Tomás Le Breton fue uno de los jóvenes que fundaron la Unión Cívica de la Juventud en 1889, la Unión Cívica en 1890, y la Unión Cívica Radical en 1891.
Participó activamente en las revoluciones de 1890, 1893 y 1905.
Fue elegido diputado nacional en 1914 y senador nacional en 1922 por la Unión Cívica Radical. Una vez asumido Marcelo T. de Alvear (1922-1928) la presidencia de la Nación, fue designado Ministro de Agricultura, desempeñándose hasta 1925. También durante la presidencia de Alvear se desempeñó en dos ocasiones como Ministro de Relaciones Exteriores.[3]
Asimismo fue decisiva su acción para promover el cultivo del algodón en el Chaco.[4]
El Pacto Roca-Runciman aseguraba cuotas de exportación de carne argentina estables equivalente a la adquirida en 1938 (punto más bajo de la Crisis del 30), afianzando el vínculo comercial con el Reino Unido. Que establecía que el 85% de las exportaciones de este país debían realizarse a través de frigoríficos extranjeros. La Argentina dispensaría a las empresas británicas un tratamiento benévolo y el país mantendría libres de aranceles el carbón y demás mercaderías que se importaban en ese momento exentas de impuestos, comprometiéndose a comprar en Gran Bretaña el total del carbón que consumía. Junto a claúsulas secretas: donde el Banco Central de la República Argentina contaría con gran predominancia de funcionarios y capitales británicos. Se fijan las bases para la creación de la Corporación de Transporte, que le terminaría por dar a Gran Bretaña el monopolio absoluto de los medios de transporte argentinos. La misma se creó en 1936 en el Pacto Eden-Malbrán, firmado luego de que el Pacto Roca-Runciman caducara y con características muy similares.
A partir de 1933 la empresa de capitales belgas, Compañía Argentina de Electricidad, la empresa eléctrica que abastecía de electricidad a la Capital Federal debía renegociar la concesión del servicio. Siendo subsidiaria de la multinacional SOFINA, que se había transformado en una sociedad anónima argentina para evadir impuestos, comenzó a hacer lobby y en 1936 el grupo empresario presentó ante el Concejo Deliberante el pedido de extensión de la concesión en el tiempo y en el espacio, ya que pretendía ampliar su área de influencia al Gran Buenos Aires. La empresa contactó ese mismo año con
Le Breton, que se encontraba como Embajador en Francia y en septiembre de 1936 arregló una reunión privada entre Alvear y funcionarios de la firma, con el objetivo de que telegrafiara a sus correligionarios ordenándoles que apoyaran el proyecto de la CADE. El 29 de octubre de 1936 con los votos radicales y conservadores, el Concejo Deliberante de Buenos Aires promulgó la ordenanza 8.029 otorgando a la CADE una nueva concesión hasta el año 1997.[5]
KUGLER, Walter F. (1969). «Contribución de los fitomejoradores al progreso de la agricultura argentina». Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. Simposio del Trigo, pp. 32-101.
LUNA, Félix (2004). «El Antipersonalismo». Academia Nacional de Ciencias Morales y políticas. Anales (2004). Archivado desde el original el 6 de julio de 2011.
LUNA, Félix (1964). Yrigoyen. Buenos Aires: Desarrollo.
RAS, Norberto R. (1977). «Tomás A. Le Breton». Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. Miembros de la Academia (Biografías). Archivado desde el original el 27 de noviembre de 2002.