Leda Valladares nació en San Miguel de Tucumán en 1919. Su padre fue tucumano mientras que su madre era una "patricia" santiagueña de apellido Frías, bisnieta de Félix Frías, y su adolescencia transcurrió entre el blues, el jazz y la música clásica que escuchaba su padre. «Antes de mirar el mundo me puse a oírlo. Por mi padre, tocando y cantando entré al follaje de la música», dijo.
Antes de cumplir los veinte años, formó su primer grupo de música, con unos amigos: FIJOS (Folclóricos, Intuitivos, Jazzísticos, Originales y Surrealistas). Con el seudónimo de Ann Key comenzó a cantar jazz. Pero en esa época, la música era casi un juego y Leda cuenta que ella cantaba en inglés por fonética (pese a su irreductible pasión por la música folclórica argentina también mantuvo toda su vida una gran pasión por el jazz, música de la cual era apasionada desde los catorce años).
Bagualas
A los 21 años descubre las bagualas y a partir de allí no se detendrá en recuperar ese canto anónimo de los valles y los montes de la Argentina. Ese trabajo minucioso sigue siendo hoy en día uno de los pocos realizados con la rigurosidad científica que se exigiría:
Estaba en Cafayate (Salta). Era una noche de Carnaval, yo tenía 21 años y allí descubrí la baguala. Me desvelaron tres mujeres que se detuvieron frente a mi balcón. Yo nunca había oído hablar de la baguala y entonces me parecía que tenía que ser algo muy misterioso, muy poderoso. Después de escucharlas me prometí recuperar semejante regalo de la tierra. Eran rastros de una canción que tenía muchos siglos y se estaba descolgando, estaba desapareciendo. Salí a buscar los vestigios de este milagro que hasta ese momento desconocía. A mí nunca me había tocado encontrar la voz agreste y salida de la montaña. Pero era un grito muy solitario, y ya ese pobre grito estaba tan viudo, tan solo, que daba pánico. Entonces tomé una especie de conciencia bastante trágica. Un país que estaba al borde de perder su historia, sus tradiciones, y nadie se daba cuenta de que todo eso se estaba muriendo o que ya estaba muerto.
Leda Valladares
Allí toma la decisión de registrar esas melodías y hacer el Mapa Musical Argentino. «Con mi modesto grabadorcito a cuestas fui recogiendo el folclore desde Ecuador hasta Santiago del Estero. Y así, con mucha paciencia, fui reconstruyendo el mapa musical del país, y arrancando esos cantos de callejones, ranchos, valles, quebradas o corrales».
En esto se autodefinió como:
No soy una investigadora que canta sino una cantora que investiga.
Al inicio de los años 1950 fue a residir a Francia, en París, en el año 1952, se encontró con María Elena Walsh junto a la cual formaron el dúo folclórico Leda y María que actuó en diversas localidades de Europa. En 1956 ambas retornaron a su país, haciéndose conocido el dúo con el sencillo nombre Leda y María, en Argentina durante los 1960 realizaron giras y grabaron discos, entre ellos el titulado Canciones del tiempo de María Castaña (un compilado de antiguas canciones folclóricas españolas). Se presentaron en 1960 en Necochea en las Jornadas del Nuevo Mundo del Niño, cantando "Canciones para mirar".
En los años 60 obtuvo una beca del Fondo Nacional de las Artes para proseguir sus estudios documentales y de este modo, con un modesto grabador "Geloso" recopiló la voz, la música y el canto tradicional de varios copleros como Teresita Cruz, Marta Córdoba de Terán, Pepita Córdoba de Ramos Padilla, Gallo Cruz entre otros.
En los años 1970 comienza a construir los puentes entre jóvenes músicos y cantores de campo y luego compartir escenarios y grabar discos con músicos de rock nacional argentino. La cualidad innata para la combinación llevó a sonidos con texturas que, hasta ese momento, parecían incompatibles. En palabras de León Gieco:
En 1979, en plena dictadura militar, formamos el Movimiento por la Reconstrucción de la Cultura Nacional, y la idea era hacer conciertos donde pudieran actuar todas las artes juntas. Leda entabló una discusión con Ernesto Sábato porque él empezó a hablar de las culturas superiores e inferiores. Ella le dijo que no era así, y que era tan importante un Miguel Ángel como una vasija construida por un guaraní, porque cada cosa está hecha con una necesidad y en un momento determinado. Eso fue una de las cosas más importantes que me enseñó Leda. Otra cosa que aprendí de ella y que repito siempre es la necesidad de cantar. Lo hermoso que es enseñar a cantar a los chicos. Esa necesidad, esa energía que tiene un pueblo de aprender a cantar fue su enseñanza. Siempre incito a hacer canto colectivo. Que es lo que ella practicó en plena dictadura militar, cuando reunió cientos de chicos con maestras cantando bagualas y vidalas en El Cadillal. La defino como una de las artistas más interesantes que tiene este país. Además la considero una de las transgresoras más grandes que tenemos.
Obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito en 1984 y 1994.
Retiro
En 1999 se retiró de la actividad artística y quedó internada debido al mal de Alzheimer, una enfermedad basada en la pérdida de memoria de forma degenerativa, a pesar de que apareció en algunas notas periodísticas.
Al cumplir 90 años, Miriam García encabezó una comparsa de unos 20 miembros que se acercó a saludarla y a cantarle. En 2005 recibió la Mención Especial de los Premios Konex por su destacado aporte a la cultura argentina.
Fallecimiento
Leda Valladares falleció el 13 de julio de 2012, a los 92 años de edad. Desde hacía tiempo, venía sufriendo las consecuencias del Alzheimer,[2] y al momento de su muerte se encontraba alojada en un hogar de ancianos.
Discografía
Leda Valladares por su parte realizó y publicó entre 1960 y 1974 una serie de discos documentales llamados en conjunto: Mapa musical argentino.
Ha concretado también obras discográficas de su total autoría entre las que se destacan: