En 1921 fue a estudiar a París con su maestro. En 1923 vuelve a Barcelona y organiza una sección de encuadernación de arte en la librería Subirana, especializada en libros religiosos, que le va a permitir obtener un gran premio en la Exposición Internacional de Barcelona 1929.
En 1931 se instaló en su propio taller desde donde se propone divulgar los valores de la encuadernación artística, al mismo tiempo que imparte clases en la Escuela Industrial de Barcelona y Escuela de Bibliotecarios. Imparte conferencias en el Fomento de las Artes Decorativas de Barcelona y también en Madrid. En 1945 obtuvo la medalla del Primer Certamen de Arte Decorativo celebrado en Palma de Mallorca; posteriormente intervino en el congreso de encuadernadores de Estocolmo de 1966 y en el de Ascona (Suiza) en 1967 con trabajos publicados y glosados por destacadas autorizaciones en revistas especializadas como La Reliure, Craft Horizon, The Penrose Anual, Allegemeniner zur Buch-Binderein y Bokbinderi Idkaren.