Para completar su formación, se fue a París, gracias a una beca de estudios costeada por el rey consorte Fernando II de Portugal, por aquel entonces ya viudo de la reina María II de Portugal. Allí recibió la influencia de pintores como Édouard Manet o Edgar Degas, que se manifestaron posteriormente en su obra. También en París tuvo lugar, en 1882, una exposición de su obra en el Salón de París. En dicha exposición se presentó al público su obra Soirée chez Lui, que fue bien acogida por la exigente crítica artística parisina.
De regreso a Portugal, se unió al Grupo do Leão, que pretendía renovar la estética artística del país. De este período son sus retratos de Ramalho Ortigão, Teófilo Braga, Eça de Queirós o Antero de Quental. También en esta época Columbano ilustró mediante frescos (los conocidos como Painéis dos Passos Perdidos) la sala de recepciones del Palácio de São Bento, en Lisboa.
En 1884 retrató a su sobrino, el artista portugués Manuel Gustavo Bordalo Pinheiro.[4] En 1901, se convirtió en profesor de pintura histórica en la Academia de Bellas Artes de Lisboa, donde se había formado, y en 1914 fue nombrado director del Museo de Chiado (el Museo Nacional de Arte Contemporáneo) por el nuevo régimen republicano recién instaurado, sucediendo así en el cargo a Carlos Reis.