James Kenneth Galbraith (nacido el 29 de enero de 1952) es un economistaestadounidense.[1] Actualmente es profesor en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs y en la Universidad de Texas.
Actualmente, James K. Galbraith es profesor de la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs de la Universidad de Texas (Austin). Dirige el University of Texas Inequality Project (UTIP), que fue descrito por el historiador de la economía Robert Skidelsky como un esfuerzo pionero en la medición de la desigualdad económica.[4] Su último libro se titula Welcome to the Poisoned Chalice: The Destruction of Greece and the Future of Europe (Yale University Press, 2016).[5]
Defiende que hoy en día Estados Unidos ha caído víctima de una clase depredadora que controla el gobierno y los recursos financieros.
"Hoy el rasgo característico del moderno capitalismo estadounidense no es ni la competencia benigna, ni la lucha de clases, ni la utopía de una clase media inclusiva. En su lugar, la depredación se ha convertido en el rasgo dominante. Un sistema en el que los ricos celebran un festín sobre los sistemas en decadencia construidos por la clase media. La depredación no define a todos los agentes creadores de riqueza. Pero es su propiedad característica, su fuerza motriz. Y sus agentes controlan totalmente el gobierno bajo el que vivimos."[6]
"Hay una razón por la cual los imperios son vulnerables. Mantenerlos frente a la oposición requiere la guerra - incesante, sin pausa, sin fin. Y la guerra es ruinosa - tanto legal, moral como económicamente. Puede arruinar a los perdedores, como la Francia napoleónica, o la Alemania imperial en 1918. Y puede arruinar también a los vencedores, como fue el caso para los británicos y los soviéticos en el siglo XX. Al contrario, Alemania y Japón se volvieron a levantar después de la Segunda Guerra Mundial, en parte gracias a que no tuvieron que pagar indemnizaciones ni malgastar la riqueza nacional en gastos de defensa después de la derrota... El verdadero coste económico de la formación del imperio de Bush es doble: desvía la atención de los problemas económicos interiores aplazando su resolución y sitúa a los Estados Unidos en una vía imperial que es ruinosa a largo plazo."[7]
Galbraith se manifiesta igualmente crítico con los paradigmas actuales de su profesión.
"Las figuras contemporáneas dominantes en la economía, a saber la generación de los cuadragenarios y quincuagenarios, se han reunido para formar una especie de politburó del pensamiento económicamente correcto. Por regla general -como puede esperarse de un club de caballeros- esto les ha llevado a equivocarse sobre todos los problemas políticos importantes, y no sólo recientemente sino durante décadas. Predicen el desastre cuando no se avecina ninguno. Rechazan la posibilidad de acontecimientos que se producen a continuación. Se oponen a reformas básicas, elementales y convenientes, ofreciendo en su lugar placebos. Fingen sorpresa cuando sucede algo adverso. Y cuando finalmente se dan cuenta de que su posición simplemente es insostenible, cambian de tema en lugar de cuestionar sus ideas."[8]
Publicaciones
en inglés
Balancing Acts: Technology, Finance and the American Future (1989)
Created Unequal: The Crisis in American Pay (1998)
Inequality and Industrial Change: A Global View (2001), co-edited with Maureen Bemer, Cambridge University Press