El tipo textual bizantino (también llamado mayoritario, tradicional, y por eclesiástico, constantinopolitano, o sirio) es uno de varios tipos textuales usados en la crítica textual para describir los caracteres textuales del griego de los manuscritos del Nuevo Testamento. Es la forma encontrada en la mayor parte de manuscritos sobrevivientes. El texto del Nuevo Testamento de la Iglesia Ortodoxa griega, la edición Patriarcado de Constantinopla de 1904 está basada en este tipo textual. Aunque varía considerablemente, también es la base del texto griego del Texto Recibido utilizado por la mayoría de las traducciones del Nuevo Testamento en lenguas vernáculas en la era de la Reforma. Las traducciones modernas principalmente usan las ediciones eclécticas que se ajustan con más frecuencia al tipo textual alejandrino.
El texto bizantino también se encuentra en unas cuantas ediciones griegas ortodoxas, debido a que la tradición textual bizantina ha continuado en la Iglesia Ortodoxa del Este hasta la actualidad. El texto utilizado por la Iglesia Griega coincide con los últimos manuscritos minúsculas. Comúnmente se acepta el texto bizantino como estándar.
La forma textual bizantina con frecuencia se marca con las abreviaturas 𝔐 o Biz.
Manuscritos del texto bizantino
Durante algún tiempo en el siglo V se encontraban diferentes tipos de texto en el Este, pero al final el texto bizantino "desplazó casi por completo al resto".[1] El tipo textual bizantino tiene por mucha diferencia el mayor número de manuscritos de los que han sobrevivido, varios de ellos escritos un el estilo más reciente, minúsculas y en escritura de ortografía politónica, que fue inventado en el siglo III a. C. por Aristófanes de Bizancio, pero que tomo varios siglos para ser aceptado en el círculo erudito. Por ejemplo, de los 522 manuscritos completos o casi completos de las Epístolas generales reunidos por el Instituto de Investigación textual del Nuevo Testamento en Muñiste (Münster), Alemania, 372 de ellos atestigüan lecturas bizantinas en al menos el 90% de los 98 lugares de examen. Entre los manuscritos más antiguos que sobreviven, la situación se invierte. Existen seis manuscritos de antes del siglo IX que se ajustan al tipo textual bizantino; de los del siglo V el Códice Alejandrino, (el más antiguo), es bizantino únicamente en los Evangelios siendo el resto alejandrino.
En comparación, el tipo textual alejandrino es atestigüado por nueve unciales sobrevivientes más antiguos al siglo IX (incluyendo al Códice Alejandrino sin los Evangelios); también se considera que es mostrado en tres papiros muy antiguos. Las ediciones críticas modernas del Nuevo Testamento tienden a ajustarse con más frecuencia a los testimonios alejandrinos — especialmente al Códice Sinaítico y el Códice Vaticano. El primer Padre de la Iglesia en dar testimonio en un tipo textual bizantino en citas importantes del Nuevo Testamento fue Juan Crisóstomo (346 — 407); aunque las obras fragmentarias que han sobrevivido de Asterio el Sofista († 341) también han sido consideradas conforme al texto bizantino.[2] Crisóstomo y Asterio usaron el texto sono un 75% de acuerdo al texto estándar bizantino. La traducción más antigua que atestigüa una base griega generalmente conforme al texto bizantino en los Evangelios es la Peshitta siríaca (aunque tiene varias lecturas alejandrinas y occidentales; usualmente fechada al siglo IV; además con respecto a varias lecturas muy controvertidas, como lo es Marcos 1:2 y Juan 1:18, la Peshitta coincide más bien con los testimonios alejandrinos.
