Después de los rescates en el mar de las tripulaciones de las misiones Apolo 11, Apolo 12 y Apolo 14, se transportaban por helicóptero junto con un médico y un técnico en una cámara de aislamiento desde en la cubierta de un portaaviones al Laboratorio de Recepción Lunar (LRL) para su cuarentena. Las muestras de roca lunar y regolitos que los astronautas habían transportado y traído de vuelta se habían transportado en avión directamente al LRL e inicialmente analizadas con guantes en compartimentos estancos
La necesidad de someter a la astronautas o material a cuarentena dejó de necesitarse a partir del Apolo 15. El LRL se utiliza ahora para el estudio, distribución y almacenamiento seguro de las muestras de roca lunar. En 1976 una parte de estas se trasladaron a la base de la fuerza aérea Brooks en San Antonio como segundo almacén.