Se denomina tubo flotador, «churro» de piscina o «flota flota» a un flotador cilíndrico o poligonal flexible de espuma de polietileno expandido (EPE) utilizado normalmente en playas o piscinas como elemento flotante.
El tubo flotador se usa como objeto lúdico en el agua y para el ejercicio acuático,[1] para lo cual se fabrican con distintas densidades, compactos o huecos, y con la posibilidad de enlazarlos entre sí mediante «conectores» del mismo material. Las dimensiones más comunes están alrededor de los 160 cm de largo y 7 cm de diámetro. En las primeras fases del aprendizaje a nadar, especialmente en los niños, no se recomienda su uso.[2] Tampoco se recomienda emplearlo, en el caso de rescates, como sustituto del aro salvavidas; únicamente como material auxiliar.[3]
Otros usos
Los churros de piscina son similares en aspecto a las coquillas que recubren las conducciones hidráulicas como aislante térmico y en algunos casos se han empleado churros como sustitutos de las coquillas, si bien el material y las características de ambos elementos no tienen nada en común. En general, las fundas de aislamiento de tuberías están hechas de espuma de caucho EPDM, que tiene mayor resistencia a altas temperaturas que la espuma de polietileno expandido.