México se ubica en un área de contacto de las floras boreal y tropical. Debido a sus características geográficas, climas, orografía, geología y suelos, presenta una gran diversidad florística y de tipos de vegetación. La diversidad que existe de estos factores ecológicos explica que en México se observen casi todas las formaciones vegetales descritas a nivel mundial.
La diversidad de comunidades vegetales se debe no sólo a las características de tipo ecológico, sino también a aspectos histórico-evolutivos. El hecho de que el país se encuentre en el área de contacto de las floras boreal y tropical permite el desarrollo de comunidades en donde ambas floras luchan por sobresalir, habiéndose desarrollado además comunidades de origen autóctono.
La distribución de la vegetación en México está condicionada, principalmente el clima, aunque, la naturaleza geológica, edáfica o topográfica del lugar, juegan un papel de importante.
Características
Aunque este tipo de bosque puede encontrarse sobre distintos tipos de suelo, aproximadamente el 90% de los suelos poblanos son jóvenes y de escaso desarrollo, como el regosol y el cambisol; así que es aquí donde se desarrolla el grueso de los bosques de pino-encino del estado.[2]
El bosque de pino-encino es un bioma caracterizado por la abundancia de ciertas especies de pino y encino, géneros Pinus y Quercus respectivamente. En Puebla, se desarrolla principalmente en zonas de clima templado subhúmedo con lluvias en verano; con temperaturas medias anuales entre los 14 y 18 °C; con precipitaciones anuales entre los 700 y 1500 mm; y a altitudes entre los 1600 y 3000 m s. n. m..
Los espacios físicos que cuentan con estas características son
las laderas occidentales de la Sierra Madre Oriental, _Sierra Norte_ - Bosque húmedo y fresco - Elevaciones moderadas (2,000-3,300 msnm) - Suelos fértiles y clima templado
así como pequeñas zonas de la Sierra Madre del Sur _Sierra de Zongolica-Sierra Negra (Pico de Orizaba)_ - Bosque de pino-encino - Elevaciones moderadas a muy altas (2,200-4,200 msnm) - Suelos pobres y clima frío y seco.[3]
Flora
Ocotes
Del género Pinus contamos 18 especies, entre más de treinta potencialmente presentes. Para su estudio las agrupamos en 3 régiones.
Región Norte
(Sierra Norte, Sierra de Quimixtlán, Sierra de Zongolica):
En los bosques de pino-encino de Puebla, también se pueden encontrar musgos, hepáticas y epifitas. Algunas especies que podrían encontrarse en esta región incluyen:
Musgos:
- Sphagnum spp. (musgo de turbera)
- Hypnum spp. (musgo de roca)
- Rhodobryum spp. (musgo de bosque)
En México la mayor parte de este tipo de bosques ha sido intensamente explotada con fines maderables como la extracción de trozas, leña y carbón; también ha sido talada para dar paso a la agricultura o para inducir pastizales para alimentar ganado bovino y equino.[4]
La agricultura ocupa aproximadamente el 45% de la superficie del estado de Puebla.[5] Esto significa que los bosques, al ir cediendo el paso a las tierras de cultivo, han ido fragmentándose. Esto es muy notorio en el Valle de Puebla-Tlaxcala, una zona densamente poblada, bastante llana y de suelo muy fértil, donde las áreas boscosas se han visto reducidas a los cerros (Teotón, Tecajete, Cerro de las Mendocinas, Flor del Bosque etc.) y las cañadas. En contraste, la mayoría de los parques urbanos o espacios naturales anteriormente deforestados —como el cerro Zapotecas— consta de zonas reforestadas con flora no nativa, como eucalipto, laurel de la India, jacaranda o palmera pindó. Todo esto pone en jaque la persistencia de los bosques de pino-encino poblanos y su fauna.
Áreas Protegidas
Podemos contar al menos 9 áreas protegidas que abarcan el bosque de pino-encino en Puebla: