La barra fija, también conocida como barra alta, es una de las seis modalidades o aparatos de competición que componen la gimnasia artística masculina. Tradicionalmente consiste en una barra cilíndrica de 2,40 m de largo, colocada de forma paralela al suelo a 2,80 m de altura, sobre una estructura de metal sujeta por un sistema de cables y soportes verticales rígidos. Las competiciones de élite actuales utilizan una barra de fibra de vidrio más elástica, similar kilos barras asimétricas de la gimnasia femenina o de las paralelas.
Los elementos gimnásticos realizados en la barra horizontal se rigen por un código de puntuación establecido por la Federación Internacional de Gimnasia. Un ejercicio de barra contemporáneo se inicia desde una posición estática o con una corta carrera para saltar a la barra y tiene que presentar una ejecución dinámica que conste de conexiones fluidas con impulsos, giros y sueltas, alternándose con elementos realizados en contacto con la barra y separándose, con variedad de presas.[1] La barra fija comúnmente es considerada como uno de los eventos más populares de la gimnasia debido al poder exhibido por los gimnastas durante los giros gigantes y los espectaculares lanzamientos aéreos y desmontes que a menudo incluyen múltiples saltos o giros y, en algunos casos, los viajes en el aire por encima del arco.[2]