La Copa Mundial de la FIFA México 1970 fue la novena edición de la Copa Mundial de Fútbol. Se celebró en México, entre el 31 de mayo y el 21 de junio. Un total de 16 selecciones nacionales participaron en la ronda final, reunidas en cuatro grupos de 4 equipos; luego los dos primeros de cada sector avanzaron a la ronda de cuartos de final, a partir de la cual se dieron duelos de eliminación directa. Fue el primer mundial en donde se implementaron las tarjetas amarilla (amonestación) y roja (expulsión).[1]
Este torneo es considerado por diversos expertos como uno de los mejores en la historia del fútbol, debido tanto a su juego limpio (no hubo expulsados en todo su desarrollo) como a los diversos planteles que asistieron con algunos de los mejores jugadores de este deporte, como Pelé y Franz Beckenbauer.[2]
Durante los cuartos de final se dieron grandes exhibiciones futbolísticas: Uruguay venció a Unión Soviética con un gol en los minutos finales de la prórroga, Italia remontó el partido contra México con un categórico 4-1, Brasil venció 4-2 a Perú en un partido con un gran despliegue ofensivo de ambos bandos (49 tiros a puerta en total: 27 brasileños y 22 peruanos) y la Alemania Federal remontó el partido ante la campeona defensora Inglaterra en la prórroga, luego de ir abajo por dos goles.
Los seleccionados de la Alemania Federal, Brasil, Italia y Uruguay, todos campeones de torneos previos, llegaron a las semifinales. Además, Brasil, Italia y Uruguay habían obtenido anteriormente dos veces la copa, por lo que eran candidatos a obtenerla en propiedad en caso de coronarse campeones. Mientras Brasil derrotó a Uruguay por 3-1 en el Estadio Jalisco, Italia y la Alemania Federal se enfrentaron en el Estadio Azteca en uno de los partidos más memorables y, quizás, el mejor de la historia. Luego de los noventa minutos, ambos equipos se encontraron empatados a 1 gol, por lo que se realizó una prórroga que terminó con victoria italiana por 4-3. Este juego es conocido como el «partido del siglo».
En la final, Brasil derrotó a Italia por 4-1. Así, el equipo sudamericano se coronó por tercera vez en su historia como campeón del mundo, adjudicándose definitivamente la Copa Jules Rimet.
Antecedentes
De acuerdo a los criterios de rotación continental, el torneo de 1970 debía ser organizado por un país americano, luego que en 1966 fuese realizado en Inglaterra. Por primera vez, México presentó una candidatura, mientras Argentina lo hizo por cuarta vez (previamente había intentado organizar los eventos de 1938, 1942 y 1962). Una gran controversia se había desatado durante el proceso de la candidatura debido a que México ya había sido elegido en 1963 sede de los Juegos Olímpicos de 1968. La FIFA y el Comité Olímpico Internacional analizaron si organizar dos eventos de dicha magnitud en un lapso de dos años no sería perjudicial para la organización de sus respectivas justas. Sin embargo, el máximo organismo del fútbol llegó a la conclusión de que la infraestructura que heredaría la XIX Olimpiada iba a ser benéfica para la organización del evento. Este hecho, aunado a que el comité organizador presentó a la FIFA la maqueta del Estadio Azteca —que ya se encontraba en construcción y dos años después estaría terminado—, junto con la mayor estabilidad política de México en ese momento, inclinaron la balanza a su favor.
Así, aun cuando los sudamericanos tenían una trayectoria futbolística mayor, México obtuvo 56 votos contra 32 de los platenses en la elección realizada en Tokio, el 8 de octubre de 1964. De este modo, México se convirtió en el primer país en organizar unos Juegos Olímpicos y una Copa Mundial de Fútbol de forma consecutiva.
75 equipos se inscribieron para las clasificatorias continentales, pero 5 se retiraron. Descontando los clasificados automáticos (México e Inglaterra, organizador y campeón defensor respectivamente), participaron 68 equipos, que disputaron 170 partidos y anotaron 542 goles.
A diferencia del torneo anterior, los equipos africanos recibieron por primera vez un cupo directo (Egipto había clasificado en 1934 debido al retiro de sus contrincantes), que alcanzó Marruecos.
En Europa, Checoslovaquia eliminó en un partido definitorio a Hungría, campeón olímpico, mientras que Argentina no se clasificó luego de una importante derrota en La Paz ante Bolivia, más otra derrota en Lima ante Perú y un empate en el último partido contra Perú jugado en Buenos Aires. Esta fue una página amarga de la historia del fútbol argentino (su única ausencia después de fallar en las eliminatorias).[3]
Sin embargo, quizás el hecho más recordado de estas clasificatorias fue la llamada «guerra del Fútbol». Honduras y El Salvador llevaban meses de tensión debido a diversas disputas de carácter económico, político, fronterizo y migratorio. Durante la segunda fase de la clasificatoria de la Concacaf, ambos países se debían enfrentar en partidos de ida y vuelta para definir qué equipo pasaba a la tercera fase.
