En la arquitectura cristiana primitiva, los lados de los arcos triunfales que daban a la congregación solían estar cubiertos de preciosos mosaicos, que solían representar a Cristo triunfante, a los apóstoles o historias bíblicas.
Ejemplos bien conocidos de estos arcos triunfales se pueden encontrar en:
En la arquitectura medieval, el arco de la entrada del coro, normalmente el arco del crucero oriental, se denomina arco triunfal. A veces se caracterizaba por tener una "cruz triunfal" en el interior y/o rematada por una espadaña en el exterior. A veces también se denomina arco triunfal al arco del crucero occidental, especialmente cuando adopta la forma de tres arcos.