Un reloj automático es, básicamente, un reloj mecánico que tiene la capacidad de darse cuerda a sà mismo con el movimiento del brazo de su propietario, por lo que hace innecesaria la operación manual de dar cuerda.
Esto es posible gracias a un rotor que gira alrededor de un pivote, que, mediante la oscilación (instalación del brazo en movimiento) actúa sobre el mecanismo de carga del muelle.
Cada mecanismo se denomina "calibre": de la precisión de la construcción depende una buena funcionalidad y por tanto la mayor exactitud. En el caso de los relojes de cuerda automática, el resorte está constantemente con la misma tensión y, como consecuencia proporciona una salida de fuerza constante para el movimiento.
Los primeros en inventar un movimiento automático fueron Abraham-Louis Perrelet y Abraham-Louis Breguet, pero no lograron una muy gran difusión hasta el Harwood automático.
Actualmente en el mercado hay muchos tamaños, desde las más comerciales a muy buscados debido a complicaciones de la montaña. Entre los más populares están los de las marcas Miyota, ETA y Seiko.