La capilla fue construida utilizando dos Nissen huts (dos estructuras cilíndricas de acero corrugado prefabricadas) unidas de extremo a extremo; el interior corrigado fue cubierto con yeso, y tanto el altar como el comulgatorio, construidos con concreto tomado del trabajo en las barreras.[1]
La mayor parte de la decoración interior fue llevada a cabo por Domenico Chiocchetti, un prisionero proveniente de Moena (Trentino-Alto Adigio), que permaneció en la isla para terminar la capilla, aun cuando sus compañeros fueron puestos en libertad antes del final de la guerra.[2]
En 1958 fue creado el Comité de Preservación de la Capilla, conformado por habitantes locales, y dos años después, Chiocchetti regresó a la capilla para contribuir en su restauración; volvió una vez más en 1964, pero estaba muy enfermo para volver en 1992, cuando llegaron los antiguos presos a conmemorar el quincuagésimo aniversario de su llegada a la isla. Finalmente, Chiocchetti falleció en 1999.[2]
La capilla hoy
La capilla todavía se utiliza hoy como lugar de culto de la parroquia católica de Nuestra Señora y San José, perteneciente a la diócesis de Aberdeen. La misa se celebra el primer domingo de los meses más cálidos (de abril a septiembre), además del aniversario del Hundimiento del HMS Royal Oak.
La capilla es una popular atracción turística, visitada cada año por más de 100.000 visitantes y se ha convertido en uno de los símbolos más conocidos de las islas escocesas y entre los más significativos de la reconciliación de posguerra.