El palacio de Ustáriz (también conocido como de los condes de Villagonzalo) es una antigua residencia aristocrática situada en la calle de San Mateo en Madrid.
Historia
El palacio surge a mediados del siglo XVIII como propiedad de Casimiro de Ustáriz, primer marques de Ustáriz. En esta época fue conocido como palacio de Ustáriz. Con posterioridad el palacio pasó a manos de los condes de Villagonzalo, pasando a ser conocido también con ese nombre (palacio de Villagonzalo). En 1878 se realizó una reforma de calado para adaptarlo al gusto decimonónico.
En la manzana de enfrente a su entrada principal, desde 1862, se encuentra situado el palacio de Villagonzalo, que recibe este nombre ya que perteneció a Mariano Maldonado y Dávalos, VII conde de Villagonzalo y su mujer Fernanda de Salabert y Arteaga, IX marquesa de Valdeolmos, propietarios del palacio de Ustáriz. El palacio de Ustáriz fue heredado por su hijo primogénito, Fernando, X marqués de Valdeolmos y IX conde de Villagonzalo y el palacio de Villagonzalo por su hija María Luisa, casada con Fernando Roca de Togores y Caballero, II marqués de Torneros.[1]
En la actualidad es la sede de una firma de inversión.[2]
Descripción
El palacio ocupa la manzana 336 de la ciudad. Esta manzana tiene forma cuadrangular.
El palacio ocupa los lados este (ala principal) y norte de la manzana. Hasta su última reforma, existía también un ala en el lado sur de la manzana. Este ala estaba destinada a dependencias del servicio.
El palacio cuenta con tres alturas, salvo en la parte sur del ala principal en donde cuenta con cuatro debido a la diferencia de altura.
Cuenta con una puerta principal a la calle de San Mateo en el ala este. La puerta cuenta con una portada de estilo barroco clasiquizante que integra las alturas primera y segunda. La portada se encuentra coronada por los escudos pareados de Maldonado y Salabert.
El resto de la manzana (incluyendo su parte central) está ocupada por un jardín. El jardín fue intervenido durante la última reforma.