Renfe Cercanías es una división comercial de la compañía ferroviaria pública españolaRenfe Viajeros, una de las sociedades de su matriz Renfe, especializada en la explotación de redes de cercanías, que unen diferentes puntos dentro de áreas metropolitanas de alta densidad poblacional mediante líneas de alta capacidad y frecuencia.
En aquellos núcleos ubicados en comunidades que cuentan con varias lenguas en cooficialidad, Renfe usa en sus trenes, cartelería de estaciones, folletos, títulos propios de transporte, etc. adaptaciones de la marca general/estatal en español a dichas lenguas cuando es preciso; así, manteniendo la estructura paraguas de las marcas de Renfe, los servicios reciben también el nombre de Renfe Rodalia en la Comunidad Valenciana (Murcia/Alicante y Valencia)[1] y Renfe Aldiriak en el País Vasco (Bilbao y San Sebastián).[2][3] En Cataluña, donde Renfe Cercanías es el principal operador de líneas en sus cuatro núcleos, pero donde el Ministerio de Transportes ya no detenta competencia alguna sobre la regulación del funcionamiento de los mismos (en favor del Departamento de Territorio de la Generalidad de Cataluña y organismos menores delegados por él), Renfe se ciñe al mandato de la administración autonómica también en materia de identidad corporativa, funcionando sus cercanías y regionales bajo la marca global Rodalies de Catalunya.[4]
Núcleos y grados de operación
Actualmente, Renfe Cercanías opera en exclusiva los núcleos de cercanías de Asturias, Cádiz, Cantabria, Madrid, Málaga, Sevilla y Zaragoza.[5] Está también presente, junto a otras compañías públicas autonómicas, en los núcleos de cercanías de Bilbao, Murcia/Alicante, San Sebastián, Cataluña y Valencia. En aquellas zonas donde no es el único operador de este modo de transporte, Renfe Cercanías tiene su propia red, al igual que los otros operadores, sin solapamiento alguno: no coopera con ellos en ninguna línea, ni comparte con ellos infraestructura. Cabe resaltar aquí que Renfe no opera hoy, ni ha operado en el pasado, ningún servicio de metro, ni por medio de la presente ni de ninguna otra división de la compañía, si bien ha manifestado en ocasiones su intención de involucrarse en la explotación de ese tipo de red.[6][7]
Salvo en Cataluña, en todas las zonas en que esta división de Renfe está presente, el agente que desempeña la máxima autoridad de gestión de los servicios prestados por la compañía es el Ministerio de Transportes del Gobierno de España, pues, en ausencia de transferencias a las comunidades autónomas, fruto de la negociación y acuerdo entre la Administración autonómica correspondiente y la Administración General del Estado[nota 1], es esta última quien, por defecto, detenta formalmente la iniciativa y la competencia exclusivas en materia de gestión de este tipo de servicios sobre la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), perteneciente a Adif. Por ello, Renfe, como empresa pública que depende del mismo Ministerio de Transportes, cuenta con amplia entidad, autonomía o poder gestor en casi todas las redes de cercanías a su cargo, lo cual es visible desde en aspectos triviales como la identidad corporativa/de marca empleada en ellas, hasta en otros más sustanciales, como la determinación de los precios y variedad de abonos de viaje disponibles o compatibles, la zonificación tarifaria, la elección de estaciones prioritarias y omisibles en los trayectos, la posibilidad de realizar transbordos sin recargo con otros medios de transporte prestados por terceros, o la propia planificación de horarios y frecuencias de paso de los trenes, entre otros ejemplos destacados.
En un número de núcleos cada vez mayor, existen organismos a nivel territorial (local, provincial o autonómico) que, auspiciados por los poderes públicos de la zona, ejercen también de autoridades de transporte en la misma, con niveles de poder o competencias variables sobre los distintos transportes públicos presentes en ella, en función de las circunstancias de cada caso. De ese modo, por medio de agentes del estilo del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) o la Autoridad Territorial del Transporte de Guipúzcoa (ATTG), las instituciones de ámbito subestatal han podido, en distinto grado, llegar a acuerdos de colaboración con empresas operadoras de transporte público multimodal en sus áreas de influencia (entre ellas, Renfe Cercanías) para alcanzar así logros como la oferta de títulos de transporte integrados (que permiten el trasbordo gratuito o bonificado entre diferentes modos), la reducción y/o unificación de tarifas de transporte, la adaptación de horarios y la puesta en marcha de servicios especiales en función de eventos de distinto carácter, etc.
Si bien en lo tocante a Renfe Cercanías no han resultado del todo imposibles acuerdos como esos durante las últimas décadas, sí lo han sido, por lo general, en mayor medida, o con mayor dificultad, que con otros operadores de titularidad municipal, provincial o autonómica. El Ministerio de Transportes, como autoridad máxima en estos supuestos, es siempre quien posee la última palabra en la toma de decisiones, y la capacidad de acuerdo entre las administraciones central y autonómica ha solido depender en gran medida de la coyuntura política en un contexto temporal dado. Con todo, los acuerdos que dichas instituciones regionales han podido alcanzar con Renfe Cercanías, en estas condiciones, han dado lugar a situaciones dispares en distintos lugares.
