André Hercule de Fleury (Lodève, 28 de junio de 1653 – Issy-les-Moulineaux, 26 de enero de 1743) fue un político del Estado francés, preceptor y más tarde principal consejero de Luis XV (1726-1743).
Biografía
André de Fleury fue hijo de Jean de Fleury, señor de Dio y recaudador de diezmos, miembro de la pequeña nobleza languedociana. Fue ordenado sacerdote en 1674. Emprendió sus estudios de teología rápidamente y, en 1676, obtuvo la licenciatura. Nombrado canónigo de Montpellier, fue designado, debido a la protección del cardenal Bonzi, capellán de la reina y, en 1699, le fue adjudicada la diócesis de Fréjus.
En abril de 1716, el duque de Orleans, regente del reino, le nombró preceptor del joven Luis XV, de acuerdo con el décimo codicilio del testamento de Luis XIV. En 1717, el regente, le concedió el derecho, extraordinario, de desplazarse utilizando la carroza real. Ese mismo año fue elegido miembro de la Academia francesa. En 1722, en el momento de la consagración del rey, ofició como Par eclesiástico. En 1726, fue llamado por Luis XV, que confiaba en él y le profesaba gran afecto, para sustituir al duque de Borbón. "M. de Fréjus" como se le llamaba, pasó a ser primer ministro de hecho – nunca fue nombrado oficialmente, por el hecho de que, un primer ministro oficial, tenía que manejar una gran cantidad de documentos oficiales, y Fleury era ya demasiado viejo y de débil constitución física. Ese mismo año, en septiembre, y a petición del rey, fue nombrado cardenal.
El cardenal de Fleury gobernó con prudencia y sagacidad: en el interior, restableció los presupuestos del Estado, estabilizó la moneda, retomó la política de Colbert, pacifícó, en la medida de sus posibilidades, el problema jansenista, aunque no pudo evitar el aumento de la oposición parlamentaria. Su política exterior se distinguió por la búsqueda de la paz y la estabilización europea. Involucrado por el rey en la Guerra de Sucesión de Polonia, la concluyó rápidamente por medio del tratado de Viena en 1738. Se distinguió, asimismo, por la moderación, contrariamente a los cardenales Richelieu y Mazarino, no amasó una inmensa fortuna. Sus emolumentos comandatarios los distribuía en limosnas, y vivía de su sueldo como ministro (20.000 libras). Su terquedad a la hora de conservar su poder hasta su muerte le valió el apodo de "Su Eternidad".
El mandato de Fleury fue la parte más feliz del reinado de Luis XV. Para Marie-Nicolas Bouillet, honesta, desinteresada, sencilla y sin fastos, Fleury tenía las cualidades que les faltan, sobre todo, a los ministros. Fue elegido miembro de la Academia Francesa en 1717, de las Ciencias en 1721, de la Academia de las inscripciones y lenguas antiguas en 1725, y ostentaba los títulos de director de la Sorbona y superior de la Casa de Navarra.
Bibliografía