Esta acción de Irigoyen habría estado en concordancia con la circular n.º 11 del año 1938 de la Cancillería Argentina, que intentaba frenar el ingreso en el país de perseguidos por el nazismo.[4]
Sin embargo, Goñi parece confundir que la Circular 11 supuestamente restringía el ingreso de extranjeros judíos y no se refería a ciudadanos argentinos en el exterior. Muy incidentalmente, el prestigioso historiador alemán Holgar Meding ha demostrado, sobre la base de fuentes alemanas, cómo Irigoyen cumplió con su deber de funcionario de defender a los argentinos perseguidos por los nazis. Hubo casos en los que literalmente los sacó del tren en el que iban a ser deportados a Auschwitz.[5]
↑Meding, Holger y Jürgen Müller, “Ayuda prestada por diplomáticos argentinos en el Tercer Reich”. Informe de la Embajada de la República Federal de Alemania para la Cancillería Argentina, 7 de abril de 1998.
↑Hauman, L. & Irigoyen, L.H. 1923. Catalogue des phanerogames de l'Argentina, vol. 2. Ann. Mus. Nac. Bs. As. 32: 1-314