La Avenida Boyacá o Avenida Carrera 72 es una vía que recorre la ciudad de Bogotá de norte a sur en su zona occidental. Recorre aproximadamente 36 kilómetros dentro de la ciudad, convirtiéndose en uno de los ejes viales del occidente bogotano (junto con la Avenida 68 y la Avenida Cali), uniendo sur y norte de la ciudad.
Toponimia
La Avenida Boyacá recibe su nombre en honor al departamento de Boyacá ubicado en la parte nororiental de Colombia, en donde tuvo lugar la batalla que dio la independencia definitiva al país del dominio español.
De sur a norte, en la avenida Boyacá se encuentran el Relleno sanitario Doña Juana, en la localidad de Ciudad Bolívar, la Cementera Cemex, en la de Usme, y el Hospital de Meissen (también en Ciudad Bolívar).
En la localidad de Tunjuelito, la avenida Boyacá pasa por el Portal Tunal (estación terminal del sistema TransMilenio), por el parque El Tunal, por la planta de General Motors (Colmotores) y por la fábrica de La Sevillana (Acegrasas S.A).
Por último, en la localidad de Suba pasa por el club Los Lagartos, por el club de Oficiales de la Policía, el centro comercial Parque La Colina, la Parroquia Santa María del Camino, el supermercado Éxito en la Calle 147, el supermercado Carulla, la fábrica Arturo Calle y el supermercado Jumbo Cencosud en la Calle 170.
Por esta avenida pasa la ruta del corredor de Transporte con Soacha desde la Calle 80 hasta el sector de La Sevillana en la Autopista Sur al sur, para diversos barrios de este municipio cundinamarqués así con Sibaté.[1] ubicados al suroccidente.
Se planea una extensión de la Boyacá desde la avenida San Antonio (Calle 183) hasta la avenida Pradilla en el municipio aledaño de Chía, que equivaldría a una extensión de más de 10 km.[2]
La Boyacá no tiene troncal de TransMilenio. La administración del exalcalde Gustavo Petro realizó estudios para la construcción de la troncal desde Yomasa hasta la calle 170 y en su último día de mandato abrió la licitación para la construcción de esta troncal,[3] pero esta se detuvo con el inicio de la administración de Enrique Peñalosa, argumentando que existían vacíos en los estudios.[4]