Esta garganta posee varios cotos de pesca sin muerte de truchas, así como pozas naturales de aguas cristalinas en las que es posible el baño. La más concurrida se encuentra en el cruce de la garganta con la carretera que discurre entre el núcleo principal de Navalonguilla y su anejo de Navalguijo (carretera AV-P-537). Aquí empieza uno de los cotos de pesca, que se extiende hasta el puente de Tormellas de la misma vía.
El sendero PR-AV 40 (marcas blancas y amarillas) recorre 11 kilómetros del curso alto de la garganta desde Navalguijo hasta la laguna avanzando paralelo al cauce. La Garganta se muestra angosta al principio, con diminutas pozas y mucha rocas. Tras cruzar un canchal la Garganta se abre, volviéndose más llana. Existen dos refugios en este sendero:
Refugio de Llanaíllas, es un chozo con una portilla metálica y techo de paja. El refugio original era algo mayor y podemos ver sus ruinas unos pocos metros antes a la izquierda del sendero. Se encuentra poco antes de llegar a la mina abandonada de blenda.
Refugio de los Malacatones, con el techo de teja, más grande y completamente restaurado.
A lo largo de todo este sendero pueden encontrarse cabras hispánicas. En los últimos años además han vuelto a aparecer ciervos venidos de la provincia de Cáceres.
Respecto a animales menores, se pueden encontrar perdices, conejos y zorros.