Luis José fue el segundo hijo de María Antonieta y Luis XVI, soberanos franceses entre 1774 y 1792. Su nacimiento provocó un gran regocijo al ser el primer hijo varón y por tanto el heredero a la corona. Luis XVI le otorgó el mismo nombre que su hermano mayor, Luis José Javier de Francia, cuyo fallecimiento a la temprana edad de 10 años hizo gran mella en él. Se extendió rápidamente el rumor de que no era hijo del rey, sino de un amante de la reina.
El niño mostró una gran inteligencia y sus padres se esmeraron en su educación; Luis XVI encargó un globo terráqueo desmontable, que mostraba las zonas terrestres y las sumergidas y una serie de pinturas en piel de bisonte, así como otras cosas que podían ampliar sus conocimientos.
Fragilidad y muerte
De salud delicada, sufrió periódicas fiebres y a los cinco años empezó a curvársele la espalda a causa del Mal de Pott o tuberculosis en la espina dorsal. Los médicos erraron el diagnóstico y pensando que el niño sufría escoliosis, le colocaron distintos corsés de metal que le produjeron graves fisuras en dos de sus vértebras. El contagio de tuberculosis se atribuye (aunque no se ha podido constatar como dato fiable), a la leche de su nodriza, Genoveva Poitrine, que desarrolló la enfermad tras criar a Luis José y a su hermano, estando infectada sin síntomas cuando ejerció de ama de cría. La enfermedad mermó gravemente la salud del Delfín, hasta su fallecimiento en el palacio de Meudon, durante la celebración de los Estados Generales de 1789.
Su hermano menor, Luis Carlos, también enfermo de tuberculosis se convirtió entonces en el nuevo Delfín.