Como indican las inscripciones, la tumba perteneció a la familia de los Matunas. Es accesible por un largo dromos, que desemboca en un vasto vestíbulo (una sala «a camera», es decir, abovedada y con un tragaluz simulado) de 6,5 m × 7,8 m, cuyo techo está sostenido por dos columnas con capiteleólico.[1]
Conserva todos los ajuares, los objetos que acompañaban a los difuntos colgados de las paredes, y los frescos están bien conservados.