La forma del texto bizantino encontrada en los testimonios más antiguos no es en una totalidad monolítica, y a veces difiere de un subgrupo bizantino de manuscritos que proliferaron a partir del siglo XI. Entre la mayor parte de los manuscritos de más adelante, sin embargo, generalmente es posible demostrar una lectura claramente en su mayoría bizantina para cada variante; por ello un texto griego del Nuevo Testamento se basa en esa mayoría del lecturas, — "El Texto Mayoritario" — ha sido creado por Zane C. Hodges y Arthur L. Farstad, aunque este texto no corresponde a ningún manuscrito en particular.
Sin duda es la familia catalogada por los críticos que dispone de una mayor concordancia entre sus diferentes testimonios, siendo sin duda fruto de un mayor cuidado y reverencia. Pues recordemos que la zona a la que pertenece es la que recibió de los mismos Apóstoles y sus ayudantes los Originales, lo que hace pensar si es o no lógico creer que las iglesias que recibieron de los mismos Apóstoles los Originales los sustituiría por un nuevo texto de origen desconocido. Pues Tertuliano en el siglo II que los escritos originales aún se podían examinar en las iglesias que lo recibieron de los Apóstoles. Así que el Texto Mayoritario y por ende el Texto Recibido merecen mayor crédito del que se le da.
Comparado a los manuscritos del tipo textual alejandrino, las diversas lecturas bizantinas suelen mostrar una gran tendencia hacia el griego simple y bien formado, propio del Koiné en pocos casos muestran variación entre los pasajes paralelos de los Evangelios sinópticos, también es menos probable que presenten contradicciones o cuestiones "difíciles" de exégesis.[8] Por ejemplo, en Marcos 1:2 se lee: "como está escrito en los profetas..." en el texto bizantino; mientras que el mismo versículo se lee "como está escrito en Isaías el profeta..." en los demás testimonios textuales antiguos.
Otra característica es la gramática (por ejemplo οι δε ειπον, y en el texto alejandrino: οι δε ειπαν) en diferente orden de palabras. Por ejemplo:
Juan 6:49
εν τη ερημω το μαννα – en los códices B, C, D, T, W, Θ
το μαννα εν τη ερημω – en los códices ﬡ, A, L, Ψ, f1, f13, mss. del tipo textual bizantino
Marcos 1:9
εις τον Ιορδανην υπο Ιωανου – en los códices ﬡ, B, D
υπο Ιωανου εις τον Ιορδανην – en los códices A, W, y en los manuscritos del tipo textual bizantino
Además, el texto bizantino no contiene los versículos incluidos en el Texto Recibido: Lucas 17:36; Hechos 8:37; 15:34.
No hay testimonios bizantinos consistentes entre los primeros papiros del Nuevo Testamento. No obstante, los casos de diversas lecturas no son inusuales en los textos más antiguos — a pesar de que los demás se ajustan más a otros tipos textuales o a ninguno. Por lo tanto, muchas (y posiblemente la mayoría) de las diversas lecturas bizantinas es probable que sean de fecha antigua. Existen dos explicaciones generales que han sido ofrecidas para esta observación:
que el tipo textual bizantino transmite un texto más cercano a la forma primaria de los libros del Nuevo Testamento; los testimonios en manuscritos antiguos no han sobrevivido porque este tipo textual predominó en regiones en donde el clima no favorece a la preservación de papiros, y fue por la conservación más respetuosa y concienzuda por la que ha llegado a la mayoría y no un texto marginal;
que el texto bizantino representa un ejercicio consistente de compilación y corrección textual cerca del siglo IV, los editores habían seleccionado eclécticamente esas lecturas de un rango de manuscritos antiguos que se ajustaban mejor a su estándar presupuesto de las características que se esperaban en el texto del Nuevo Testamento, dicha suposición no esta demostrada, como la resención luciana en lo referente al Nuevo Testamento.
