Es considerado como uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en México y cuya actividad contribuyó a la construcción de la moderna identidad cultural de ese país.[3][4]
Biografía
Vicente Rojo nació en Barcelona en 1932, siendo el más pequeño de tres hijos y una hija. Su padre, Francisco Rojo, era un ingeniero republicano comunista que se refugió en Francia al terminar la Guerra Civil, para posteriormente lograr el estatus de refugiado político en México, gracias a la política implementada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río.
En un principio el padre partió solo, pero al terminar la Segunda Guerra Mundial, en 1947, hizo venir a México a su familia, empezando por sus dos hijos mayores para luego, en 1949, hacer lo propio con su esposa Teresa y con Vicente, quien llegó a México sin pasaporte; la hija permaneció toda su vida en la España franquista.[5][6]
Durante el periodo en que Vicente no vio a su padre, su madre se encargó de mantener viva la imagen del patriarca. A pesar de ello, el rencuentro fue un episodio intenso para Vicente que le ayudó a desarrollar su capacidad creativa.[5]
Antes de partir a México, hizo sus primeros estudios de dibujo, cerámica y escultura en 1946, en la Escuela Elemental del Trabajo.[5][9]
Ya en su nuevo país, aprendió tipografía y diseño con Miguel Prieto, su jefe en la oficina de ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes. A la par, y con el apoyo de Prieto, ingresó a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda" para aprender pintura. En "La Esmeralda" estuvo bajo la tutela de Agustín Lazo y Raúl Anguiano pero al poco tiempo la abandonó pues "la escuela me había asustado mucho en Barcelona, y aunque no era lo mismo, sentía cierto rechazo al colegio. Estuve nada más seis meses y luego me fui a una academia particular que tenía Arturo Souto, allí comencé a pintar y a aprender a través de pláticas con él, que, como Prieto, era otro pintor español del exilio".[5]
Trayectoria
Miembro de la llamada Generación de la Ruptura, Vicente Rojo fue una figura importante y destacada dentro de las artes de México. Su obra y la diversidad de proyectos y disciplinas que cultivó lo convirtieron en uno de los artistas más respetados del país, considerándose como uno de los personaje más influyentes en la construcción de la cultura mexicana de la segunda mital del siglo XX en México.[3][4][8]
Dentro de las artes plásticas, se le consideró uno de los artistas más importantes del abstraccionismo en México,[6] mientras que en el campo del diseño y la edición, su participación en instituciones y proyectos literarios lo convirtieron en un destacado motor de las letras latinoamericanas.[5]
Expuso en numerosas ocasiones en México y en el extranjero, a partir de 1958.[10]
Trabajo editorial y diseño
En los años 50, Rojo comenzó su larga carrera en el mundo editorial y en el campo del diseño al trabajar en la oficina de ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) donde fue asistente del tipógrafo Miguel Prieto, jefe del área. Posteriormente, participó en proyectos como la revista Artes de México (1953-1963), de la que fue cofundador, director artístico y diseñador del logo; en la Revista de Bellas Artes (1965); «México en la Cultura» (1956-1961), suplemento del diario Novedades dirigido por Fernando Benítez, del que Rojo fue director artístico y luego también editor. Asimismo, colaboró con la Revista de la Universidad de México, de la Universidad Nacional Autónoma de México y en el suplemento «La cultura en México» (1962-1974) de la revista Siempre![4][5]
En 2018, el propio Rojo calculaba haber realizado alrededor de 700 portadas para Era, y cerca de 200 más para otros proyectos editoriales.[11]
ERA
En 1960, Rojo fundó Editorial ERA, al lado de José Azorín y los hermanos Neus, Jordi y Quico Espresate, formando parte del consejo editorial y convirtiéndose en su director de arte.[8][9]
Los Tepetatles
En 1965, Rojo, junto con el artista José Luis Cuevas, otro representante de la Generación de la Ruptura, fueron invitados por el actor y cineasta Alfonso Arau para participar en la imagen del grupo de rock satírico Los Tepetlates. El proyecto, que tuvo una vida corta, incluyó también al escritor Carlos Monsiváis, quien se encargó de escribir las letras de las canciones. El único álbum que publicaron, que incluye la obra de Rojo y Cuevas, se convirtió en objeto de colección.[12][13][14]
Obra
Aunque su primera exposición incluyó obras figurativas, Rojo era reconocido como un representante de la abstracción.[5][6]
Me di cuenta de que lo que me interesaba de esa [primera] exposición no era la figuración sino que había logrado unir textura, geometrización de las figuras y color. Entonces decidí abandonar la figura y comenzar a suavizar o hacer más íntima la geometrización de las figuras, y más sutil el color.[5]
De esos primeros trabajos abstractos, destaca Geometrías en el cual recurre al uso de pedazos de caucho y esferas de goma, con una ausencia casi total de pintura.[6]
Una característica importante del trabajo de Rojo es su producción a partir series, la primera de las cuales llevó por título "Señales" y que produjo entre 1964-1965. Poco tiempo después, en 1970, comenzó "Negaciones" una de sus más famosas, y la cual gira en torno a la letra T.[3][6]
↑«Vicente Rojo». El Colegio Nacional. Consultado el 30 de mayo de 2019.
↑ abc«Vicente Rojo: Escrito/Pintado». Capilla del Arte. Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). 2016. Consultado el 20 de marzo de 2021.
↑ abcdÁlvarez Arregui, Federico; de la Garza, Amanda; Garone Gravier, Marina; Garza Usabiaga, Daniel; Medina, Cuauhtémoc (2015). Vicente Rojo. Escrito/Pintado. Ciudad de México, México: Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC). ISBN978-607-02-6674-4. Consultado el 18 de marzo de 2021.
↑Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. «Premio Nacional de Ciencias y Artes». Secretaría de Educación Pública. Archivado desde el original el 22 de julio de 2011. Consultado el 1 de diciembre de 2009.