Este pequeño país de 61 km² se encuentra dominado por los Apeninos. El terreno está formado por montañas escabrosas. La capital se alza en la cumbre de una gran montaña denominada Titano (739 m s. n. m.), el punto más alto del país.
La población de San Marino es de 30.167 habitantes (estimación julio del 2009), lo que da una densidad de 494,54 habitantes por kilómetro cuadrado. El 94% de la población total está urbanizada (2008). En cuanto a los principales grupos étnicos, viven allí sanmarinenses e italianos. Se habla italiano y la religión es la católica. San Marino goza de la mayor esperanza de vida para los hombres, con 81 años.
La capital, San Marino. (743 m). Es una ciudad de trazado medieval, con serpeteantes callejuelas, pequeñas y estrechas, el firme está empedrado y las plazas son de pequeño tamaño. Las tierras de las afueras están plantadas de vid y cereal. Está rodeada por tres redes de fortificación, comunicadas entre sí a través de un extenso laberinto de murallas, puertas, baluartes y torreones.
La república se divide en nueve municipios, llamados castelli (en singular, castello), que también tienen la consideración de ciudades:
El castello más poblado es Serravalle, que cuenta con alrededor de 7000 habitantes. Uno de los centros más grandes es Dogana, que aún no constituye un castello autónomo sino que forma parte del Castello di Serravalle. Otras localidades importantes son Cailungo y San Giovanni (entidades de Borgo Maggiore) así como Fiorina (en Domagnano) y Murata (en Città di San Marino).[2]
La economía del país se basa en el turismo, sus industrias derivadas y en la banca. La economía se beneficia de la inversión extranjera debida a sus bajos impuestos para las empresas, si bien se ha dado una presión exterior para mejorar la cooperación con las autoridades tributarias extranjeras y en pro de la transparencia de su sector bancario que genera aproximadamente una quinta parte de los ingresos fiscales del país. San Marino sigue trabajando hacia una armonización de sus leyes fiscales con las de los miembros de la Unión Europea y los estándares internacionales. En septiembre de 2009, la OCDE quitó a San Marino de su lista de paraísos fiscales que todavía tenían que implementar plenamente estándares fiscales globales. Tiene otras industrias: la manufactura y exportación de cerámica, ropa, tejidos, mobiliario, pinturas, licores, azulejos y vino. También obtiene ingresos de la emisión de sellos para coleccionistas.