βαπτισμους ξεστων και ποτηριων και αλλα παρομοια τοιαυτα πολλα ποιειτε (el lavado de jarras y copas, y muchas otra cosas que hacen) – (Α) f13 Biz vg (syrp) syrh
Marcos 9:49
πας γαρ πυρι αλισθησεται – mss alejandrinos y cesáreos
τη προσευχη (oración) junto con el 11, 46, א*, A, B, C, D, G, P, Ψ, 33, 81, 104, 181, 629, 630, 1739, 1877, 1881, 1962, it vg, cop, arm, eth
τη νηστεια και τη προσευχη (ayuno y oración) – אc, K, L, 88, 326, 436, 614, 1241, 1984, 1985, 2127, 2492, 2495, Biz, Lec, sirp,h, got; también existe la lectura τη προσευχη και νηστεια (oración y ayuno) – 330, 451, Juan Damasceno.[11]
En Marcos 6:33 y Lucas 24:53 el tipo textual bizantino parece ser una combinación de los textos alejandrino y cesáreo. En otros casos la situación es más complicada. Marcos 1:13 parece ser una combinación de los textos alejandrino y cesáreo.
Origen del texto bizantino
Entre aquellos que creen que el texto bizantinio es solo un testiminio secundario de los autógrafos, hay un debate cocerniente al origen del texto bizantino, y es la razón de su amplio uso. Las propuestas que han sido presentadas son:
El texto bizantino estándar usado por la Iglesia Ortodoxa griega coincide con los manuscritos en minúscula de más adelante, y los manuscritos más antiguos fueron escritos en el siglo IX. El primer texto bizantino es diferente a los textos bizantinos de más adelante en 3000 lugares y está más cerca al texto alejandrino. A las primeras familias bizantinas como la familia E y Π, Kurt Aland no las clasificó como manuscritos bizantinos, y a algunas de ellas las ubicó en la Categoría III de los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. A todos los manuscritos con texto bizantino estándar Aland los ubicó a la Categoría V.
El Texto Recibido (Textus Receptus)
La primera edición impresa del Nuevo Testamento griego fue completada por Erasmo y publicada por Johann Froben de Basilea en el 1 de marzo de 1516 (Novum Instrumentum omne). Debido a la presión de esta editorial para traer su edición al mercado antes que la competencia de la Políglota Complutense, lo que no quita su impresionante cuidado y erudición en dicha edición, Erasmo basó su trabajo en alrededor de media docena de manuscritos, todos ellos fechados desde el siglo XII en adelante, además de muchas correspondencias con eruditos que le aportaban más información que no podía cotejar personalmente, además de escritos del cristianismo primitivo como predicas y sermones del siglo I y II en adelante; y únicamente uno de ellos no era del tipo textual bizantino. Seis versículos que no fueron atestigüados en ninguna de esas fuentes, el los tradujo de la Vulgata latina pero que fueron corregidas en las siguientes ediciones, las cuales eran muy pocas, y también introdujo varias lecturas de la Vulgata y de los Padres de la Iglesia por la notable antigüedad que les precedía. Este texto vino a ser conocido como el Textus Receptus o texto recibido, después pasó a ser denominado por Bonaventura Elzevir, una editorial emprendedora de Holanda, en su edición de 1633 de Erasmo'. El Nuevo Testamento de la Biblia del rey Jacobo fue traducido de ediciones de lo que se convertiría en el Texto Recibido. Si el "Texto Mayoritario" de Hodges y Farstad se toma como el estándar para el tipo textual bizantino, entonces el Texto Recibido difiere de este en las 1,838 lecturas griegas, de las cuales 1,005 presentan diferencias "traducibles".[13]
Textos críticos modernos
Karl Lachmann (1850) fue el primer crítico textual del Nuevo Testamento en producir una edición que desplazó al Texto Recibido. La mayoría de los críticos textuales en la actualidad favorecen a un texto que sea alejandrino en complexión, especialmente después de la publicación de la edición de Westcott y Hort, aunque quedan algunos defensores del tipo textual bizantino como el tipo de texto más similar a los autógrafos. Estos críticos incluyen a los editores del texto Hodges y Fastad (citado anteriormente), y el texto de Robinson y Perpoint. Dependiendo de que texto crítico moderno se acepte como un ejemplar de tipo textual alejandrino, este diferirá del texto de Hodges y Fastad en aproximadamente 6,500 lecturas (Wallace 1989).
