Guillermo Fernández-Shaw Iturralde (Madrid, 26 de febrero de 1893 - íb., 17 de agosto de 1965) fue un libretista de zarzuela y periodista español.
Vida y obra
Era hijo de Carlos Fernández Shaw y hermano de Rafael Fernández-Shaw, siguió estrictamente los pasos de su padre, tanto académicos, pues estudió Derecho en la Universidad de Madrid, como profesionales: se dedicó al periodismo siendo durante veinticinco años redactor del periódico conservador La Época; y destacó como libretista teatral y de zarzuela, con el mismo gracejo andaluz que su progenitor. Cuando falleció era director de la Sociedad General de Autores.[1]
En su faceta de libretista, colaboró estrechamente con Federico Romero Sarachaga, anteriormente amigo de su padre, y como fruto de esta colaboración escribieron los libretos de:
- La canción del olvido (1916), para José Serrano Simeón;
- La serranilla (1919), para Ernesto Pérez Rosillo[2]
- Doña Francisquita (1923), para Amadeo Vives;
- El dictador (1923), para Rafael Millán Picazo;
- El caserío (1926), para Jesús Guridi;
- La meiga (1928), para Jesús Guridi;
- La rosa del azafrán (1930), para Jacinto Guerrero;
- Luisa Fernanda (1932), para Federico Moreno Torroba;
- La chulapona (1934), para Federico Moreno Torroba;
- La Cibeles (1936), para Jacinto Guerrero;
- La tabernera del puerto (1936), para Pablo Sorozábal; y
- La Lola se va a los puertos (1951), sobre un texto de Antonio y Manuel Machado, para Ángel Barrios.
Tras el fin de su colaboración con Federico Romero, aún estrenó con su hermano Rafael, alguna zarzuela más:
Su obra literaria se extendió también a la poesía y a la traducción de poetas como Edmond Rostand, Goethe o Schiller.
Premios
- Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos[3]
- Otros reconocimientos
Referencias
Enlaces externos