Más tarde, en el propio seminario, recibió el título de bachiller en medicina. En 1862, el Instituto de Ciencias y Literatura de Yucatán, que acababa de ser creado, le otorgó el grado de licenciado en medicina. Se trasladó a la Ciudad de México para especializarse en enfermedades mentales y ejercer la medicina. A los 24 años de edad, fue nombrado Director del Hospital para Dementes de San Hipólito, y a partir de entonces ejerció también la cátedra de enfermedades mentales en la Facultad de Medicina de la Universidad de México, cátedra que él mismo inauguró.[2]
Obra literaria
Fue considerado el primer dramaturgoromántico de México, iniciándose en las letras con una leyenda fantástica que escribió a los 17 años de edad, titulada La cruz del paredón. Desde sus comienzos estudiantiles demostró talento y gusto por la literatura. Es en Mérida, la capital del estado de Yucatán, ciudad donde se presentaron sus primeros dramas, en 1870 y 1874: El castigo de Dios y María la Loca y El Conde de San Esteban. Considerado un pre-existencialista por su obra poética.
Actividad extracurricular
Fue diputado por su estado natal y por el de Nuevo León. Mantuvo una relación amistosa con el presidente Porfirio Díaz, a quien incluso le dedicó una de sus obras: Flérida y Garcilaso.
En 1896 ocupó la silla número IX de la Academia Mexicana de la Lengua.[3][4] Ese mismo año viajó a Europa con su hijo mayor. Regresó a México a causa de una parálisis ocasionada por una trombosis cerebral que le dejó impedido de movimiento.
Combinó su trabajo como médico con la actividad literaria y de dramaturgo.
↑Academia Mexicana de la Lengua, Anuario 1993; México, 1993, 162 p.
↑Fernández del Castillo, Francisco (1975). «Nuestros humanistas José Peón Contreras». Semblanzas de Académicos. Ediciones del Centenario de la Academia Mexicana. p. 313. Archivado desde el original el 15 de abril de 2009. Consultado el 12 de diciembre de 2009.