Una Puerta Santa es un acceso singular a un espacio también singular. En general, cruzarla supone alcanzar un don o ponerse a salvo de un peligro o persecución. Es la entrada a un lugar santo, regularmente entran con el propósito de ayuda.
Usos
Una puerta santa es un artefacto simbólico, no un objeto material. Como todas las puertas, separa dos espacios, uno interior y otro exterior. Permite acciones como 'entrar', 'salir', 'cruzar', 'abrir la puerta' o 'cerrar la puerta'. Pero como artefacto simbólico permite tener asociados significados más amplios, y las religiones, como estructuras productoras de sentido, pueden hacer diversos usos de él.
El profesor R. Vahamond ha identificado algunos rasgos comunes en los usos de una puerta santa:
Delimitar un espacio sagrado y un espacio profano. El espacio sagrado toma la función de santuario en su doble significado de 'lugar seguro' y 'residencia de la divinidad'
'Cerrar la puerta santa', normalmente en una ceremonia específica tras un ciclo concreto, excluye la posibilidad abierta para comunicarse de forma efectiva con la divinidad o alcanzar sus dones
'Cruzar' constituye el mecanismo principal de actuación del artefacto. Debe notarse que hay dos variantes bien diferenciadas, dependiendo de si se entra al recinto sagrado o se sale de él, con efectos muy diferentes:
'Entrar' está asociado a un sentido de aceptación, en una doble vertiente: aceptación por parte de la comunidad del recién llegado, y aceptación del viajero de la naturaleza especial del espacio sagrado como algo diferente. En la leyenda medieval de Don Gaiferos, el creyente ha prolongado milagrosamente su vida en el camino, y fallece tras acceder a la tumba del Apóstol y oír misa.
'Salir' utilizando la puerta santa permite incorporarse de nuevo al mundo al fiel una vez renovado. Es frecuentemente la parte final del ritual completo, como sucede con la peregrinación a Santiago de Compostela. El creyente sale al sol naciente y puede emprender el regreso.
'Llamar' a la puerta significa haber accedido al umbral. Bajo la ley común inglesa medieval, quien tocase el llamador de una puerta santa conseguía el derecho de asilo.
Catolicismo
En la religión católica, distintos papas han declarado Puerta Santa distintas puertas físicas. El fenómeno en este caso fue bastante tardío, bien entrada la Edad Media, y se ha relacionado con el fenómeno de las bulas. Cada una de las cuatro basílicas papales de Roma tiene una Puerta Santa (Porta Santa en italiano y Porta Sancta en latín). Las puertas están normalmente selladas desde el interior de modo que no se pueden abrir. Se abren durante los años del Jubileo, cuando los peregrinos entran por las puertas de ganar la indulgencia plenaria relacionada con el Jubileo.
Aparte de las Puertas Santas de las basílicas papales, existen otras puetas en distintos lugares del mundo:
•La Puerta Santa más antigua fuera de Roma se encuentra en la iglesia de Santa Maria di Collemaggio en L'Aquila, Italia, construida en un año incierto del siglo XIV para el tradicional romería del perdón creada por papa Celestino V.
•En 1295 se mencionó una Puerta Santa en la iglesia catedral de Atri, que se había construido en ese período: por lo tanto, se cree que originalmente debió haber un pequeño portal que luego fue reemplazado por el actual en 1305. No se sabe con certeza qué Papa concedió este privilegio, tal vez Celestino V (cuya madre era de Atri) o Bonifacio VIII (que ya había subido al trono papal en 1295); Cada año la Puerta Santa se abre solemnemente el 14 de agosto y se cierra 8 días después, el 22 de agosto.[1]
El Papa Alejandro III concedió este privilegio a la Catedral de Santiago de Compostela en Galicia, España, mediante decreto pontificio a través de su bula papal Regis Æterni el 25 de julio de 1178, fiesta de Santiago, principal patrón de los españoles.
El Papa Benedicto XVI concedió el privilegio de abrir una puerta santa al Santuario de San Juan Vianney, Cura de Ars, en Formans, Francia, en julio de 2007, con motivo del 150 aniversario conmemorativo de la muerte de San Juan Vianney.
El Papa Benedicto XVI concedió una puerta santa a la Universidad Pontificia de Santo Tomás en Manila, Filipinas, el 21 de diciembre de 2010, para honrar el 400 aniversario de la universidad en 2011.
El Papa Francisco otorgó a la Catedral de Notre-Dame en la ciudad de Quebec, Canadá, el privilegio de abrir una Puerta Santa el 8 de diciembre de 2013 para conmemorar su Año Jubilar como la primera parroquia católica en América del Norte al norte de México, celebrando el 350 aniversario desde su fundación.
Para el islam también una puerta puede ser sagrada y estar vinculada a la idea de refugio. Por ejemplo, Ibn Battûta describe así su llegada a La Meca en el siglo XIV:
Así llegamos, de mañana, a la ciudad digna de confianza, La Meca -Dios el Altísimo la honre- y nos encaminamos al santuario divino, habitáculo de su amigo Abraham y lugar en que comenzó su misión Muhammad, el Elegido. Entramos en el noble templo -al que cualquiera que acceda está en seguro- por la puerta de los Banû Shayba y contemplamos la sacrosanta Ka'ba, cuya grandeza Dios acreciente(...)
La Puerta del Infierno
El opuesto a la Puerta Santa es la Puerta del Infierno. Aquí los elementos se encuentran al revés:
Se cruza para entrar y no, como la Puerta Santa, para salir.
Se puede cruzar una sola vez
Supone la condenación eterna
En la Divina Comedia, Dante afirma que sobre la puerta reza esta advertencia: "Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate." ("Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza").
Virgilio, en la Eneida (Canto VI), señala de forma sorprendente que hay dos puertas de salida del Infierno: la puerta de Cuerno y la de Marfil, por la que hace salir a Eneas.
El escultor Rodin realizó en bronce una sobrecogedora obra de arte sobre el tema.
Asociaciones simbólicas
La idea de santuario como lugar seguro es un arquetipo extendido: basta recordar las casillas 'seguro' del parchís, conocido juego de tablero con distintas variantes en el espacio indoeuropeo. En este juego, para acceder al primer 'seguro' es necesario 'sacar un 5' tirando los dados las veces que sean necesarias, un claro paralelo con el esfuerzo -diferente para cada peregrino- de llegar al umbral. La entrada a la zona más segura del parchís, el refugio, es también una casilla 'seguro'. Y hay normas estrictas: debe llegarse con la puntuación 'justa' a esa casilla. Una vez dentro de la 'torre' refugio, la forma de contar los puntos es distinta: se trata de un ámbito diferente.
Tradicionalmente se han querido ver vínculos en las peregrinaciones al juego de la oca. En éste, en cambio, ciertas casillas actúan más bien como puertas de teletransporte: dados-a-dados, puente-a-puente... pero como señala Naveiro y amplía Vahamond, ambos 'lados' son de la misma naturaleza y no cabe atribuirles sino un sentido meramente mágico.
Se ha relacionado el juego infantil de la rayuela con la representación de un templo y específicamente la zona semicircular con el sancta sanctorum en su función de refugio y meta de un camino.
Bibliografía
Ibn Battûta. A través del Islam. Madrid: Alianza Editorial, 1987.
Cox, J. C. The Sanctuaries and Sanctuary Seekers of Yorkshire. The Archaeological Journal 68: 299.