Dorothea von Rodde-Schlözer nació en Göttingen, hija del profesor August Ludwig Schlözer, destacado historiador y teórico en educación y de Caroline Friederike von Schlözer, artista y pintora. Su padre, August Schlözer, creía que la inteligencia de las mujeres era igual a la de los hombres. Para resolver una disputa con otro profesor sobre la eficacia del método de educación de Johann Bernhard Basedow, acordaron educar a sus hijos primogénitos por diferentes métodos para ver cómo diferían los resultados.[1] Ambos niños resultaron ser chicas. Dorothea Schlözer recibió un régimen distinto al de Basedow, disponiendo de los mejores tutores privados y de un plan de estudios riguroso, que hizo posible que aprendiera a leer con cuatro años. También fue educada en varios idiomas desde temprana edad, y al cumplir 16 años ya dominaba 9 idiomas: francés, inglés, neerlandés, sueco, italiano, latín, español, hebreo y griego. También estudió matemáticas con el profesor Kasner, que se sorprendió de sus habilidades. Más tarde estudió botánica, zoología, óptica, religión, minería y mineralogía.[2] Además, recibió instrucción en áreas que se creía típicamente femeninas, como tocar el piano, cantar, coser, tejer y cocinar.
Las mujeres generalmente no estaban autorizadas a estudiar en la Universidad de Gotinga en ese momento, y Dorothea Schlözer se sometió a un extenso examen individual por un comité de la Facultad en los temas de lenguas modernas, matemáticas, arquitectura, lógica y metafísica, clásicos, geografía y literatura. Obtuvo su título a finales de la década de 1780.
En 1792 se casó con un rico comerciante, el senador Mattheus Rodde, en la localidad de Lübeck. Con él tuvo tres hijos. A partir de entonces, la escritora adoptó el nombre de Dorothea von Rodde-Schlözer, el primer uso de apellido doble en alemán. Su hogar se convirtió en un centro para la vida social e intelectual que atraía a visitantes de toda Alemania y Francia. Más tarde estudió arte en París y alcanzó un alto nivel. Le encargaron pintar un retrato del Káiser Francisco II.
Es conocida su relación con el escritor francés Charles de Villers (1765-1815). Desde 1794, vivieron juntos el matrimonio y el escritor francés.[3] En 1810 el negocio de su marido fue declarado en quiebra y su salud se resquebrajó, con una senilidad prematura. Este golpe fue seguido por la muerte de Villers y de dos de sus hijos. Débil y enferma, Dorothea von Rodde-Schlözer se trasladó a Aviñón (Francia), buscando un clima más suave y con la esperanza de salvar la vida de su única hija superviviente. Murió allí de neumonía en 1825, a los 55 años.