Persecución y hostigamiento en la década de los '70
En los años 1970, fue perseguido, torturado y detenido varias veces por militares y policías de la dictadura militar argentina.
En una ocasión, la policía lo detiene en la vía pública y lo arrastra por los cabellos hasta arrancarle el cuero cabelludo, generándole una infección posterior y un daño del cual nunca se recuperó completamente,[5] obligándolo a utilizar su característica peluca hasta el día de su muerte.
En los años ochenta participó en varias performances.
Años 1990
Famoso por sus retratos de personajes públicos, donde la belleza, el poder y el glamour fueron el símbolo aglutinante, Klemm tuvo una alta exposición pública y mediática a partir de los años 1990, mientras que en silencio desarrolló un trabajo de mecenas del arte, desconocido por el gran público.
Abre su galería de arte en 1992 en las calles Marcelo T. de Alvear y Florida de Buenos Aires. En 1995, creó en esta misma sede la Fundación Federico Jorge Klemm; en el acto inaugural enunció sus propósitos:
Nuestro principal esfuerzo va dirigido hacia la proyección global del arte contemporáneo en la Argentina, dentro de una época de crisis de los valores éticos, morales y espirituales, donde se van diluyendo los cánones tradicionales del arte. Dentro de los preceptos esenciales de nuestra fundación está el de promover jóvenes, sobre todo a aquellos que poseen una visión pictórica coincidente con nuestra visión globalizante del arte en función de las necesidades espirituales del hombre.
La Fundación Federico Jorge Klemm se dedica a exhibir de manera permanente la colección de arte moderno y contemporáneo nacional e internacional; a realizar cada año el Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales; a presentar exposiciones temporarias; a editar libros y catálogos dedicados a las artes visuales y la teoría del arte contemporáneo; a organizar cursos, seminarios y conferencias sobre los temas propicios de la Fundación, a cargo de especialistas.
Pasa a ser conocido por el gran público por la conducta provocativa que interpretaba en su programa televisivo El banquete telemático,[6] emitido por la señal de cable Canal (á) y conducido por él junto al crítico y teórico Charlie Espartaco. Desde este, daba difusión de los grandes temas de la historia del arte universal junto a las expresiones más destacadas de la plástica argentina. Estas producciones tuvieron como propósito construir en la sociedad de masas una mirada enriquecida sobre el hecho plástico en general y reflexionar su puesta en valor, en especial la vida del hombre contemporáneo.
Falleció a los 60 años en el Hospital Alemán de Buenos Aires el 27 de noviembre del 2002, luego de dos semanas de internación a causa de una neumonía.[7] Sus restos descansan en el Cementerio Alemán de la Ciudad de Buenos Aires.[8]
Críticas
El 8 de agosto de 1998, a través de una nota publicada en el suplemento Radar en Página 12, se realizan una serie de críticas en torno a su estética personal, sus orígenes, criterio artístico y motivaciones personales.[9]
Legado
En su testamento, dejó su patrimonio en manos de la Academia Nacional de Bellas Artes que tendría acceso al total de las obras cuando se acaben los fondos que él dejó especialmente para la Fundación.[10]
Premios y reconocimientos
El 28 de julio de 1998, recibió el Premio de Reconocimiento al Mérito Artístico, entregado por el expresidente Carlos Menem en la casa de gobierno.[11]
En 2022 la Fundación fue reconocida con un Premio Konex por su aporte a las artes visuales en décadas pasadas.
↑ abOybin, Marina (4 de junio de 2022). «FEDERICO KLEMM. EL GRAN ENCANTADOR». Artishock, Revista de arte contemporáneo. Consultado el 14 de diciembre de 2022.
↑«Visita por el parque». Cementerio alemán. Consultado el 1 de enero de 2023. «Pintor Federico Klemm. Ubicación: Bóveda 55 - 53/54/55/56, Sepultura 64 - 1/2».
Schettini, Ariel (2018). «Federico Klemm. Última instantánea del escándalo.»(PDF). En Wechsler, Diana B., ed. Estudios Curatoriales (7). ISSN2314-2022. Consultado el 1 de enero de 2023. «Este artículo reflexiona sobre las estrechas relaciones entre el arte del siglo XX y las disidencias sexuales a través de la figura de Federico Klemm (1942-2002), su colección de arte y la curaduría. El autor retoma los trabajos señeros de la teoría queer y los entrecruza con las miradas más disonantes de la modernidad como, por ejemplo, Walter Benjamin y Oscar Wilde.»