En 1981 decide volver a Sicilia para asumir el puesto de Secretario Regional. Sus mayores batallas fueron contra la instalación de una base militar en Comiso y contra la especulación económica. La mañana del 30 de abril de 1982, La Torre estaba acercándose en coche a la sede del partido junto a Rosario Di Salvo. Al coche se acercaron dos motos de gran cilindrada con algunos hombres que dispararon a los dos políticos. La Torre murió al instante. Su entierro se convirtió en una masiva manifestación contra la mafia. Además, su muerte fue recordada por el presidenteSandro Pertini.
En 1991 un tribunal de Palermo consideró que el asesinato había sido ordenado por la cúpula de la Cosa Nostra. En 1992, un mafioso arrepentido, Leonardo Messina, aseguró que la muerte de La Torre había sido ordenada por Totò Riina.