Sobrino de Taddeo di Bartolo, fue un pintor deseoso de asimilar las novedades florentinas, en principio con una amplitud figurativa y una claridad cromática que le acercan a Filippo Lippi. Inició su fama con un retrato del emperador Segismundo (h. 1432) para la catedral de Siena, género poco corriente en la ciudad, y poco después consiguió una obra maestra en la Virgen con el Niño y ángeles o Madonna dell'Umiltà (1433), que se encuentra en la Pinacoteca Nacional de Siena, que se mueve en plenos aires renacentistas florentinos, e incluso en el color denota notables modificaciones con respecto a la tradición sienesa. En sus obras posteriores se advierte una regresión hacia el goticismo; sus orientaciones juveniles permanecen tan solo en algunos detalles, como se advierte en la Madonna de la colección Johnson (1437) y en el políptico de Santa Juliana (1438), en Perugia. Trabajó junto con Vecchietta en los frescos de la iglesia de Santa Maria della Scala.[1]
Referencias
↑Timothy Hyman, Sienese Painting The Art of a City-Republic (1278-1477), pp. 164–165, Thames and Hudson (1993).