El edificio se encuentra en el centro de la población, entre cuyo caserío destaca poderosamente. La difícil orografía de Albarracín, asentada en una elevación rodeada por la hoz del río Guadalaviar, influye en la configuración del edificio, cuya planta se organiza en una sola nave con capillas laterales, gran capilla mayor ligeramente más alta con ábside poligonal, coro a los pies, y claustro y otras dependencias alrededor.
El acceso principal al templo se realiza, inusualamente, por la cabecera, a través de una sencilla portada barroca precedida por una escalinata. A principios del siglo XVIII se reformó el interior del templo con elementos barrocos, como las pilastras que se conservan actualmente.[3]
Descripción
La estructura del templo está formada por una sola nave central con bóveda de crucería gótica, flanqueada por pequeñas capillas laterales ubicadas entre los contrafuertes.[1][3]
En la capilla mayor, de forma poligonal cubierta por bóveda de crucería con nervios combados, destaca el retablo mayor, de estilo renacentista (1566), obra del escultor Cosme Damián Bas, con figuras de santos, escenas de la vida de Jesús y María y un gran relieve central representando la Transfiguración. Las capillas laterales son de dimensiones más reducidas; varias de ellas guardan un relevante patrimonio artístico. La más destacada, por dimensiones y decoración, es la dedicada a la Virgen del Pilar, con un suntuoso retablo barroco, cúpula y ornamentación de estucos en muros y bóveda. En la capilla de san Pedro destaca el retablo, delicado trabajo en madera sin policromar con relieves de la vida del santo titular, atribuido a Gabriel Yoly.[2] La capilla de las Ánimas, y lo que fue su sacristía anexa, exhiben interesantes pinturas murales en grisalla, datadas en el siglo XVI.
El coro, a los pies del templo, se cubre con bóveda de crucería de complicada traza; bellas pinturas murales adornan los muros. La sillería coral es de madera vista y sencillo diseño renacentista, al igual que la estimable reja que cierra este espacio, colocada a mediados del siglo XVI.[4]
En el exterior destaca la torre, de estilo renacentista, con cuatro cuerpos de sección cuadrada, siendo el último de planta octogonal. A los pies de la torre, hacia la plaza, se pueden observar varios sillares romanos reaprovechados.[3]
Maestros de Capilla
De estos centros (catedrales de Albarracín y Teruel y excolegial de Alcañiz) salieron todos los grandes maestros turolenses que conocemos y que sirvieron en las capillas catedralicias, colegiatas o iglesias mayores, capitulares y arciprestales (Cella, Cantavieja, Mosqueruela, Aliaga, Valderrobres, Calaceite...), clérigos en su mayoría, y los que triunfaron en ambientes palaciegos, en el teatro, en la fiesta popular, etc.[5]
↑ abDiócesis de Teruel y Albarracín. «Historia de la diócesis». Archivado desde el original el 26 de julio de 2011. Consultado el 16 de septiembre de 2009.