Para dar una idea de la diferencia entre la forma del texto bizantino y el texto ecléctico, que principalmente está en caracteres alejandrinos, de las 800 unidades de variación en la Epístola de Santiago reunidas por el Instituto de Investigación Textual del Nuevo Testamento, los textos bizantino y ecléctico están de acuerdo en 731 lugares (un rango del 92.3%). Varios de los 69 desacuerdos envuelven diferencias en el orden de las palabras y otras variantes que no aparecen como diferencias traducibles en las versiones en inglés. Según el prefacio de la Biblia del rey Jacobo, el Texto Recibido, el tipo textual alejandrino y el tipo textual bizantino son 85% idénticos (que es de las variaciones que ocurren en algún manuscrito; en realidad solo el 15% difiere entre esos tres).
El tipo textual bizantino también se encuentra en ediciones modernas griegas ortodoxas. Hay una nueva edición erudita del texto bizantino del Evangelio de Juan, (financiada por las Sociedades Bíblicas Unidas en respuesta a una petición de los Eruditos ortodoxos del Este), fue iniciada en Birmingham RU. y en 2007, como resultados de esos esfuerzos, se usó en la tradición bizantina The Gospel According to John (El Evangelio según Juan).
Von Soden dividió los manuscritos del texto bizantino en cinco grupos:
Kx — sin uncials, cientos de minúsculas, entre ellas los códices 2, 3, 8, 14, 45, 47, 49, 51, 54, 56, 58, 59, 60, 61, 73, 75, 76, 78, etc.
Kr — sin unciales, sin manuscritos antiguos minúsculas, cientos de menúsculas: 18, 35, 55, 66, 83, 128, 141, 147, 155, 167, 170, 189, 201
Ik (también Ka), ahora Familia Π — (A) K Y Π; este subgrupo es el más antiguo, pero solo el 5% de los manuscritos pertenecen a él. La mayoría de ellos tienen un texto mezclado con otras subfamilias bizantinas.
Desde el descubrimiento del Papiro 45, el Papiro 46 y el Papiro 47 hay una prueba de que ocasionalmente el texto bizantino preserva una lectura que data de testimonios antiguos. Ejemplos:
του θεου – א A B (D*) P Ψ 33 81 104 326 365 629 1175 1241 2464
omitted – p46 D2 Biz
Se encuentran otros ejemplos de lecturas bizantinas en el p66 en Juan 1:32; 3:24; 4:14.51; 5:8; 6:10.57; 7:3.39; 8:41.51.55; 9:23; 10:38; 12:36; 14:17. Esto está de acuerdo al punto de vista de los eruditos como Harry Sturz y Maurice Robinson en que la raíz del texto bizantino podría ir a una fecha muy antigua; aunque Bruce Metzger señala que esto no puede ser tomado en cuenta para demostrar que esas lecturas estaban en el texto original.[15] Algunos autores han interpretado esto como una rehabilitación del Texto Recibido.[16] Varias de esas lecturas han coincidido con substancialmente con otros tipos textuales y ellos no son diferentes al texto bizantino. Daniel Wallace encontró solamente dos diferencias de conformidad entre papiro y bizantino. El punto más fuerte de Sturzs es la omisión de Filipenses 1:14, la lectura adoptada en NA26/UBS.[17]
↑Gordon D. Fee, "The Use of Greek Patristic Citations in New Testament Textual Criticism: The State of the Question," pp. 344-359 in Studies in the Theory and Method of New Testament Textual Criticism (ed. Eldon J. Epp and Gordon D. Fee; Studies & Documents 45; Grand Rapids: Eerdmans, 1993), 358.
