«El director fatiga lugares comunes sobre ‘toda’ la juventud: nadie comprende a los que son ‘distintos’ y en particular los malos y ciegos adultos, la mayoría de los jóvenes está en dsctecas –que para Docampo Feijóo son sinónimo de vulgar frivolidad- o pensando en su belleza o en la música.»[1]
«un muestrario simpático, elocuente y contemporáneo de los modos de ser de los argentinos de hoy… hábil guion… un muestrario de los usos y costumbres verbales de la juventud porteña y de los alrededores de estos días… La joven Paulina Rachid —Florencia— es buena en lo suyo y tiene mucho encanto… un Luis Brandoni frenético, de respuesta rápida y mordacidad amarga… Mirta Busnelli… lo más insólito y espontáneo del elenco… Beda Docampo Feijóo… se expresa mediante un academicismo subrayado en el cuidadoso manejo de los encuadres, en… un guion trabajado hasta la médula, y en el dibujo humano de un mundillo burgués que conoce y al que describe desde la ironía, pero sin acentuar los matices satíricos,… Un regalo para el buen gusto es volver a ver en la pantalla grande a Irma Córdoba, en el papel de la abuela, una actriz que cuenta los momentos desprejuiciados y bien vividos de su larga vida.»[2]
Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2003). Un diccionario de films argentinos II 1996-2002. Buenos Aires: Ediciones Corregidor. pp. 161-162. ISBN950-05-1525-3.