Su topónimo proviene del latín Virtus; de modo que está dedicado al concepto moral de la virtud. En España hay 378 personas que se apellidan Virtus: De ellas, 186 lo tienen por primer apellido, y 192 como segundo.[4]
Los dos grupos de sepulcros (O tumbas antropomorfas) de la época visigoda, tal como explica la bibliografía, responden a dos parroquias separadas por una distancia patrón equivalente a 300 m. Aunque los sepulcros se encuentran notablemente deteriorados, dan cuenta de dos asentamientos distintos. Durante la reconquista se redactó la primera referencia conocida: Un diploma del año 857, por el que el rey Ordoño I donó al obispoovetense varios lugares "in territorio de Bertux".
También se conoce que entre los siglos X y XII perteneció a la tenencia navarra de Arreba, primeramente en forma de jurisdicción propia; después como parte de la de Bezana. Durante el siglo XII comenzó la construcción de la iglesia de Santa María, seguida por la del castillo de los Porras, en el siglo XIV. Ya en 1352, el lugar de Vertux aparece en el Becerro de las Behetrías como solariego de Nuño, señor de Vizcaya, pero en 1376 aparecería como parte del mayorazgo de Pedro Gómez de Porras.
Edad Moderna
Tanto el castillo como la iglesia adquirieron sus rasgos característicos actuales: El castillo dejó de ser una casa torre, para constituir un recinto amurallado; mientras que la iglesia cambió su tipología de nave simple a cruz latina. En este tiempo, la mayor parte de las edificaciones seguirían al sur de la iglesia, estando no solo estas en el campo visual del castillo, sino todos los campos hasta los pueblos de Bezana y Montoto. El aumento de la población conllevaría la construcción de un molino de agua, cuyas ruinas se encuentran cerca de la iglesia. Algunas de las casas que se conservan hoy día se remontan al siglo XVIII.
El anterior alcalde fue Juan Carlos Díaz (PCAS-TC), si bien desde 2019 la alcaldesa es María del Carmen Díaz (PP). Por costumbre, se usa indistintamente Alcalde de Virtus o Presidente de la Junta Vecinal de Virtus.
Se trata de un palacete de estilo románico-montañés construido en piedra de sillería, proyectado por el arquitecto Lavín del Noval, uno de los representantes de la escuela ecléctico-regionalista montañesa. Fue construido en 1890 y pasó a ser propiedad de la familia santanderina de los Correa en 1903. Durante la guerra civil fue uno de los parajes más disputados del frente del norte.
Es una construcción de estilo gótico que se comenzó a construir a finales del siglo XIV, con sillarejo de piedra arenisca. La torre del homenaje, con planta cuadrada, tres alturas, torreones cilíndricos adosados en las esquinas y ventanas geminadas, se encuentra rodeada por un recinto amurallado al que se accede a través de un arco carpanel. Esta barbacana defensiva, de comienzos del siglo XVI, se construyó con sillares de arenisca.
Iglesia de Santa María la Mayor
Presenta varias fases constructivas, aunque la mayor parte de su fábrica es de época románica, del siglo XII. La planta original es rectangular, con una sola nave, cabecera semicircular al este y espadaña a los pies, realizada con sillar y sillarejo muy regular de piedra arenisca y contrafuertes en las esquinas. Recorre la nave y la cabecera un alero moldurado bajo el que se disponen una serie de canecillos lisos y decorados con motivos animales, humanos y vegetales. El ábside presenta una ventana central abocinada, con una arquivolta, rematada por un bocel en forma de soga, quizás de ascendencia visigoda o asturiana, apoyado en dos columnas con basa y capiteles decorados, estos con motivo vegetal de retícula y leones enfrentados. Actualmente la planta es de cruz latina, al haberle sido adosadas dos capillas laterales en las reformas de los siglos XVI y XVII. La sacristía se encuentra adosada en el muro norte, entre la cabecera y una de las capillas. La espadaña, con un frontón triangular, tiene dos vanos de arco de medio punto, rematados con molduras. El interior tiene cubierta estrellada en la nave, arco triunfal de medio punto y bóveda de horno en el ábside.
El santuario, construido entre 1938 y 1939, se destinó a inhumar los restos de los soldados italianos fallecidos durante la guerra civil en la batalla del Escudo. Esta construcción piramidal de 20 m de altura, construida en cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic, y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época.