Belsasar era hijo de Nabonido, el último rey del Imperio neobabilónico.[9] La Crónica de Nabonido lo describe como nieto de Nabucodonosor, pero esto puede haber sido escrito para justificar el reinado de su padre, quien no era de la línea real.[10] Jugó un papel fundamental en el golpe de Estado que derrocó al rey Labashi-Marduk y llevó a Nabonido al poder en 556 a. C., aunque a diferencia de sus cómplices no era miembro de la antigua aristocracia babilónica.[11]
Nabonido pasó los años c. 553–543 a. C. en el oasis de Taima en el norte de la Península arábiga, dejando a Belsasar como regente de Babilonia.[8] Durante la prolongada ausencia de su padre, Belsasar gobernó como corregente, pero nunca fue llamado Rey y nunca participó en el Festival de Año Nuevo de Babilonia, en el cual era esencial la presencia del soberano.[10] Sus deberes como Príncipe Heredero (el título que aparece en los documentos) incluían supervisar las propiedades del templo y arrendar la tierra del templo, y trabajó para restaurar el culto de Marduk, descuidado por Nabonido en favor del dios Sin.[12][6]
Nabonido regresó a Babilonia hacia 543 a. C., y poco se sabe del rol de Belsasar a partir de entonces.[13] El regreso del rey puede haber estado relacionado con la creciente amenaza planteada por el conquistador persa Ciro el Grande, quien comenzaba la expansión del estado medo persa y había derrotado a Lidia. Las hostilidades comenzaron a fines del 539 a. C., y el 12 de octubre un tal Ugbaru, denominado gobernador de Gutium en las crónicas entró en la ciudad junto al ejército de Ciro sin librar batalla.[9] Nabonido fue capturado y sobrevivió, pero Belsasar pudo haber muerto durante la caída de la ciudad.[14]
Conforme a este relato, Baltasar, durante un banquete, profanó los vasos robados del templo de Jerusalén. En ese momento habría aparecido una misteriosa mano que dejó escritas sobre la pared unas palabras ininteligibles que ningún sabio de la corte fue capaz de descifrar. El profeta Daniel, quien entendía el idioma, las interpretó y dijo que tal soberbia sería castigada con la muerte de Baltasar y la caída de su reino. Curiosamente, al propio Daniel se le daba el nombre de Belteshazzar («Bēl -Baal- proteja al rey»), muy similar al del propio Baltasar.[6]
Iconografía
Con los nombres de "El festín de Baltasar" o "La cena de Baltasar" (Convivium Balthasaris en latín) el tema ha sido frecuentemente representado en el arte cristiano, en la tradición de otros festines bíblicos presididos por personajes malvados, como el "festín de Herodes" o el de "el rico Epulón y el pobre Lázaro".
↑"The description of the painting on The National Gallery website". Nationalgallery.org.uk. Fuente citada en Belshazzar's Feast (Rembrandt)
↑Es la forma más usada en la literatura en castellano, incluso la expresión "Belsasar de Babilonia", que se usa, por ejemplo, en el auto de Calderón (escena XIII):
Belsasar de Babilonia,
que a las lisonjas del sueño,
sepulcro tú de ti mismo,
mueres vivo, y vives muerto.
↑Es la forma usada en la traducción castellana Reina-Valera, y a partir de ella, por la mayor parte de los comentarios bíblicos protestantes en castellano (uso bibliográfico en Google books)
↑ abWaters, Matt (2014). Ancient Persia: A Concise History of the Achaemenid Empire, 550–330 BCE. Cambridge University Press. ISBN 9781107652729 p. 43
↑ abBriant, Pierre (2002). From Cyrus to Alexander: A History of the Persian Empire. Eisenbrauns. ISBN 978157506120 p. 32.
↑ abChavalas, Mark W. (2000). "Belshazzar". In Freedman, David Noel; Myers, Allen C. (eds.). Eerdmans Dictionary of the Bible. Eerdmans. ISBN 9789053565032 p. 164
↑Albertz, Rainer (2003). Israel in Exile: The History and Literature of the Sixth Century B.C.E. Society of Biblical Literature. ISBN 9781589830554 p. 63
↑Henze, M.H. (1999). The Madness of King Nebuchadnezzar. Eisenbrauns. ISBN 978-9004114210 p. 61
↑Briant, Pierre (2002). From Cyrus to Alexander: A History of the Persian Empire. Eisenbrauns. ISBN 9781575061207 p. 41-2
↑Albertz, Rainer (2003). Israel in Exile: The History and Literature of the Sixth Century B.C.E. Society of Biblical Literature. ISBN 9781589830554 p. 69-70