En el primer partido, disputado en Tegucigalpa el 8 de junio de 1969, el combinado local venció por 1-0. Pero en el encuentro de vuelta, celebrado el 15 de junio en San Salvador y terminado con victoria por 3-0 para los salvadoreños, la hinchada se descontroló. Doce hinchas hondureños habrían sido asesinados por la multitud local, mientras en Honduras los inmigrantes salvadoreños eran atacados. Ambos Gobiernos cerraron las fronteras y la tensión llegaría a niveles límites, mientras la asociación de fútbol de Honduras presentaba reclamos a la FIFA acusando amenazas de muerte hacia sus jugadores.
Un tercer partido disputado en Ciudad de México el día 26, en el Estadio Azteca, confirmaría con una victoria por 3-2 la supremacía del conjunto salvadoreño, que, tras vencer en la fase final contra Haití, obtendría el pase a la fase final de la Copa Mundial.[4] Sin embargo, la tensión entre ambos países crecería con el correr de los días. El ejército salvadoreño invadió Honduras el 14 de julio de 1969. Al menos 2000 personas fallecieron durante el conflicto bélico, que terminó seis días después gracias a la mediación de la Organización de Estados Americanos.
En el terreno deportivo, Brasil era dirigido por el entrenador João Saldanha. Su particular personalidad y su conocida militancia comunista durante la dictadura militar en que se encontraba su país provocaron diversas polémicas en torno a su figura, destacándose la que lo enfrentó con Pelé. Saldanha publicó en el periódico O Globo que Pelé sufría de miopía y una lesión en la cadera, lo que provocó la molestia del jugador y el posterior desmentido. Saldanha finalmente anunció que no convocaría al delantero para el torneo, pero el entrenador fue despedido de su puesto y fue reemplazado por Mário Zagallo, que repuso a Pelé en la nómina de jugadores.
Por primera vez, el torneo fue transmitido por televisión a color y cámara lenta para algunas cadenas que disponían de dicha tecnología, mientras Adidas se convirtió en auspiciador oficial y proveedor del primer balón diseñado especialmente para el evento: el Telstar, balón compuesto por 20 hexágonos blancos y 12 pentágonos negros, que reemplazaba a los tradicionales balones marrones de 18 gajos. El Telstar sería la base de la imagen tradicional actual de una pelota de fútbol.
Siguiendo la tradición impuesta en el mundial anterior, fue creada una mascota. Esta vez fue un niño vestido con trajes tradicionales llamado Juanito y un águila llamada Pico.
Brasil es el tercer país en ganar todos los partidos que disputó. Jairzinho es el tercer jugador en anotar en todos los partidos que disputó. Pelé es el primero y hasta el momento el único en ganar tres mundiales como jugador, y fue el segundo en anotar en dos finales de Mundiales.
El Balón de Oro se otorga al mejor jugador de la competición, quien es escogido por un grupo técnico de FIFA basándose en las actuaciones a lo largo de la competencia. Para la evaluación son tomados en cuenta varios aspectos, como las capacidades ofensivas y defensivas, los goles anotados, las asistencias a gol, el liderazgo para con su equipo, el comportamiento del jugador y la instancia a donde llegue su equipo. El segundo mejor jugador se lleva el Balón de Plata y el tercero, el Balón de Bronce. En esta edición el ganador del Balón de Oro fue el alemánGerd Müller, el Balón de Plata fue para el brasileño Jairzinho y el Balón de Bronce, al peruano Teófilo Cubillas.[5]
↑Murillo Vega, José (noviembre de 1991). La Copa del Mundo: 60 años de historia 1930-1990 (Primera Edición edición). México. pp. 90-91. ISBN968-6707-01-8.
Cosimo Panini, Franco (2010), World Cup Panini Football Collections 1970-2006 (1.ª edición), España: GalaBooks Ediciones, ISBN978-84-937482-0-3.
Rinke, Stefan H.; Schiller, Kay (2014): The FIFA World Cup 1930-2010: politics, commerce, spectacle, and identities. Göttingen 2014, ISBN 978-3-8353-1457-3
Murillo Vega, José (1991), La Copa del Mundo: 60 años de historia 1930-1990 (1.ª edición), México: Memoria Gráfica S.C. Servicios Editoriales, ISBN968-6707-01-8.
La historia de las Copas del Mundo (1.ª edición), México: Televisa, 2006.