Como ejemplo paradigmático, puede mencionarse el caso de las redes de Renfe Cercanías en el País Vasco, que incluye el fracaso de Bilbao y el éxito de San Sebastián en materia de mapas de zonas, tarifas y descuentos: mientras que en Guipúzcoa, siguiendo el modelo de Madrid, la ATTG logró en 2019 integrar plenamente la única línea de cercanías de Renfe de la provincia en el sistema tarifario zonal unificado Mugi,[8] en total igualdad con los demás operadores de transporte público del territorio, en Vizcaya, por el contrario, Renfe Cercanías aplica en su red su propio mapa de zonas tarifarias (que no es idéntico al definido por el CTB), no admite transbordos con otros modos de transporte, y solo permite viajar en tarifa ordinaria (la misma del billete ocasional en cartulina) salvo si se cuenta con abonos de ahorro multiviaje propios de Renfe; esta misma circunstancia aplica, de igual manera, a todos los servicios prestados por Cercanías AM en la misma provincia. Con todo, los gestionados por Renfe son los únicos medios de transporte de Vizcaya que carecen de tarifas reducidas/bonificadas Creditrans para usuarios de la tarjeta Barik. Con todo, a finales de 2022 la situación en Vizcaya es exactamente la misma que la de finales de 2013, cuando se introdujo por vez primera la posibilidad de viajar en los cercanías de Renfe mediante dicha tarjeta, sin que haya habido avance alguno en casi una década.[9]
En la actualidad, el caso concreto de Cataluña supone la única excepción notable a todo lo anterior. Hasta la entrada del año 2010, Renfe Cercanías operaba sus servicios en el núcleo denominado por entonces Cercanías Barcelona (en catalán, Rodalies Barcelona) de manera idéntica a como continúa haciéndolo en la mayoría de las otras redes locales en que está presente, poseyendo entes como la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona una capacidad de decisión relativamente limitada dentro del funcionamiento de la red en aquel momento. Dicho núcleo está formado por una vasta red ferroviaria suburbana (operada por FGC y Renfe) que, en el caso de las líneas servidas por Renfe, atiende principalmente a la capital catalana y a su provincia, y se extiende también a algunas poblaciones de Tarragona y Gerona, habiendo sido ampliada desde entonces. A partir del 1 de enero de 2010, en cambio, se hizo efectiva la transferencia a la Generalidad de Cataluña de la competencia completa de gestión de los servicios regulares de cercanías por vías de la RFIG dentro de dicha región, en aplicación del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que amplía las competencias de esta Comunidad en materia de transporte que transcurre íntegramente dentro de su territorio, independientemente del titular de la infraestructura.[nota 2] De este modo, fue delegada en la administración autonómica únicamente la titularidad del servicio de transporte público en sí por dicha infraestructura, sin transferir la titularidad de la propia infraestructura, que no sufrió cambios en su catalogación de interés general y hoy en día continúa siendo gestionada por Adif.
Se dio así paso al nuevo sistema unificado de nombre Rodalies de Catalunya, que aspira a aglutinar bajo la misma denominación con la R todas las líneas de cercanías y regionales del territorio catalán, incluyendo aquellas del tipo cercanías operadas por la compañía autonómica Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC) que opera principalmente líneas suburbanas (S). No obstante, cabe mencionar que, debido a los derechos de Renfe sobre el uso comercial de la marca Rodalies, las redes de cercanías operadas por Renfe y FGC en dicha comunidad autónoma solo están visualmente integradas en lo que respecta a la nomenclatura/numeración de sus líneas, que siguen un mismo sistema y no se solapan; la marca Rodalies de Catalunya al completo, sin embargo, es empleada por el momento solo en aquellas líneas del sistema operadas por Renfe, siendo omitida en aquellas ofrecidas por FGC; es una situación que, se prevé, se mantenga mientras Renfe Cercanías retenga su concesión como operadora del servicio.[10]
Material móvil
Para más información sobre otros vehículos de vía estrecha empleados por Renfe para servicios de cercanías o regionales, véase Material rodante de Cercanías AM.
El material rodante empleado por Renfe, en su división Cercanías, para la oferta de servicios de este tipo, incluye el de las siguientes series:
↑Prácticamente todas las Comunidades Autónomas han incorporado en sus respectivos Estatutos de Autonomía la competencia para la gestión del transporte que se desarrolla íntegramente dentro de su territorio, con independencia de la infraestructura en la que se desarrollan. Sin embargo, únicamente Cataluña inició negociaciones con el Gobierno del Estado para hacer efectiva esta competencia, que asumió en 2010.
↑En concreto, dispone el artículo 169 del Estatuto de Autonomía de Cataluña lo siguiente:
1. Corresponde a la Generalitat la competencia exclusiva sobre los transportes terrestres de viajeros y mercancías por carretera, ferrocarril y cable que transcurran íntegramente dentro del territorio de Cataluña, con independencia de la titularidad de la infraestructura. Esta competencia incluye en todo caso: a) La regulación, la planificación, la gestión, la coordinación y la inspección de los servicios y las actividades. b) La regulación de la intervención administrativa para el ejercicio de las actividades de transporte. c) La regulación del transporte urbano y de los servicios de transporte discrecional de viajeros en vehículos de turismo. d) La regulación específica del transporte turístico, escolar o de menores, sanitario, funerario, de mercancías peligrosas o perecederas y de otros que requieran un régimen específico respetando las competencias estatales sobre seguridad pública. e) La regulación de un sistema de mediación en materia de transportes. f) La potestad tarifaria sobre transportes terrestres.