Su producción, muy abundante y dispersa, tratándose del más representativo pintor vallisoletano de la segunda mitad del siglo XVII, es de un estilo ingenuo y casi popular.
A partir de esa fecha y hasta su muerte son muy numerosos los encargos y pinturas firmadas que se conservan, tanto en Valladolid y su zona, como en Segovia, donde son suyas las pinturas del retablo mayor del Seminario Diocesano, antiguo convento de jesuitas, y Palencia, para cuya catedral ejecutó las pinturas de los retablos de las capillas de la PurÃsima y de San Fernando, con escenas en el primero de la batalla de las Navas de Tolosa e historias de la vida del rey Fernando III el Santo en el segundo.
↑Fernández del Hoyo, MarÃa Antonia, «El escultor vallisoletano Francisco DÃez de Tudanca (1616-¿?)», BoletÃn del Seminario de Estudios de Arte y ArqueologÃa, tomo 50 (1984), pág. 375.