Enric Valor i Vives (Castalla, Alicante, 22 de agosto de 1911-Valencia, 13 de enero de 2000) fue un narrador español. Hizo uno de los trabajos más importantes de recolección y recuperación de la lexicografía valenciana y fue uno de los principales promotores de la estandarización y normalización del idioma valenciano.
Biografía
Desde pequeño tuvo vocación de escritor, dado que se crio en un ambiente familiar culto, contando con una excelente biblioteca. En 1932, Adolf Pizcueta, director del semanario El Camí, descubrió en una publicación de Alicante un cuento suyo, escrito con 15 años, «L'experiment de Strolowickz», el cual publicó, a la par que invitó al joven autor a unirse a las tertulias que se celebraban en una cafetería del paseo de Ruzafa de Valencia, organizadas por Xavier Casp. Bajo la influencia de Pizcueta, se hizo nacionalista y le animó a profundizar en el estudio del valenciano. Paulatinamente se interesó por la lingüística, dejando en un segundo plano la narrativa, aunque sin abandonarla del todo. En 1934 impulsó, desde el semanario El Tío Cuc de Alicante, las normas contemporáneas del valenciano a través de sus primeros cursos de lengua catalana.[1]
Durante la guerra civil española participó como combatiente en el bando gubernamental y al finalizar, perseguido por su activismo nacionalista en el campo de la cultura, pasó por prisión. Tras salir reanudó sus trabajos sobre el valenciano, y suministró el léxico del valenciano meridional para el Diccionari català-valencià-balear, dirigido por Francesc de Borja Moll. También destacaron sus estudios en el campo del folclore, recopilando cuentos, fábulas e historias populares en la comarca de Alcoy, que se plasmarán en su obra Rondalles valencianes.
Junto con Carles Salvador y Sanchis-Guarner, fue uno de los principales promotores de la normativización del valenciano en la Comunidad Valenciana, difundiendo la gramática de Pompeu Fabra con obras como Curso de la lengua valenciana (Gorg, 1961), Millorem el llenguatge (1971), y Curso medio de gramática catalana referida especialmente al País Valenciano (1973), que se pudo publicar en catalán en el año 1977 (Tres i Quatre).
En 1983 publicó La flexió verbal (Tres i Quatre), ordenando la amplia dialectización valenciana de la conjugación verbal, con lo que se convirtió en el referente principal para la normativa actual de los verbos. Esta obra se utilizó como material básico para la enseñanza obligatoria de los escolares valencianos.
En abril de 2021, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Muchamiel conformado por PP y Ciudadanos aprobó con el apoyo de Vox retirar de una avenida el nombre del lingüista alicantino —dedicada en 2003 por unanimidad de todos los grupos políticos— y rebautizarla como Avenida de España. La decisión generó polémica y provocó debates en las Corts, la Diputación y críticas del Ministerio de Cultura.[3][4]Finalmente se aprobó el cambio asignando su nombre a otra avenida de la localidad.[5]