco, en el sur de Chile.
Es jefe de redacción en la revista Antártica de Santiago (1944) y profesor de castellano y filosofía en el colegio alemán y en el liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso entre 1946 y 1952, donde participa en la fundación del Instituto Pedagógico. Luego, entre 1952 y 1973, se desempeña como profesor titular en la Universidad de Concepción de las cátedras de Literatura Chilena y Teoría Literaria. En ella funda el Departamento de Español, desde el cual, y bajo el alero de dicha casa de estudios, pone en marcha diversas actividades, como las Escuelas de Temporada, creadas por él en 1953 y los Encuentros de Escritores de Chile y de América, entre los años 1958 y 1962,[23] además de las Escuelas Internacionales de Verano. Después del triunfo de la Reforma Universitaria, en 1968, es elegido para el cargo de vicerrector de Extensión y Comunicaciones.
En 1958 reúne por primera vez en Chile a los escritores del país para dialogar acerca de la situación de la literatura nacional a veinte años de la Generación del 38.[24] El Primer Encuentro de escritores de Chile tiene lugar en el Salón de Honor de la Universidad de Concepción en enero, y el segundo, en junio del mismo año, en la ciudad de Chillán.[23]
Luego, en 1962, convoca a escritores, científicos, filósofos, juristas, artistas plásticos, tales como Linus Pauling, Carlos Fuentes, Pablo Neruda, Osvaldo Guayasamín, Oscar Niemeyer, John D. Bernal, Mario Benedetti, Alejo Carpentier, Augusto Roa Bastos, José María Arguedas, Héctor Agosti, Giannpietro Puppi, Thiago de Melo, Benjamín Carrión, Mariano Picón Salas, José Miguel Oviedo, Francesco Flora, Frank Tannenbaum, Jorge Millas, Claribel Alegría, José Bianco, Robert Merton, Miguel Serrano, Anatoli Svorykin, Nobushige Ukai, Robert Ulich, Roberto Torreti, José Ricardo Morales, entre otros. Los debates se centran en los dos temas propuestos por Rojas: “Imagen de América Latina” e “Imagen del hombre actual”. Con posterioridad, algunos escritores de América latina como Carlos Fuentes y José Donoso aventuraron la tesis de que el nacimiento del llamado boom literario de Latinoamérica hubiera tenido allí su punto de partida.
Vida en el extranjero
En 1959, reside unos meses en Europa (París, Londres, Roma y Madrid); becado por la Unesco, en París se reencuentra con Hilda May, una joven que había sido su alumna en la Universidad de Concepción que luego llegará a ser su segunda esposa . De este matrimonio nace en 1964 su segundo hijo, Gonzalo Rojas-May Ortiz.[25][26][27] Más adelante Hilda May estará a cargo de la selección de las poesías de algunas antologías de Rojas y en 1990 escribe su estudio sobre la obra de Rojas (La poesía de Gonzalo Rojas, Hiperión, Madrid, 1991).
El presidenteSalvador Allende lo nombra consejero cultural en China (1970-1972) y encargado de negocios en Cuba (1972-1973). Tras el golpe de 1973 se le anulan sus documentos de identidad y se le prohíbe regresar al país, donde es exonerado como profesor de todas las universidades chilenas. El exilio lo lleva primero a la República Democrática Alemana (1974-1975), donde asume una cátedra en la Universidad de Rostock y luego a Venezuela (1975-1980), donde primero trabaja en el Centro Rómulo Gallegos y más tarde ejerce la docencia en la Universidad Simón Bolívar.
Proscrito en Chile de todas las universidades por la dictadura militar, asume tareas académicas en Estados Unidos entre 1980 y 1994, donde se desempeña como profesor visitante en las universidades Columbia, Pittsburgh, Austin, y en la de Chicago (1980-1985), y titular en la Brigham Young University de Provo, Utah. (1985-1994).
Regresa a Chile en 1994, radicándose en la ciudad de Chillán en la casa de su esposa. En 1995 muere allí su segunda esposa, Hilda May, tras una larga enfermedad.
En 2002 es nombrado miembro de honor de la Academia Chilena de la Lengua. Numerosas universidades de América y de España le confieren el título de doctor honoris causa.
Fallecimiento
En septiembre de 2010 contrae una neumonía que compromete su estado general. El 22 de febrero de 2011 Rojas sufre un accidente cerebrovascular, que lo mantiene en estado crítico y con soporte médico las 24 horas del día en su casa de Chillán. El 12 de marzo es trasladado a un centro asistencial de Santiago, donde permanece hasta su fallecimiento, a la edad de 93 años, la madrugada del 25 de abril.
