La Vuelta recorrió las cuatro provincias gallegas en la primera semana. Tras el esfuerzo colectivo de 29,4 kilómetros se conocerá al encargado de quitar el precinto al primer maillot rojo. Ya en marcha, la primera etapa en línea entre Orense y Baiona dará la primera opción a los sprinters y precederá al primer gran aliciente, el Mirador de Ézaro, lugar espectacular donde se impuso Purito Rodríguez en 2012. Ahí no finalizará el espectáculo, pues la carrera llega a un lugar inédito, San Andrés de Teixido, ya con tres puertos previos.
Tras salir de Galicia llegará el turno para la provincia de Zamora, con meta en Puebla de Sanabria, una jornada previa al inicio de la montaña de León, Asturias y Cantabria, donde se podrán sacar las primeras conclusiones de los aspirantes al podio. La ronda regresa a una de las rampas de nuevo cuño que ya han impactado: La Camperona, en León, que solo se ha subido en la edición de 2014. Una ascensión dura, como para que los favoritos tengan que emplearse a fondo. Un lugar especial que inicia una traca de cuatro finales en alto consecutivos que se completan en Asturias y Cantabria con los finales en el Naranco, Lagos de Covadonga y Peña Cabarga, aunque antes de llegar a esta última meta, el pelotón disfrutará del primer día de descanso. Luego al País Vasco, a revivir la inolvidable etapa de 2011 con el triunfo de Igor Antón en Bilbao, escenario de la duodécima etapa, con el doble paso por El Vivero incluido. Un día después se disputará la jornada más larga en una edición de cortas jornadas: 212 kilómetros entre la capital de Vizcaya y Urdax-Dantxarinea, en Navarra, a un paso de la frontera con Francia. La fase decisiva empezará con la "súper-etapa" que finalizará en el Aubisque, en territorio francés, un guiño al Tour, que por algo su empresa organizadora, ASO, también es principal responsable de La Vuelta.
Una jornada de la grande boucle, con 4 puertos, tres de primera y uno de categoría especial. Por primera vez la ronda española llega al Aubisque, allí donde el 2007 se impuso el danés Michael Rasmussen, antes de ser eliminado por su equipo y de que Contador se enfundara el maillot amarillo de su primer Tour. Ese día también se subirá la Marie Blanque. Del Pirineo francés al español, con la etapa más corta, la decimoquinta, entre Sabiñánigo y Formigal, de solo 120 kilómetros, antes de reencontrarse con la costa en Peñiscola, donde los sprinters reivindicarán su existencia. Llegará la segunda jornada de descanso. La última semana será de infarto. Javier Guillén, director de La Vuelta, habla maravillas de la inédita cima de Más de la Costa, en Castellón, una subida de 4 kilómetros con rampas del 23 por ciento "que hará historia".
Tras otra jornada para velocistas en Gandía, el maillot rojo se terminará de discutir con el reloj y la montaña como testigos. A tres días de llegar a Madrid la cronometrada de 39 kilómetros en Calpe puede resultar decisiva. Los especialistas se frotan las manos en esa cita contra el crono, pero un día después, el penúltimo de La Vuelta, el Alto de Aitana puede guardar las emociones que anhela la organización. Jornada de 184 kilómetros con un puerto de categoría especial, 3 de segunda y 1 de tercera. Al final, 22 kilómetros de subida que salvarán un desnivel de 1.280 metros, a una media del 5,7 por ciento. Finalmente, desde Alicante se irá hasta Madrid, en concreto en el municipio madrileño de Las Rozas de Madrid donde comenzará la última etapa de La Vuelta, de 102,5 kilómetros y una perfecta llegada para los sprinters.
Tomaron parte en la carrera 22 equipos: los 18 UCI ProTeam (al tener asegurada y ser obligatoria su participación), más 4 equipos Profesionales Continentales invitados por la organización. Formando así un pelotón de 198 ciclistas (el límite de ciclistas para carreras profesionales) de 9 corredores cada equipo. Los equipos participantes fueron:[2]
Los principales candidatos a ganar el jersey rojo de la Vuelta a España son el español Alberto Contador, que pese a que cuenta con una corta preparación, llega a la Vuelta con las piernas más frescas luego de su retiro por lesión del Tour; el británico Chris Froome que tras ganar su 3.º Tour de Francia se considera el más fuerte del pelotón, además de contar con el equipo y el bloque más potente; y el colombiano Nairo Quintana, que aunque viene ser tercero en el Tour, sigue siendo uno de los ciclistas más potentes del pelotón y acude a la Vuelta para curar sus heridas.
De las 21 etapas, 13 serán de media y alta montaña, con 10 llegadas en alto. Además contará con 6 etapas planas y 2 contrarreloj, la primera de ellas por equipos.