El monumento es una escultura en bronce del Sapa IncaManco Cápac y fundador de la civilización inca, erguido y con un báculo y señalando con su mano derecha el horizonte. Está apostado sobre un pedestaladintelado de piedra y en forma de pirámide escalonada, con motivos y ornamentación de claro signo incaísta, así como pequeñas esculturas de animales simbólicos del mundo andino y relieves que narran la historia del mítico personaje.[3]
El primer lugar que la colonia japonesa pensó para la colocación de la obra fue el Parque de la Exposición, pero al rechazarse la ubicación se estimó que se ubicase en la plaza Bolívar, junto a la estatua ecuestre del Libertador o también la plaza mayor de Lima,[7] pero se desestimaron las propuestas. Finalmente la estatua fue emplazada en una rotonda en el cruce de las avenidas Grau y Santa Teresa.[3][5] En agosto de 1922 se realizó la ceremonia de inicio de la obra con la presencia del presidente peruanoAugusto B. Leguía, el alcalde de LimaPedro Rada y Gamio y el embajador Keichi Yamasaki, en representación del gobierno japonés.[3] La obra fue inaugurada el 5 de abril de 1926,[8][9] tras una serie de contratiempos que retrasaron la entrega. El monumento demoró en realizarse tres años, nueve meses y 21 días y costó aproximadamente 113 500 soles.[5]
En 2024 en una negligente actuación de las autoridades se pintarrajeó toda la obra, perpetuando un delito contra el patrimonio cultural del Perú.
Notas
↑El motivo de la elección del personaje se basa en que los japoneses, al igual que los quechuas, también se consideran "hijos del Sol", con lo cual querían reforzar sus vínculos con las propuestas de la «Patria Nueva».[3][5]
↑Contreras, Carlos; Cueto, Marcos (2016). Tomo 6: Oncenio de Leguía. La Patria Nueva y la crisis mundial (1919-1933). Historia del Perú republicano. Lima: Editorial Septiembre. p. 15. ISBN978-612-308-174-4.