Una batería de flujo es un tipo de batería recargable donde la recarga es proporcionada por dos componentes químicos disueltos en líquidos contenidos dentro del sistema y separados por una membrana.
El intercambio de iones (que proporciona flujo de corriente eléctrica) se produce a través de la membrana, mientras los dos líquidos circulen en su propio espacio respectivo. El voltaje de la celda (pila/batería) se determina químicamente por la ecuación de Nernst y rangos, en aplicaciones prácticas, desde 1.0 a 2.2 voltios.
Una batería de flujo es técnicamente similar tanto a una pila de combustible, como a una celda electroquímica (reversibilidad electroquímica). Aunque tiene ventajas técnicas, tales como depósitos de líquidos separables potencialmente y casi longevidad ilimitada sobre la mayoría de las pilas recargables convencionales, las implementaciones actuales son relativamente menos poderosas y requieren una electrónica más sofisticada.
El diseño de las baterías de flujo se encuentra sujeto a los principios de la ingeniería electroquímica.[1]
Químicas
Pareja
Max. voltaje de la célula (V)
Promedio de densidad de potencia del electrodo (W/m²)
Promedio de energía específica del fluido (W·h/kg)
↑Arenas, L.F.; Ponce de León, C.; Walsh, F.C. (June 2017). «Engineering aspects of the design, construction and performance of modular redox flow batteries for energy storage». Journal of Energy Storage11: 119-153. doi:10.1016/j.est.2017.02.007.