↑Kurt Aland, and Barbara Aland, The Text of the New Testament: An Introduction to the Critical Editions and to the Theory and Practice of Modern Textual Criticism, trans. Erroll F. Rhodes, William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan, 1995, p. 128.
↑Kurt Aland, and Barbara Aland, "The Text of the New Testament: An Introduction to the Critical Editions and to the Theory and Practice of Modern Textual Criticism", trans. Erroll F. Rhodes, William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan, 1995, pp. 129-140.
↑Kurt Aland, "Synopsis Quattuor Evangeliorum. Locis parallelis evangeliorum apocryphorum et patrum adhibitis edidit", Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart 1996, p. XXXII.
↑Nestle, Eberhard et Erwin; communiter ediderunt: B. et K. Aland, J. Karavidopoulos, C. M. Martini, B. M. Metzger (2001). Novum Testamentum Graece (27 edición). Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft. p. 714.
↑Kurt Aland, and Barbara Aland, "The Text of the New Testament: An Introduction to the Critical Editions and to the Theory and Practice of Modern Textual Criticism", trans. Erroll F. Rhodes, William B. Eerdmans Publishing Company, Grand Rapids, Michigan, 1995, pp. 140-142.
↑"The Syrian text has all the appearance of being a careful attempt to supersede the chaos of rival texts by a judicious selection from them all." Brooke Foss Westcott, Fenton John Anthony Hort. The New Testament In The Original Greek, 1925. p. 551
↑Aland, Kurt; Barbara Aland; Erroll F. Rhodes (trans.) (1995). The Text of the New Testament: An Introduction to the Critical Editions and to the Theory and Practice of Modern Textual Criticism. Grand Rapids: William B. Eerdmans Publishing Company. p. 67. ISBN978-08028-4098-L|isbn= incorrecto (ayuda).
↑Michael D. Marlowe states:[1]yet it differs from the Received Text in about a thousand places, most of them being trivial. while Daniel B. Wallace«Copia archivada». Archivado desde el original el 5 de agosto de 2007. Consultado el 5 de agosto de 2007.has counted 1,838 differences between it and the Textus Receptus.
↑Gordon D. Fee, P75, P66, and Origen: The Myth of Early Textual Recension in Alexandria, p. 253.
↑Bruce M. Metzger, Chapters in the History of New Testament Textual Criticism, Wm. B. Eerdmans, Grand Rapids 1963, p. 38
↑Edward F. Hills, Dean Burgon in the Light of Recent Research; D. A. Waite, Defending the King James Bible, Bible For Today, Collingswood, New Jersey 2004.
↑D. Wallcae, The Majority Text Theory: History, Methods, and Critique, in Studies & Documents 1995, p. 303
Harry A. Sturz, The Byzantine Text-Type & New Testament Textual Criticism (1984).
The Greek New Testament According to the Majority Text, Second Edition, Edited by Zane C. Hodges and Arthur L. Farstad, Thomas Nelson Publishers, Nashville, 1985. ISBN 0-8407-4963-5.
The New Testament in the Original Greek - Byzantine Textform 2005, Edited by Maurice A. Robinson and William G. Pierpont, Chilton Book Publishing. ISBN 0-7598-0077-4.
The King James Only Controversy 2009, James R White, Bethany House. ISBN 0764206052.
B. M. Metzger, A Textual Commentary On The Greek New Testament: A Companion Volume To The United Bible Societies' Greek New Testament, 1994, United Bible Societies, London & New York, pp. 7*-9*, 15*-16*.
M. A. Robinson, "The Case for Byzantine Priority", in: "Rethinking New Testament Textual Criticism", ed. D. A. Black, Baker Academic, Grand Rapids: 2002, pp. 125–139
Klaus Wachtel, Der Byzantinische Text Der Katholischen Briefe (Universität Münster, 1994).