El noma,[1] también conocido como estomatitis gangrenosa o cancrum oris, es una enfermedad infecciosagangrenosa de la boca que lleva a una destrucción de los tejidos de la cara. Afecta principalmente a niños desnutridos en quienes, de no recibir tratamiento, concluye casi siempre en un desenlace fatal.[2][3][4][5][6]
Epidemiología
Afecta principalmente a niños menores de doce años, con un pico de incidencia entre el año y los cuatro años de edad, en los países más pobres del África subsahariana. También se ven afectados niños en Asia y algunos países de América del Sur. La mayoría de los niños que contraen la enfermedad tienen entre dos y seis años de edad. La OMS estima que 500.000 personas están afectadas, y que se presentan 140.000 nuevos casos cada año.[5][7]
En este mapa de la PAHO puede observarse la distribución de casos de esta enfermedad.[8]
Etiología
Es una enfermedad de la que no se conoce una causa única. Puede catalogarse como una enfermedad infecciosa pero asociada a factores previos diversos que condicionan un profundo debilitamiento de la respuesta inmune (desnutrición, infecciones, etc.). Están implicados microorganismos como Fusobacterium necrophorum y Prevotella intermedia.[9]
La malnutrición, las condiciones sanitarias deficientes y el debilitamiento causado por las infecciones recurrentes (el sarampión, por ejemplo) parece capaz, por sí mismo, de comprometer la competencia global del sistema inmune. Es decir, que la pobreza y los condicionantes de salud asociados son los que parecen estar entre las causas primarias del noma.[10]
Cuadro clínico
Se desarrollan úlceras en las mucosas de la boca, de evolución rápida, indolora degeneración de los tejidos, llegando hasta el hueso.[10]
Pronóstico
La enfermedad se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad.[11] Las estimaciones dicen que el 80-90% de los casos de noma mueren a causa de la enfermedad.
Además, los supervivientes quedan afectados por lesiones graves y permanentes, sobre todo en la cara, que condicionan un compromiso de la calidad de vida y las posibilidades de desarrollo personal.
Prevención
Atendiendo a sus causas primarias, intervenciones como la vacunación frente al sarampión y la mejora de las condiciones de vida de los habitantes (alimentación, saneamiento, acceso a cuidados de salud, etc.) serían capaces de evitar un buen número de casos de esta enfermedad.
Tratamiento
La progresión de la enfermedad se puede detener con el uso de antibióticos y una mejor nutrición. Sin embargo, sus efectos físicos son permanentes y pueden requerir una cirugía plástica reconstructiva. La reconstrucción es, en general, muy difícil.
↑ abEnwonwu, Cyril O.; Falkler, William A.; Phillips, Reshma S. (julio de 2006). «Noma (cancrum oris)». The Lancet(en inglés) (Elsevier Limited) 368 (9530): 147-156. doi:10.1016/S0140-6736(06)69004-1. Consultado el 21 de junio de 2017.
Tropical Medicine Central Resource, ed. (2012). «Noma (Cancrum Oris)». The imaging of Tropical Diseases. Archivado desde el original el 8 de febrero de 2012. Consultado el 13 de mayo de 2012.