Durante su juventud, su vida se vio amenazada por todos los enemigos de su difunto padre, en especial por los proscipti y sus parientes, a los que Sila había hecho asesinar e incautar sus propiedades. En 75 a. C. su condiscípulo Cayo Casio lo abofeteó por alabar en la escuela las proscripciones de su padre y amenazar con imitarlo cuando la edad se lo permitiera. Sin embargo, contó con la protección del Senado, así como la de algunos de sus miembros más destacados, como Cicerón y, sobre todo, Pompeyo, de quien sería -además de su yerno- uno de sus más fieles seguidores.
Carrera política
Combatió como tribuno militar a las órdenes de Pompeyo, destacándose en el asedio de Jerusalén, en 63 a. C., al ser uno de los primeros en subir a las murallas de la ciudad santa.[1]
Fue triunviro monetal dentro del vigintisexvirato un año después, en 62 a. C., y en 60 a. C. celebró unos grandes juegos en memoria de su padre. Cuestor en 54 a. C., sirvió de 49 a. C. a 47 a. C. como procuestor en el ejército de Pompeyo, durante su guerra con César. Combatió en la batalla de Farsalia, y, tras la derrota de Pompeyo se unió a las fuerzas senatoriales del norte de África, luchando hasta la batalla de Tapso de 46 a. C., donde cayó prisionero y fue muerto por los soldados cesarianos.