A su muerte, el gobierno chileno decretó dos días de duelo oficial.[28][29][30]
Sus restos son velados en el Museo de Bellas Artes, donde recibe el masivo homenaje del pueblo de Chile en presencia del presidente de Chile, Sebastián Piñera, miembros de su gabinete y parlamentarios. Sus restos son despedidos por el presidente Piñera, por el exjefe de Estado Ricardo Lagos, por el poeta colombiano José Manuel Roca en representación de los escritores iberoamericanos, por el poeta Oscar Hahn y por su hijo Rodrigo Tomás.[31][32]
Autor fragmentario, su primer libro, La miseria del hombre (con ilustraciones de Carlos Pedraza), fue publicado en 1948 y dio origen a encontradas opiniones por parte de los críticos; Alone llegó a decir: «Al paso que llevan, las letras nacionales no prometen nada bueno». En cambio, los poetas lo recibieron muy bien; así, Miguel Arteche expresó: «Seguramente no va a gustar a ciertos críticos almibarados, sucios de espíritu. (...) Este es un libro que tiempo hacía no se presentaba en nuestro país» y Gabriela Mistral en carta a Gonzalo Rojas dijo: «Me ha tomado mucho, me ha removido y, a trechos, me deja algo parecido al deslumbramiento de lo muy original, de lo realmente inédito. (...) Lo que sé, a veces, es recibir el relámpago violento de la creación efectiva, de lo genuino, y eso lo he experimentado con su precioso libro».[cita requerida]
Pasaron 16 años antes de que publicara su segundo libro, Contra la muerte, en 1964. Rojas expresaría: «Mientras mi primer libro había tenido un grado de audiencia dispar, pero intensa, el segundo tuvo una acogida mayor. Sin presumir, puedo decir que situó mi nombre en América Latina».[cita requerida]
A partir de entonces publicará periódicamente poemarios y antologías, en total más de 50 libros. Su poesía, inicialmente catalogada de expresionista por algunos, recoge, según él mismo ha manifestado, influencias del surrealismo (aunque él no se consideraba surrealista), de los poetas clásicos greco-latinos y de los poetas místicos españoles.
Considerado uno de los más grandes poetas iberoamericanos del siglo XX, fue distinguido con importantes galardones y a lo largo de su vida recibió más de veinte doctorados honoris causa de universidades latinoamericanas, europeas y norteamericanas. Entre los galardones más destacados que le fueran conferidos se encuentra la primera versión del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1992), cuyo jurado estaba compuesto por Octavio Paz, Álvaro Mutis, José Hierro y Fernando Lázaro Carreter. Ese mismo año recibe el Premio Nacional de Literatura de Chile, en 1997 le conceden el Premio José Hernández, la más alta distinción literaria de Argentina,[24] en 1998, en México, el Premio Octavio Paz de poesía y ensayo[24] y en 2003 se anuncia en Madrid que le ha sido otorgado el Premio Miguel de Cervantes de literatura, máximo reconocimiento de la lengua española.[24]
Su poesía está traducida a varios idiomas: alemán, chino, francés, griego, inglés, italiano, japonés, portugués, rumano, ruso, sueco, polaco, turco, árabe e hindi.
Transtierro, versión antológica: 1936-1978; Taranto, Madrid, 1979
Antología breve, selección y nota introductoria de Hernán Lavín Cerda; Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura, UNAM, México, 1980 (2009)
50 poemas, con ilustraciones de Roberto Matta; Ediciones Ganymedes, Santiago, 1982
Críptico y otros poemas, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México, 1984
El alumbrado, con ilustraciones de Roberto Matta; Ediciones Ganymedes, Santiago, 1986
El alumbrado y otros poemas, Cátedra, Madrid, 1987
Materia de testamento, Hiperión, Madrid, 1988
Antología personal, prólogo de Eduardo Vázquez; Premiá, Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura, UNAM, México, 1988
Schizotext and Other Poems / Esquizotexto y otros poemas, edición bilingüe; Peter Lang Publishing, 1988
Desocupado lector, Hiperión, Madrid, 1990
Zumbido, con ilustraciones de Víctor Ramírez; Llibres de Phalartao, Barcelona, 1991
Antología de aire, 1991 (selección de textos, Hilda R. May; Fondo de Cultura Económica, Santiago, 1996; Fondo de Cultura Económica USA, 1999)
Las hermosas, poesías de amor, selección de Hilda R. May; Hiperión, Madrid, 1991
Cinco visiones, prólogo de Carmen Ruiz Barrionuevo; Ediciones Universidad de Salamanca, Patrimonio Nacional, Salamanca, 1992
Carta a Huidobro y Morbo y Aura del mal, Talleres Gráficos Star Ibérica, Madrid, 1994
Río Turbio, El Kultrún/Barba de Palo, Valdivia e Hiperión, Madrid, 1996
80 veces nadie, 1997
Obra selecta, selección, prólogo, cronología, bibliografía y variantes, Marcelo Coddou; edición revisada por Gonzalo Rojas; cuidado de la edición, José Ramón Medina; Biblioteca Ayacucho, Caracas / Fondo de Cultura Económica, Santiago, 1997
Tres poemas, prólogo de Marcelo Coddou; Universidad de Playa Ancha Editorial, Valparaíso, 1998
Diálogo con Ovidio, con ilustraciones de Roberto Matta; Editorial Aldus, Eldorado, México, 2000
↑ abcde«150 ñublensinos que marcan la historia de Chillán y la región». Edición especial "150 años de Diario La Discusión" (Chillán, Chile). 5 de febrero de 2020. p. 70 - 99.|fechaacceso= requiere |url= (ayuda)